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Sector Financiero

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Nafin y Bancomext serán más digitales, más sustentables: Juan Pablo de Botton Falcón

La transformación digital de la banca de desarrollo está en el centro del proyecto del directivo: nos permitirá estar más cerca de las pequeñas empresas y de las regiones.

Juan Pablo de Botton, extitular de Nafin y Bancomext. Foto EE: Hugo Salazar

Juan Pablo de Botton Falcón,  director general de Nafin y Bancomext

“Tengo el honor de dirigir dos instituciones con una gran historia que respeto. Aspiro a contribuir a que en el futuro sean más sustentables, más incluyentes y más digitales”, dice Juan Pablo de Botton Falcón, director general de Nacional Financiera (Nafin) y Bancomext.

En esta visión es clave la transformación digital, subraya De Botton: “la digitalización es la mejor manera de resolver la inclusión financiera, de llegar a empresas y zonas en las que no hemos tenido suficiente presencia. La digitalización es también clave para hacernos más eficientes y más sustentables, en el sentido más amplio de la palabra”.

Cambio cultural

Juan Pablo de Botton asumió la dirección de estos bancos de desarrollo en marzo del 2021. Es experto en Ciencia de Datos. Antes estuvo en el SAT en la Dirección de Planeación Estratégica, donde tuvo a su cargo el área de tecnología del servicio tributario. Dos meses después de llegar a Nafin y Bancomext creó una Dirección General Adjunta de Banca Digital.

“Para el banco implica un cambio cultural de gran calado, cómo pensamos lo digital desde adentro, pero también el mensaje que mandamos hacia afuera, cómo queremos ser percibidos. La tecnología está transformando los servicios financieros y debemos ser parte activa en esta transformación. Creo en el desarrollo con software libre, ser muy selectivo en la compra de licencias a terceros. Es muy importante impulsar el desarrollo in house, porque el desarrollo digital está en el corazón del banco y ahí se debe quedar”.

Al interior de Nafin y Bancomext, se hizo sin solicitar recursos adicionales. “La gente del banco lo ha adoptado relativamente rápido. Hacia fuera, se notará en los servicios que prestamos, en la rapidez con la que podamos atender, nos hará más cercanos a empresas y regiones… Nos permitirá avanzar en inclusión, nos permite agregar valor a los productos que tenemos y también poder estar de manera más directa con los pequeños negocios”.

—¿Cómo entiende la banca de desarrollo el director de Nafin y Bancomext?

Estamos hablando de bancos del sector público. Estamos obligados a usar bien los recursos que manejamos, debemos poner atención a la cobranza y al impacto social de los proyectos que impulsamos. Debemos ser muy cuidadosos de los riesgos que tomamos… Tenemos una cartera vencida de 0.6% en Nacional Financiera y de 2.1% en Bancomext, comparado con 2.5% promedio de la banca comercial.

—¿Qué papel pueden jugar en el contexto de la reactivación y de los planes de desarrollo regional?

En la historia de estos bancos hubo muchos momentos en los que el crédito que otorgaban crecía a tasas de dos dígitos, pero este crecimiento no se traducía en crecimiento de la economía, de los sectores o de las regiones… Es uno de los mayores retos, lograr que haya un mayor impacto. Pertenezco a una generación que espera que el impacto no sólo sea económico, sino también social y en el medio ambiente.

—¿Cómo conciliar la necesidad de transformarse de Nafin y Bancomext, con su historia?

Son bancos con más de 80 años de historia, cada uno. Ha habido mucha gente muy valiosa, sigue habiéndola. Es muy importante el diálogo intergeneracional e interdisciplinario para lograr que el banco penetre en nichos, en regiones, en industrias a los que no ha podido llegar. El hecho es que hay una nueva realidad, tenemos las lecciones que nos deja la pandemia; todo lo que viene con los cambios tecnológicos y la transformación política y social que vive México. La nueva realidad requiere nuevas soluciones. No se trata de negar lo que se ha hecho bien en estas instituciones, pero sí estar conscientes de que enfrentamos nuevos retos que requieren que la intervención de la banca de desarrollo sea diferente. Las prioridades de Bancomext y Nafin deben responder a estos cambios: cómo queremos que México sea dentro de 20 o 30 años y qué debemos hacer para conseguirlo”.

—En esta conversación, una y otra vez hace referencia a la necesidad de que la banca de desarrollo tenga más impacto, ¿qué quiere decir?

Pienso en el impacto que podemos tener si contribuimos efectivamente a la prosperidad y el crecimiento, también en cuestiones relacionadas con el medio ambiente y lo social. Me gustaría que Nacional Financiera y Bancomext contribuyan al desarrollo de la próxima gran cadena de valor industrial, me gustaría que estemos involucrados en el impulso del próximo Cancún... Hay proyectos emblemáticos del gobierno federal que nos dan la oportunidad de hacer esto.

lmgonzalez@eleconomista.com.mx

Licenciado en Economía por la Universidad de Guadalajara. Estudió el Master de Periodismo en El País, en la Universidad Autónoma de Madrid en 1994, y una especialización en periodismo económico en la Universidad de Columbia en Nueva York. Ha sido reportero, editor de negocios y director editorial del diario PÚBLICO de Guadalajara, y ha trabajado en los periódicos Siglo 21 y Milenio. Se ha especializado en periodismo económico y en periodismo de investigación, y ha realizado estancias profesionales en Cinco Días de Madrid y San Antonio Express News, de San Antonio, Texas.

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