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Jeringas de vidrio prellenadas revolucionan la administración de medicamentos

“Su diseño precargado y sellado de fábrica ofrece múltiples ventajas, convirtiéndolas en una opción segura, precisa y conveniente para una amplia gama de aplicaciones: desde vacunas y anticonceptivos; hasta terapia de reemplazo hormonal y tratamientos para la infertilidad, por citar algunos ejemplos”, dijo el doctor Antonio Luévanos, pediatra infectólogo.

Jeringas prellenadas revolucionan la administración de medicamentos. Foto EE: Hugo Salazar

Jeringas prellenadas revolucionan la administración de medicamentos. Foto EE: Hugo Salazar

Es difícil pensar que una jeringa pudiera ser un diferenciador en la salud de una persona, pero ciertamente lo es; aunque no seamos conscientes de ello, la cantidad de tecnología que hay detrás, hace que podamos tener dispositivos de inyección de alta ingeniería que pueden emplearse para administrar vacunas contra influenza, neumonía, meningitis y VPH; medicamentos para enfermedades crónicas como diabetes y esclerosis múltiple; así como fármacos para enfermedades agudas o que se utilizan en cuidados intensivos.

Con más de 7,000 millones de habitantes en el mundo, el reto que significa preservar la salud no es cosa menor, por eso buscar soluciones constantemente es la meta para algunas empresas. Becton Dickinson (BD) no es la excepción, se trata de una de las mayores empresas globales de tecnología médica y una de sus plantas principales está en México. Para dimensionar su importancia, ellos producen en su planta de Cuautitlán Izcalli el 55% de las jeringas prellenadas de vidrio que se utilizan en todo el mundo.

Son más de 1,400 millones de jeringas prellenables de vidrio al año, si ese número de jeringas fueran formadas una tras otra, lograrían darle la vuelta al planeta, pero más allá de la cantidad, hablamos de la calidad en ellas.

El Economista recorrió la planta y presenció cómo la tecnología que existe en una jeringa por ejemplo, puede impactar considerablemente en la salud de toda una población. Sabemos que una jeringa tiene muchos tamaños, formatos, longitudes, todas estas diferencias dependen del uso que se le da al medicamento, entonces, si la industria farmacéutica avanza, también lo tienen que hacer insumos como las jeringas.

Aunque los inyectores desechables han sido utilizados durante muchos años, desde finales de los años 50 prácticamente, las jeringas de vidrio prellenadas son un desarrollo relativamente nuevo en el envasado y la contención de productos farmacéuticos, podríamos decir que es lo más innovador en el campo.

¿Cómo funciona una jeringa prellenada?

Una jeringa prellenada básicamente es una jeringa que viene con medicamento en su interior y sirve para  tres acciones principales en el sistema de salud, explica Oscar Gamiz, responsable de marketing de sistemas farmacéuticos en BD. Estos son: La autoaplicación, que se traduce en facilidad; seguridad, para la autoadministración; y dosis exactas, que evitan los errores. “Estas ventajas se ofrecen a los pacientes, pero también hay una reducción en los tiempos de preparación para el personal de salud y esto se traduce también en ahorros económicos, por ejemplo, se reduce el 57% del desperdicio del medicamento y bajan los efectos adversos asociados al medicamento”.

Esto se logra gracias a que su tecnología contempla la transformación de una varilla de vidrio de alta tecnología en una jeringa de vidrio prellenable, un proceso de siliconización, en su caso adición de aguja y múltiples procesos de aseguramiento de calidad antes de ser esterilizadas. En realidad caminar por la planta fue realmente ilustrador de los múltiples cuidados que se tienen para la creación de este insumo. Altas temperaturas, mucho personal que vigila el trabajo de las máquinas, un estricto protocolo de seguridad y de higiene que garantizan que el producto final  cumple con estrictos estándares de calidad para su uso avalados por diversas entidades regulatorias como FDA, entre otros organismos.

Tecnología que revoluciona

Las agujas como las conocemos ahora fueron creadas desde 1957 por BD y desde entonces no han parado de innovar de acuerdo a las necesidades de la industria farmacéutica. “Las jeringas de vidrio prellenadas están revolucionado la forma en que se administran medicamentos, incluyendo la atención de la salud de la mujer.  Su diseño precargado y sellado de fábrica ofrece múltiples ventajas, convirtiéndolas en una opción segura, precisa y conveniente para una amplia gama de aplicaciones: desde vacunas y anticonceptivos; hasta terapia de reemplazo hormonal y tratamientos para la infertilidad, por citar algunos ejemplos”, dijo el doctor Antonio Luévanos, pediatra infectólogo.

Aunque en muchos paìses de latinoamérica todavía no permea esta tecnología, se espera que su uso pueda alcanzar a nuestros sistemas de salud y eficientar la manera en que nos atendemos.

 

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Periodista de ciencia en la sección Arte, Ideas y Gente de El Economista. Cuenta con maestría en periodismo sobre Políticas Públicas por el CIDE y es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UVM.

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