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Sector Financiero

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Plataformas deben informar sobre riesgos en crowdfunding

Las asimetrías de información se originan al no conocerse la identidad de los individuos involucrados.

Debido a las fallas inherentes de mercado que el fondeo colectivo (o crowdfunding) presenta, especialmente en el de deuda y de capital, ocasionadas por sus asimetrías de información y sus riesgos, es importante que las plataformas dedicadas a esta actividad sean reguladas, con el fin de que sus usuarios estén mejor informados de donde invierten sus recursos.

De acuerdo con el noveno Reporte Nacional de Inclusión Financiera, elaborado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, con la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, también conocida como Ley Fintech, se obliga a estas plataformas a brindar toda la información susceptible de ser mostrada sobre los proyectos a financiar y respecto a los solicitantes de fondeo, además de que les prohíbe garantizar un rendimiento por los mismos.

“Las asimetrías de información (en el crowdfunding) se originan en la anonimidad que las plataformas de Internet conllevan, al no conocerse la identidad de los individuos involucrados en la transacción. Las externalidades negativas se relacionan con el financiamiento a actividades ilícitas, el lavado de dinero y el riesgo sistémico”, se explica en dicho reporte.

De acuerdo con el informe, el sistema de mercado por sí mismo, así como las responsabilidades civiles, pueden no ser suficientes para eliminar dichas fallas, debido a la anonimidad de los participantes.

La Ley Fintech, que entró en vigor en marzo pasado, regula las plataformas dedicadas a dos tipos de actividades: al crowdfunding y a la emisión de fondos de pago electrónico, las cuales serán reservadas sólo para aquellas organizaciones que logren su autorización para hacerlo.

Según el reporte, el crowdfunding se define como la obtención de recursos de un gran número de individuos u organizaciones (crowd) a través de plataformas digitales para el financiamiento de proyectos productivos y otro tipo de necesidades lícitas. “Surge como una forma de conectar una oferta de fondos prestables con su demanda, de manera sumamente innovadora”.

El reporte menciona los riesgos inherentes en la actividad de esta plataforma, tales como el lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, la incertidumbre jurídica, la falta de protección a los usuarios y los riesgos tecnológicos.

“El fraude es un riesgo ocasionado porque el solicitante de recursos puede dar a éstos otros fines diferentes a los indicados en la plataforma o que no entregue los frutos del proyecto. También se tiene el riesgo de que la plataforma cierre de manera temporal o permanente”, señala.

Sin embargo, indica que con la regulación ya emitida se pueden mitigar los riesgos asociados al fraude y conflicto de interés, en primera instancia, al obligar a las plataformas a separar las cuentas: por un lado, la de los clientes y, por el otro, la de las plataformas.

“La regulación puede contribuir a revelar toda la información sobre el comportamiento del demandante de recursos y la validez de los datos insertados en la plataforma”, explicó.

Asimismo, con dicha normativa se establecen derechos y obligaciones de los clientes y las plataformas, así como las penalizaciones en caso de incurrir en fallas; además, dichas plataformas tienen que revelar los riesgos en los que se incurre, evolución de la inversión y que los retornos no están garantizados.

La due diligence

Uno de los términos de más peso en el sector financiero es el de due diligence (debida diligencia), que sirve para conocer los riesgos a los que está expuesta una organización y trabajarlos debidamente.

En este sentido, el reporte destaca que con la normativa, las plataformas pueden hacer una adecuada due diligence con el fin de reducir su riesgo de insolvencia, debido a que se obligan a realizar un análisis de crédito de los demandantes de financiamiento, se establecen criterios de autorización, se revela información sobre la evolución de la inversión, entre otros.

El documento enfatiza que esta naciente industria también representa riesgo sistémico en materia de ciberseguridad, por lo que la regulación contempló esto con el fin de mitigar los riesgos de ciberataques y robo de datos personales.

“(Se) obliga a las plataformas a contar con planes de contingencia y mecanismos de seguridad de información a partir de procesos de autenticación del cliente, mensajes encriptados y restricciones en el acceso a la información sobre las transacciones”, y agrega que también hay mecanismos de prevención de lavado de dinero en dicha ley.

Fondeo colectivo evoluciona

Durante el 2017, casi 8,000 empresas consiguieron financiamiento para sus proyectos vía el fondeo colectivo en la modalidad de deuda o de capital, lo que representó un crecimiento de 280% respecto a lo conocido en el 2015, cuando este número apenas alcanzó las 2,080 organizaciones.

De acuerdo con el noveno reporte de inclusión financiera, de estas 8,000 empresas, 5,399 obtuvieron financiamiento en la plataforma Kubo Financiero, después en Prestadero, con 859 organizaciones y con Afluenta 618.

Según los datos que se conocen del sector en México, en el 2017 se identificaron 24 plataformas dedicadas al fondeo colectivo.

Asimismo, el reporte revela que poco más de 1,500 empresas obtuvieron recursos para financiar sus proyectos en el 2017 bajo la modalidad de recompensas o donaciones, lo cual representó un aumento de 153% respecto al 2015.

“La mayoría de ellos fue a través de la plataforma Donadora con 1,279, seguido por Fondify con 186”, se puede leer en el documento.

Respecto al número de inversionistas que fondearon proyectos, éste fue de 83,000 en el 2017, es decir, un crecimiento de 82% respecto a lo registrado en el 2015, cuando se contabilizaron 46,000 inversionistas.

Según el reporte, el número de transacciones realizadas en las plataformas durante el periodo del 2015 al 2017 fue de poco menos de 1.4 millones de operaciones.

Proyecto crowdfunding

La autoridad menciona en el documento sobre el proyecto Crowdfunding México, el cual tiene la finalidad de recopilar información sobre las plataformas de fondeo colectivo en el país y su operación de los últimos años, que “los datos muestran que el ecosistema ha crecido, al igual que sus beneficiarios. El número de empresas o individuos que accede a financiamiento para sus proyectos ha crecido a tasas muy altas, así como el número de campañas lanzadas e individuos fondeándolas”, explica.

De acuerdo con el documento, un mayor conocimiento de esta actividad podría generar sinergias entre sus jugadores y así impulsar un mercado satélite de actores como respuesta a la existencia de un mercado en crecimiento.

“El documento incluye datos de 80% de los proyectos de fondeo colectivo en México y se está trabajando para que más plataformas se unan todos los días”, expone.

fernando.gutierrez@eleconomista.mx

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