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Estudio Monaleesa aumenta sobrevivencia de 5.5 años para pacientes con cáncer de mama avanzado

Se comprobó un beneficio de supervivencia global (SG) estadística y clínicamente significativo mayor a 5 años (63.9 meses) en las pacientes tratadas con un inhibidor CDK4/6 más una terapia endocrina, explica Viviam Ubiarco, médico internista y directora médica de Novartis México.

Foto: Cortesía.

Foto: Cortesía.

El estudio Monaleesa 2, por primera vez observó, registró y reportó una sobrevivencia global de 5.5 años, la mayor hasta el momento, para pacientes con cáncer de mama avanzado, catalogado como el de peor pronóstico. Esto se logró gracias a la combinación de una terapia dirigida (Kisqali) en combinación con una terapia endocrina (Fluvestrant), con ello se brinda una mayor esperanza a las pacientes, lo que se convierte en más tiempo para convivir con los suyos.

El cáncer de mama metastásico, al ser la última fase (IV) de la enfermedad, tiene un gran impacto en la calidad de vida de la paciente y su entorno, además de un deterioro acelerado de su salud, por ello este hallazgo se vuelve uno de los más relevantes hasta el momento, explica Viviam Ubiarco, médico internista y directora médica de Novartis México.  

Se trata de un inhibidor de la proteína CDK4/6 que actúa en el receptor (HR+/HER2-) lo que bloquea el crecimiento del cáncer, esta es la primera vez que queda registrado en un estudio y se vuelve aún más relevante si consideramos que alrededor del 10.5% de las mujeres con cáncer de mama se diagnostican en esta etapa.  

Ubiarco explica a los lectores de El Economista cómo funciona esta combinación de medicamentos.

“Todos sabemos que el cuerpo humano tiene hormonas, estas son variables dependiendo de la edad y del momento en el que se encuentra la paciente -menstruación, menopausia, etcétera-. Los tumores de mama generalmente responden a hormonas, es decir, son hormonosensibles. Para el cáncer de mama metastásico que responde a hormonas, lo que se busca son medicamentos que eviten la producción de hormonas y por lo tanto reduzcan el tamaño del cáncer, el tumor o las comorbilidades”. 

Lo que se hizo en estos estudios clínicos llamados Monaleesa es probar el tratamiento que ya se conocía y compararlo con un doble bloqueo, por un lado con las hormonas que ya conocemos, más un marcador específico que en este caso es el CDK4/6 y que demostró una sobrevida global de 5.5 años.  

“Cuando sólo dábamos el bloqueo hormonal las pacientes estaban libres de la enfermedad hasta 51.4 meses, cuando se bloquean dos vías la paciente puede estar libre de la enfermedad con una sobrevida global de 63.9 meses, por eso le llamamos terapia combinada”.  

Explica que hasta hace algunos años en oncología lo que se pretendía con un tratamiento era supervivencia libre de progresión, es decir, que el cáncer o el tumor no creciera; como punto dos, calidad de vida, porque los medicamentos no eran tan específicos y los pacientes tenían muchos efectos adversos y como punto tres, la sobrevida global, es decir que no solo no progrese la enfermedad sino que el paciente continúe vivo y viva bien

Hoy con este tipo de terapias se pueden cubrir los tres aspectos. Este tratamiento además es oral, lo que permite la adherencia y el seguimiento de mejor manera.  

“Sabemos que cuando la paciente tiene un tratamiento adecuado, el riesgo de muerte disminuye un 33%, además con terapias dirigidas y un inhibidor CDK4/6 también se retrasa el inicio de quimioterapia hasta 49.2 meses”.  

La especialista comparte que este tratamiento ya se encuentra en sector privado y público a través de todas las instituciones, por lo que la comunidad médica está emocionada pues es la primera vez que un estudio está demostrando que en cáncer de mama metastásico existe la supervivencia global y que debería ser esta nuestra meta en cada consulta. “Con este resultado se busca actualizar además las guías clínicas, para poder permitir que esta terapia esté disponible para más personas”.  

¿Qué es una terapia dirigida? 

De acuerdo con el Instituto Nacional de Cáncer en Estados Unidos (NIH, por su sigla en inglés), la terapia dirigida es la base de la medicina de precisión. Se trata de un tipo de tratamiento del cáncer que actúa sobre los cambios que promueven el crecimiento, la división y diseminación de las células cancerosas. Al reunir más conocimientos acerca de los cambios celulares que causan el cáncer, los investigadores tienen más posibilidades de crear tratamientos prometedores que actúen sobre estos cambios o que bloqueen sus efectos. La mayoría de las terapias dirigidas utilizan medicamentos micromoleculares o anticuerpos monoclonales. 

La doctora Ubiarco explica: “Hoy sabemos a través de la histopatología (diagnóstico), qué tipo de cáncer tiene cada paciente, pues en cáncer de mama hay distintos casos. Sabemos que cuando tenemos una terapia dirigida para ese tipo específico en cuanto a receptores, las células propias del cáncer y los marcadores tumorales que tiene la paciente, tendrá un mejor pronóstico, porque vamos directamente a las células que están haciendo que la persona tenga la enfermedad”.  

En el cáncer y prácticamente cualquier enfermedad, habrá efectos adversos, pero cuando se hace una terapia dirigida al cáncer específicamente, los efectos adversos disminuyen y la seguridad de la paciente es mucho más alta.  

Existe un recurso digital dirigido a las mujeres, pacientes diagnosticadas, sus familiares y cuidadores para que conozcan más sobre el cáncer de mama en etapa avanzada, y así puedan buscar un tratamiento personalizado que mejore su calidad de vida y eleve los años de sobrevida. 

La página es: https://www.eresunica.mx/ 

nelly.toche@eleconomista.mx

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