El 2020 nos puso la desigualdad de género en la cara y es urgente actuar para erradicarla: GIRE

Las estructuras de desigualdad en México existían antes de la pandemia, con ella se han profundizado y han quedado expuestas dejando claro que es fundamental actuar desde la colectividad y especialmente desde la política pública para erradicarlas y así, garantizar que las mujeres en toda su interseccionalidad tengan acceso a un derecho básico: vivir libres de cualquier tipo de violencia. 

De acuerdo con el más reciente estudio realizado por el GIRE (Grupo de Información en Reproducción Elegida), las noticias, los datos y sobretodo las historias nos dejan ver cómo el impacto de la emergencia sanitaria por Covid-19 ha sido significativamente más severo para las mujeres respecto de los hombres.

En aspectos como el bienestar social, la educación, el trabajo, la salud y la seguridad las mujeres enfrentan mayores retos. 

Durante el 2020 los llamados de emergencia relacionados con violencia de género incrementaron 21.3% al tiempo que los feminicidios no lograron ceder ni siquiera en los meses en que se tuvieron mayores restricciones a la movilidad, sólo en un año se registraron 946 presuntos feminicidios. 

Esto implica dos cosas importantes: la primera, ni siquiera con una cuarentena la violencia extrema contra mujeres y niñas cede y la segunda, de hecho incrementa. 

Las expresiones físicas de violencia por razones de género son uno de los temas fundamentales para insistir en términos de agenda pública; el informe resalta la ausencia de estrategias transversales e innovadoras que tengan realmente un impacto efectivo en la reducción y erradicación de la violencia de género, así como un acceso efectivo a la justicia para las vícitmas. 

Por otra parte, en materia de salud y derechos reproductivos, uno de los sectores donde históricamente las mujeres han sido vulneradas, también se profundizaron las problemáticas. La concentración de los esfuerzos sanitarios en la atención de la pandemia disminuyó y precarizó los servicios de salud sexual, reproductiva y ginecológica para mujeres. 

Sólo en un año se registraron 145,179 embarazos, de los cuales el 15% se prevé que son embarazos adolescentes. De hecho, México es el país de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) con mayor incidencia de embarazos en mujeres de 15 a 19 años. 

Por otro lado, "las mujeres con discapacidad, las mujeres migrantes, las mujeres indígenas, las mujeres afromexicanas, las mujeres privadas de libertad y las mujeres con VIH también han enfrentado obstáculos en el ejercicio de su derecho a la salud, debido a sus identidades", resalta el informe. 

En el ámbito laboral y económico las mujeres también tienen más retos: han sido mayoritariamente expulsadas del mercado laboral, en casa tienen más trabajo y sus ingresos se han hecho más pequeños. 

Es fundamental implementar cambios dirigidos erradicar las desigualdades estructurales en México, afirma el informe. La recopilación de data con perspectiva de género, la integración de mujeres a los equipos directivos y de liderazgo, la capacitación de servidores públicos, el presupuesto a servicios de educación y salud son modificaciones fundamentales que podrían impactar de manera positiva en la situación de las mujeres y niñas. 

ana.garcia@eleconomista.mx