Mauricio Fernández, bajo la mira de la PGR

Después que el presidente Felipe Calderón anunció la partida de la recesión, las plazas de Nuevo León y Tamaulipas se calentaron por cuestiones de crimen organizado y narcotráfico. Pero más por las dudas que sembró Mauricio Fernández Garza, presidente municipal de San Pedro Garza García y temor de Los Zetas.

El edil tras ratificar en su toma de posesión, el más rico del país del estado de Nuevo León, que atacará de frente y no de ladito’’ –como acuño el exprocurador Eduardo Medina Mora hoy digno embajador en Inglaterra- a la delincuencia común y organizada con leyes o sin leyes e incluso con un grupos de malosos’’.

Y aún más, cuando anunció como don Gabriel García Márquez la historia de una muerte anunciada’’ de un presunto secuestrador y enemigo de él, que amenazó ser su verdugo, quien sin embargo, pagó el día de muertos la afrenta en la ciudad de México, cuando nadie lo sabía.

Incluso ni los capitalinos, menos el abogado del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera. Sino cinco horas y media después que todo se convirtió en realidad.

Que sí efectivamente, Héctor Perales Saldaña El Negro, que había venido a la capital del país a cerrar un negocio’’ según sus familiares, apareció ejecutado, con huellas de tortura, maniatado y abandonado en una camioneta con placas de aquella entidad en la delegación Miguel Hidalgo junto con otros tres de sus familiares.

La polémica continúa. Sobre todo después que la Procuraduría General de la República (PGR) como su jefe de agentes del Ministerio Público Federal, Arturo Chávez Chávez, no se le ha visto por el país en cambio sí en Washington haciendo amarres para acabar con el narcotráfico en México.

Esto porque la PGR determinó en ausencia de Chávez Chávez, atraer a su esfera federal la investigación del asesinato de El Negro y sus tres compañeros torturados y ejecutados. De donde se puede desprender un citatorio a Fernández Garza nada más por lo que dijo.

Porque en la jerga judicial se expone que un citatorio o una orden de aprehensión’’ no se le niega a nadie. Y más cuando existen argumentos de explicar’’ ante los que investigan. Pese a que ahora dijo, se enteró por una llamada anónima’’.

De esas tantas que en la actual administración han servido para capturar a rivales, hijos de los históricos barones de la droga, incautar estratosféricas cantidades de dinero en efectivo en divisas estadounidenses, cargamentos o deshacer cuevas de delincuentes, como los que llaman para abrir camino al andar a PGR y Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF).

Ahora la duda es si hay o existen grupos de limpieza social’’ o escuadrones de la muerte’’ para abatir a los malvados, independientemente quién lo haya dicho o hecho. Pero lo más lamentables es que tanto el Ejecutivo, Secretaría de Gobernación o cualquier institución no haya dicho esta boca es mía’’.

COMMODATO

En Tamaulipas surgió una nueva modalidad de secuestro-extorsión. Por quienes son parte del grupo armado del cártel del Golfo: Los Zetas. Tienen a la víctima un tiempo, luego los llevan ante un notario también amenazado’’ para que las propiedades del secuestrado pasen a manos de La Compañía’’.

Así fueron presentados cuatro de ellos a los medios por Luis Cárdenas Palomino, jefe de jefes de la inteligencia anticrimen de la SSPF. Los nombres de los detenidos no dicen nada, pero si el método innovador, porque casi se convierte en una Pymes del crimen organizado.

Ahora, no hay que quedar callados, aún cuando la autoridad no garantice justicia, pero sí para que exista un argumento legal para recuperar lo que les fue arrancado por miedo, violencia e intimidación. En eso sí hay que tener bien abiertos los ojos, porque como dice la cábala: papelito habla’’.

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