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La vacunación infantil se ha visto amenazada tras la pandemia y urge revertirlo

Durante el 19° Seminario Latinoamericano de Periodismo de Ciencia y Salud, que se celebra en Buenos Aires, la doctora María Luisa Ávila Agüero, pediatra infectóloga y exministra de Salud de Costa Rica, reveló que más de 18 millones de niños quedaron excluidos de los servicios de vacunación durante la pandemia.

Foto: AFP

Foto: AFP

Buenos Aires, Argentina.- La pandemia de Covid-19 generó una interrupción global de la inmunización, el esquema de vacunaciones en los diferentes países sufrió una drástica caída. En el 2021 más de 2.7 millones de niños menores de un año en las Américas no recibieron todas sus dosis de vacunas y 18 millones de niños quedaron excluidos de los servicios de vacunación; a casi tres años, los servicios de salud no se han recuperado por completo y de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, la mayoría de niños con “cero dosis” viven en países de ingresos bajos y medianos, aun sabiendo que los quintiles más pobres son los que más ganan con las políticas de vacunación. 

Durante el 19° Seminario Latinoamericano de Periodismo de Ciencia y Salud, la doctora María Luisa Ávila Agüero, pediatra infectóloga y exministra de Salud de Costa Rica, habló de los beneficios socioeconómicos y de salud pública respecto de la vacunación y las amenazas que representa no revertir las cifras anteriores.  

Tan sólo 10 países representan hoy el 59% (14.6 millones de los 24.7 millones) de los niños que no recibieron la primera dosis de la vacuna contra el sarampión. Entre ellos se encuentra Brasil, un caso notable para la región, pues hasta antes de la pandemia el país presentaba altas coberturas a través de su sistema de salud y era un referente.   

Esto complica un escenario “que ciertamente ya arrastraba deficiencias”, asegura la especialista,  pues desde 2006 las coberturas no eran las idóneas, pero que con la pandemia se aceleró el problema. “Lo que hizo la Covid-19 fue darnos un golpe en la cara y decirnos, ´a ver señores, tenemos que voltear a ver la vacunación pues tenemos un grave problema´”.  

Dijo que tampoco estamos vigilando bien, hoy tenemos casos de polio en Brasil y Estados Unidos, estos fueron casos relacionados con la vacunación y los demás países quedaron en medio de eso. También casos de sarampión volvieron en todo el mundo “nosotros los pediatras le tenemos pánico al sarampión, es un enorme riesgo, pero eso se solventa si estamos bien vacunados”. 

Además se han reportado casos de enfermedades que ya no estaban en el radar y que están de nuevo apareciendo. “Difteria, que estaba relativamente controlada, también se ha venido presentando en países como Haití, Perú, Colombia , Brasil”. En casos de difteria los niños que no han estado vacunados lamentablemente mueren, pues ya ningún país cuenta con la antitoxina de difteria que eventualmente salvaba la vida, hay que mandarla pedir a países de la ex unión soviética y eso representa un problema.  

Lugares como Colombia, México, Venezuela y Haití, son países de la región que también aumentaron su cantidad de niños con dosis cero. “Aquí es donde tenemos que trabajar mucho para aumentar estas coberturas, pues las enfermedades infecciosas siempre van a encontrar al niño no vacunado”.      

Introducción de nuevas vacunas

La ex ministra de Salud advierte que el reto que viene no es menor, “¿cómo en medio de todos los problemas de cobertura vamos a introducir una vacuna contra la Covid-19 de manera regular, qué va a pasar con países que no tienen buenas coberturas contra VPH, con vacunas hexavalentes o combinadas que van llegando? Por ejemplo, ya hay autorización para vacuna de dengue, “¿lo vamos a lograr?, esas son las reflexiones de los siguientes años”.  

En contraste se ven retrocesos, en el caso específico de la vacuna contra el VPH, que se ha logrado introducir en 116 países, incluido México, disminuyó su cobertura un 15% desde el 2019. En general los programas logran a nivel global 55% de cobertura para primera dosis y 44% para segunda. En el caso de México va de un 80% a un 20% para la segunda dosis.  

La especialista señaló que se trata de una vacuna que mayoritariamente le salva la vida a las mujeres “y cuando le salvas la vida a una mujer, es igual de importante que la de un hombre, pero en este caso también se salva a la familia, porque en nuestros territorios, la mamá se encarga de los hijos y de la mayoría de las actividades”. Hoy la explicación lógica es porque las niñas ya no estaban yendo a la escuela con la pandemia y la mayor parte de los programas se basan en escuelas, por ello hay que recuperar la cobertura. 

Más desafíos

Ávila Agüero reflexiona que el efecto de las coberturas fue desigual y despertó inequidades entre países, sobre todo en aquellos con mayores rezagos dejando pobreza extrema. “Hoy el reto es hacer actividades de vacunación para identificar a los no vacunados, reducir brechas con datos de calidad, estrategias innovadoras para captar a las poblaciones y eliminar mitos y desinformación, sobre todo relacionados con la vacuna de Covid-19, pues esta afecta a otras vacunas del esquema”.  

Explica que “los reticentes en su discurso dicen estar en contra de la vacuna porque es ´experimental´, pero no dan a conocer toda la ciencia que hay detrás de cada vacuna, también tenemos líderes como Bolsonaro en Brasil, o  Donald Trump en Estados Unidos, que hacen más fácil la desinformación”. 

Dijo que la salud pública se ha politizado y esto se debe combatir, por ejemplo, hay un artículo publicado en Estados Unidos donde encuentra que los republicanos se vacunaban menos que los que son demócratas. “Estamos viendo que esos mensajes proliferan negativamente y por otro lado la gente se cansó y perdió la confianza en sus autoridades con mensajes contradictorios durante la pandemia”.  

Por ello concluye que más que nunca hay que trabajar el cara a cara y toca hacerlo con una sociedad civil organizada “porque en los otros personajes ya no se confía. Tenemos que movilizarnos porque politizar la salud no es una buena idea”.  

“Los grupos antivacunas propiamente son gente que está en contra de todo, por otro lado hay gente que tiene dudas razonables y eso hay que rescatarlo y contestarles a ellos con la evidencia”, desde el punto de vista de la especialista, la buena información salva vidas  y en ese sentido los medios de comunicación y los periodistas tienen una extensa labor.

nelly.toche@eleconomista.mx

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