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Banca en la nube conllevaría beneficios, costos y riesgos
Actualmente emplean la informática para usos que no son esenciales.
A nivel mundial, los servicios que ofrece la banca van sin freno hacia canales digitales. Uno de éstos, aunque incipiente aún, es la nube. Un estudio de BBVA Estados Unidos refiere, empero, que migrarlos hacia este tipo de plataformas tendría sus pros y contras. Desde el lado positivo generaría ahorros, pero en el lado negativo estarían los riesgos en el manejo de los datos en una plataforma externa.
La informática en la nube es la que utiliza datos almacenados en un servidor externo, al que se accede a través de Internet.
En el documento ¿Banca en la nube o banca en la nubes? BBVA destaca que hoy día los bancos ya utilizan la informática en la nube de forma generalizada, para usos que no son esenciales ni críticos, como recursos humanos, correo electrónico, análisis de clientes, gestión de las relaciones con los mismos y desarrollo y prueba de productos; mientras que los más pequeños han transferido o están en proceso de transferir todos los servicios esenciales, como tesorería, pagos, banca minorista y datos empresariales.
Prueba de la tendencia hacia el uso de la banca digital, puntualiza BBVA, es que el número anual de pagos que no se hacen en efectivo en Estados Unidos es superior a los 122,000 millones y crece en más de 11 millones diarios. Pero con ello, los datos de los bancos están más expuestos que nunca a fallas de seguridad. Por ejemplo, el valor de las transacciones anuales no autorizadas es de aproximadamente 6,100 millones de dólares .
BBVA enfatiza que los bancos que ya han comenzado a trasladar sus servicios básicos a la nube lo hacen normalmente en una nube privada o híbrida. Transferir los servicios básicos a la nube es una decisión de gestión estratégica que conlleva tanto beneficios como costos y riesgos .
Entre los posibles beneficios que BBVA destaca para los bancos al trasladar sus servicios básicos a la nube son: reducción de costos, debido a que se utilizarían recursos compartidos en lugar de propios; mayor dinamismo en el desarrollo de nuevos productos y servicios, y más seguridad en comparación con las plataformas tradicionales.
En contraparte, el banco refiere que la transición de un entorno tradicional a uno de informática en la nube conlleva, en un principio, costos que pueden ser muy elevados; además de que las instituciones financieras podrían enfrentarse a un entorno regulatorio incierto y, cada vez más, a riesgos procedentes de terceros (incluidos los de seguridad).
Aunque en teoría la nube podría ser más segura, hay cálculos que muestran lo contrario. Una encuesta reciente sobre las vulnerabilidades de la informática en la nube reveló que la frecuencia de los incidentes de vulnerabilidad en ésta se había cuadruplicado entre el 2008 y el 2011, lo que destaca el hecho de que, a medida que aumenta el uso de la informática en la nube, también crece el número de ataques y vulnerabilidades .
También vislumbra como riesgos las renovaciones oportunistas (pues el proveedor de la nube adquiere un poder de negociación importante al ser consciente de que el usuario tendría que hacer frente a costos si decidiera cambiar) y las incógnitas propias que nacen de los instrumentos desconocidos.