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Arte e Ideas

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Campesinos inteligentes vs discursos institucionales

A pesar de los programas asistencialistas que parten de la idea de que son ineficientes, han crecido y se han mantenido productivos, muestra un estudio.

Es curioso que en un país donde hay teléfonos y edificios a los que llamamos inteligentes, una frase como tenemos campesinos inteligentes que contradicen el discurso institucional resulte tan llamativa.

Y es que no solamente el gobierno tiene una percepción negativa del pequeño agricultor, el tema está muy interiorizado en la sociedad, sobre todo en las zonas urbanas e incluso en el discurso académico y en las instituciones universitarias que hacen muy poco por la pequeña agricultura, explica Héctor Manuel Robles Berlanga, escritor e investigador que presentó un estudio del posgrado en desarrollo rural de la UAM, que demuestra que los campesinos han trascendido a las dificultades históricas.

Durante su presentación en el Foro del Pequeño Productor al Consumidor: Diversidad y Nutrición, que se llevó a cabo el 26 y 27 de mayo, Robles Berlanga aseguró que durante muchos años han existido programas asistencialistas que no reconocen a la comunidad del campo

Se piensa que el pequeño productor es ineficiente, que no produce y no aporta al país; en los últimos 70 años se ha intentado desaparecer este modelo proponiendo economías de escalas; sin embargo, en lugar de desaparecer se ha fortalecido , dice.

Crecen y producen? a pesar de todo

En 1930 existían alrededor de 230,000 productores con 5 hectáreas o menos; en el 2010, según el registro del último Censo Agrícola, Ganadero y Forestal se tienen 2.7 millones con menos de 5 hectáreas. Es un crecimiento de 709% en 80 años , dijo el investigador.

Robles explica que:

a) La agricultura familiar y a pequeña escala está ligada de manera indisociable a la seguridad alimentaria mundial.

b) La agricultura familiar rescata los alimentos tradicionales, contribuyendo a una dieta equilibrada, a la protección de la biodiversidad agrícola del mundo y al uso sostenible de los recursos naturales.

c) La agricultura familiar representa una oportunidad para dinamizar las economías locales, especialmente cuando se combina con políticas específicas destinadas a la protección social y al bienestar de las comunidades.

Comida, empleo y? hasta biodiversidad

El investigador presentó cifras de estudios recientes que demuestran la eficiencia de los pequeños agricultores en nuestro país.

Ellos son la base de nuestra alimentación: siete de cada 10 productores en este país trabajan con menos de 5 hectáreas: Todo lo que tendríamos que estar haciendo es con base en esta característica y no construyendo algo que no tenemos .

A pesar de sus condiciones precarias y la falta de apoyos económicos gubernamentales, aportan 39% de los granos básicos de este país, explica.

Y, curiosamente, son los que generan más empleo, uno podría entender que sólo es el trabajo familiar, pero también es el contratado; seis de cada 10 empleos pagados son contratados por pequeñas unidades de producción.

Incluso toda la agroindustria de este país trabaja con pequeños productores, yo nunca he escuchado a los funcionarios de la Nestlé o de la Herdez decir: ‘Yo no voy a trabajar con pequeños agricultores porque son ineficientes, no sirven o son malos’, todos establecen relaciones con estos grupos. ¿Por qué nosotros creamos un discurso negativo? .

Mantienen la diversidad: uno de cada siete alimentos se dan en estas regiones, además se hacen responsables de los recursos naturales de cada región, incluso las grandes ciudades dependen mucho de la captación de agua de esas zonas, del cuidado de sus bosques y de sus áreas de cultivo.

El investigador concluyó que los pequeños agricultores no van a desaparecer, han tenido la virtud de soportar estos megaproyectos.

A través de los años se ha demostrado con cifras y con datos reales la importancia de este sector.

Un ejemplo fue cuando hablábamos de los tratados, ellos ya estaban metidos en la comercialización y enfrentándola; cuando se dijo que se acababa el reparto de tierras, las familias terminaron dividiendo más la tierra para garantizar a sus familias aunque sea para vivir.

Si con poco han hecho mucho, nuestra labor ahora es entender su importancia y unirnos a una nueva política donde el centro de los esfuerzos institucionales sean nuestros campesinos .

nelly.toche@eleconomista.mx

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