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Arte e Ideas

Lectura 3:00 min

Expone Marín la muerte de los dioses

No te puedes perder Fragmentos, exposición del joven escultor mexicano Javier Marín que concluye este fin de semana en el museo Dolores Olmedo Patiño.

Fragmentos de Javier Marín es una exposición importante. Primero, porque quien la protagoniza es uno de los artistas jóvenes más importantes del país tiene poco más de 40 años y ya ha participado en eventos internacionales como la Bienal de Venecia, triunfó en la última Bienal de Arte en Beijing y ha hecho decenas de exposiciones individuales alrededor del mundo, algunas en lugares tan remotos como Vilnius, Lituania.

Fragmentos es un triunfo artístico. Javier Marín debería ser aún más famoso y respetado. Hoy es, quizá, el mejor escultor mexicano.

Marín está obsesionado con el cuerpo humano. Usa las técnicas clásicas de escultura. Pero con un aire muy violento.

Imagine rostros de ángeles y de dioses, mirando dolientes como se derrumba su reino, su paraíso. Imagine los restos de un gran imperio asaltado por bárbaros, sus monumentos y templos destruidos.

Imagine que alguien recogió las cabezas, los miembros cercenados, los fragmentos de esa gloria caída. Imagine que los reúne todos en un mismo lugar, como diciendo: Miren, los dioses son reales y también mueren". Así es recorrer Fragmentos.

Cada pieza (las esculturas sobre todo, pero también las estampas y obra gráfica) es el testimonio de Roma y el Renacimiento versión Marín. Uno tiene sueños con esas imágenes. Y no todos son bonitos.

Hay una segunda razón por la que Fragmentos es importantísima: es una exposición creada a partir de ese recurso medio aburrido que es el pago fiscal en especie. Es decir, a partir de obras donadas al país como pago de impuestos.

Normalmente con las obras del pago en especie la Secretaría de Hacienda armaba una que otra muestra en su pequeño museo, ubicado en el Centro Histórico del DF, a las que tenían acceso poco público y que tampoco es que estuvieran tan buenas y bien curadas como para que valiera la pena darse la vuelta. Eran exhibiciones desordenadas e intrascendentes.

Con Fragmentos se inaugura una brillante idea para el acervo de pago en especie: inaugurar salas en otros museos en el país y dar la oportunidad a otros equipos curatoriales de experimentar con las obras. El primero en abrir una galería así es el Museo Dolores Olmedo. Qué maravilla. Para una majestuosa exposición, un majestuoso recinto.

Sólo le queda a Fragmentos un fin de semana de exhibición. No se la pierda. Es una de esas exposiciones que no pueden serle indiferentes a nadie que las visite.

Museo Dolores Olmedo Patiño. Av. México 5843, col. La Noria, Xochimilco. Martes a domingo, de 10 de la mañana a 5 de la tarde. Hasta el domingo 18 de enero.

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