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El Cervantino, entre la tormenta y la denuncia
El primer fin de semana de la edición 41 del FIC termina con problemas menores y un balance positivo, la sangre de antígona y Goran Bregovic, lo más destacado.
El concierto acuático de Goran Bregovic y la denuncia en contra de la violencia con La sangre de Antígona marcaron el primer fin de semana de la edición 41 del Festival Internacional Cervantino (FIC).
Nadie de los que estuvieron en la Alhóndiga de Granaditas podrá olvidar el concierto de Bregovic, en medio de un diluvio que sorpresivamente cayó en Guanajuato y que convirtió una noche gitana en algo inolvidable.
No sólo por la música y el talento de Goran Bregovic a la hora de armar su fiesta gitana con aires balcánicos, la lluvia fue el invitado que puso el toque especial a su presentación, que será recordada por muchos años, como sucedió con el mítico concierto de Los Tigres del Norte.
DENUNCIA INOLVIDABLE
Hace falta tiempo para poder ver todo lo que ofrece el Cervantino, pero de estos días me quedo con el poderoso montaje de la Compañía Nacional de Teatro y La sangre de Antígona.
Una obra violenta y cruda, casi fantasmagórica, con una alusión a lo que pasa en México con la guerra en contra del narco y sus ejecutados que cuelgan de puentes en México.
Aunque cabe aclarar que el autor, José Bergamín, se inspiró en una tragedia griega para relatar su vida en la Guerra Civil española, pero el tema de la violencia, el poder y la sangre son universales y hacen del espectáculo tan fascinante como aterrador muy difícil de olvidar.
No se la pierda en el DF.
ÓPERA, DANZA Y BEATS
La tan esperada ópera El holandés errante de Wagner fue reseñada en este espacio con grandes elogios tras su presentación en Bellas Artes; sin embargo, en el Teatro Juárez la perfección técnica de cantantes y producción no emocionó del todo; sí fue aplaudida, pero con frialdad, casi por obligación . Los tiempos de aplausos de pie y ovaciones, que sí hubo en Bellas Artes, no llegaron en Guanajuato.
De hecho, algunos bromistas coincidieron en que la versión del errante en Piratas del Caribe es más interesante que el montaje romántico con tintes de telenovela a cargo de la nueva administración de la ópera en México y Ramón Vargas.
Un montaje interesante fue El emperador de la Antártida, una ópera bien montada por Hugo Hiriart, pero le pesa demasiado la historia detrás del origen del texto.
El austriaco Viktor Ullmann compuso la obra durante su cautiverio en un campo de concentración y se dice que después de escribirla fue ejecutado por burlarse de Hitler.
No le fue mal, pero el teatro Cervantes lució butacas vacías, lo que demostraba que tampoco había causado gran expectativa.
La noche del sábado tocó al país invitado, Uruguay, que trajo al Ballet del Sodre, dirigido por Julio Bocca, que se presentó con buenos resultados ante el alto nivel técnico de sus bailarines y coreografías contemporáneas.
Pero claro, el tango y los bailes tradicionales de la Uruguay fueron los más aplaudidos por la gente, ante la dulzura y sexualidad de los ejecutantes sin importar que un número parecido se presentará hace unos años en el Palacio de Bellas Artes, en la despedida de Bocca por México.
No puedo dejar de mencionar al músico electrónico Amon Tobin, quien después de cancelar su presentación del viernes por la lluvia, ofreció un concierto gratuito en Los Pastitos, donde con sus beats y proyecciones multimedia, en un escenario modular, capturó a los cientos de jóvenes que visitan el Cervantino en busca de propuestas que, por lo menos, el sábado sí encontraron y disfrutaron entre baile y tequilas, en un gran rave, pero muy ordenado.
UN CERVANTINO EN CALMA
Salvo la cancelación (sin previo aviso) del escritor Juan Villoro dentro del ciclo El Arte de la Libertad, en el auditorio general de la Universidad, que provocó molestia entre la gente que acudió al recinto a escuchar al escritor, el primer fin de semana transcurrió con normalidad y sin sobresaltos.
La gente acudió (sin abarrotar) los escenarios como comúnmente sucede en el Cervantino, la afluencia de jóvenes por las calles guanajuatenses fue aceptable y las plazas se llenaron de mimos, esculturas vivientes del Quijote y hasta Batman; música, cantantes, estudiantinas y las famosas guamayas (tortas típicas) le dieron dura batalla a las pizzas y prevaleció el ambiente único del Cervantino: la fiesta del espíritu que se baño de ópera, música y espectáculos de todo tipo.
El Festival Internacional Cervantino apenas comienza y aún depara muchas sorpresas y secretos por descubrir.
Cartelera
Ute Lemper
- Última noche en Berlín.
- Martes 15.
- 21:00 horas.
Orquesta Barroca de Friburgo
- En tiempos de crisis.
- Jueves 17.
- 21:00 horas.
Murmurs
- Compañía Aurélia Thierrée & Victoria Thierrée Chaplin.
- Viernes 18.
- 20:00 horas.
María de Zayas y su deuda con Cervantes
- Margo Glantz.
- Viernes 18.
- 18:00 horas.
Un programa valioso
El Festival Internacional Cervantino se acerca a la gente y el programa ha funcionado bien al poner en contacto a niños, jóvenes y familias con la Sydney Dance Company, la Orquesta Sinfónica de Pekín o la visita de artistas (como el fotógrafo Rodrigo Albert) al Centro de Reinserción Social para Adolescentes, donde expuso a los jóvenes experiencias de vida para la reintegración social.
El arte entra en contacto con un público nuevo y virgen al que busca impactar y hacer que la cultura cambie sus vidas y por lo menos el comienzo, vislumbra buenos resultados.
vgutierrez@eleconomista.mx