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Política

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En el caso Bolivia, AMLO se equivocó gravemente: Ricardo Pascoe

El gobierno de México actuó muy mal, torpe y desinformado, guiándose por sus alianzas políticas, no por lo que realmente estaba sucediendo, considera el exembajador de México en Cuba.

El exembajador de México en Cuba consideró que constituye un grave error del gobierno mexicano haber tomado partido desde un primer momento del conflicto. Foto EE: Hugo Salazar

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se equivocó gravemente en la forma en la que se involucró en el conflicto que se vive en Bolivia simplemente porque  desde el primer día, cuando había cuestionamientos a los resultados electorales y que era evidente que la sociedad boliviana se había dividido y tomó partido, afirmó Ricardo Pascoe Pierce.

El exembajador de México en Cuba consideró que constituye un grave error del gobierno mexicano haber tomado partido desde un primer momento del conflicto. 

Eso quiere decir que el gobierno mexicano rechazaba la idea de que hubo un fraude electoral, cuando sectores importantes estaban alegando eso, destacó.

“Creo que por razones éticas y morales, el gobierno de México tenía que haber esperado para evaluar la situación”.

En entrevista, el exdiplomático mexicano relató que en alguna parte de este episodio, Evo Morales tuvo una excelente salida, que era pedir que hubiera la segunda vuelta y, en un primer momento, se negó a ello”.

Opinó que cuando el ahora expresidente Morales aceptó la idea de la segunda vuelta ya era demasiado tarde. Las fuerzas ya se habían enardecido demasiado; la sociedad estaba levantada; la protesta era muy fuerte y ya no había vuelta atrás.

El gobierno de México —según Pascoe— actuó muy mal, muy torpe, muy desinformado, guiándose por sus alianzas políticas, no por lo que realmente estaba sucediendo. Actuó así por su afinidad con Bolivia, con Venezuela y no cuidó tener una posición objetiva frente a una sociedad en conflicto.

“Lo digo porque el presidente López Obrador fue muy campante al criticar a los gobiernos de Ecuador y de Chile, que tenían levantamientos también. Sí, los criticó a ellos, pero no criticó a Evo Morales. Eso me lleva a concluir que su percepción era más ideológica que de cuidar el rol y el papel de México en América Latina”.

En su opinión, este nuevo alineamiento de México tan evidente, y a la vez tan torpe, es muy preocupante y discutible.

Evo Morales no llega a México como un demócrata

Por otra parte el exembajador de México en Cuba aseguró que durante su gestión Morales enfrentó el famoso "guaguazo", cuando un microbús conducido por personas que presuntamente deseaban asilo político se impactó contra la embajada mexicana en ese país. Subrayó que Evo Morales llega a México, no como un demócrata, sino como el arquitecto de un intento de fraude electoral. “No llega a México con una gran autoridad moral”.

Para el político mexicano, esa situación es muy complicada para el presidente López Obrador, al tener que estar asumiendo cargas que ni son suyas, ni debieran competerle.

Pascoe añadió que existe la ironía de que resulta que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador le quita las pensiones a los expresidentes mexicanos y ahora, con dinero público, se va a financiar la vida de un expresidente extranjero.

Pero preocupa más, advirtió, que esto puede afectar la negociación del T-MEC con Estados Unidos, porque Evo Morales es visto como enemigo de Estados Unidos, tanto como por demócratas, como por republicanos.

Esto puede empañar seriamente la disposición del Congreso de Estados Unidos, de aprobar el T-MEC.

También llamó la atención en que el expresidente boliviano, entre las primeras declaraciones que hizo a su llegada a México es que él va a regresar con más fuerza a Bolivia. Viene a México para utilizar a México como su pista de despegue para seguir haciendo política, por lo menos en su propio país.

Para Ricardo Pascoe, la pregunta que debiera hacerse es si Evo Morales debiera ser estrictamente apolítico en su estancia en México o si hubo un acuerdo político entre el gobierno mexicano y él, de que los mexicanos le van a financiar sus actividades políticas en Bolivia, lo cual sería muy grave. 

diego.badillo@eleconomista.mx

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

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