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Sector Financiero

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Cartera de tarjeta de crédito hiló, en febrero, 14 meses de crecimiento

Especialistas atribuyen este dinamismo a la recuperación que el empleo y los salarios registran.

En febrero pasado, el portafolio de tarjeta de crédito de la banca comercial, registró 14 meses consecutivos de crecimiento.

Además, este portafolio lleva cinco meses continuos con aumentos de doble dígito, siendo cada vez mayor.

De acuerdo con los más recientes Agregados monetarios y actividad financiera publicados por el Banco de México (Banxico), en el segundo mes del presente año, el segmento de tarjeta de crédito de la banca comercial, creció 14.0% en su comparación real anual, para ubicar el saldo en 462,800 millones de pesos, 85,500 millones más que los 377,300 millones de febrero del 2022.

De hecho este portafolio es el que mayor crecimiento registra dentro de todo el segmento de consumo que integran también los créditos personales, de nómina y los destinados a la adquisición de bienes de consumo duradero.

BBVA, en su más reciente informe sobre Situación Banca publicado en febrero, destaca la significativa recuperación del segmento de tarjeta de crédito -lo mismo que en nómina-, lo que, explica, obedece al buen desempeño del empleo formal y a la recuperación de los salarios reales, pese al entorno de mayor inflación que se ha padecido.

“El buen desempeño del empleo formal y el crecimiento de los salarios reales, seguirán siendo factores determinantes para impulsar el crédito al consumo. Además, para mantener su calidad será fundamental mantener prácticas prudentes de otorgamiento, que contribuyan a un crecimiento sano de la cartera”, resalta.

Atrás la caída de doble dígito

Junto con el resto de los segmentos de crédito bancario -excepto el de vivienda-, el de tarjetas empezó con caídas en el inicio de la pandemia por Covid-19 -marzo del 2020-.

Pero fue en febrero del 2021, cuando se registró la mayor caída de este portafolio con -16.4%, de acuerdo con la información del mismo Banxico.

A partir de ahí, la caída gradualmente fue menor, y en enero del 2022 volvió a presentar un crecimiento de 0.4 por ciento. En febrero del 2023, el aumento ya fue de 14.0 por ciento.

Morosidad sigue baja

Por su parte, el Índice de Morosidad (IMOR) de este segmento se mantiene bajo.

Tomando en consideración información reciente de la Asociación de Bancos de México (ABM), a diciembre pasado este indicador se ubicó en 2.6%, menor a 3.3% del mismo mes del 2021.

Lo anterior es consecuencia, señala la ABM, de una adecuada gestión de riesgos por parte de los bancos, pero también de un mejor comportamiento de los clientes.

El mismo organismo ha señalado que hoy los clientes utilizan este producto, más que como medio de financiamiento, como uno de pago, y cada vez son más los clientes totaleros, es decir, que liquidan su adeudo mensual en el límite establecido.

Al respecto “El informe Situación Banca” de BBVA precisa que pese que las tasas de interés se han incrementado, los niveles de morosidad se han contenido, en parte, por otras condiciones de otorgamiento como ajustes en montos y plazos en el crédito al consumo en general.

eduardo.juarez@eleconomista.mx

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