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Arte e Ideas

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NOM mete en cintura a cirugías vs la obesidad

Dar certeza en la atención del padecimiento, el objetivo.

De acuerdo con las estimaciones de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino (Ensanut) 2016, en México existen 55 millones de adultos que padecen sobrepeso u obesidad, siendo esta última un factor de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2, hipertensión y dislipidemias, enfermedades que generan una alta carga clínica y económica para el individuo y la sociedad.

En el 2008 el sector salud gastó 67,000 millones de pesos en el tratamiento de la obesidad y se estima que en el 2017 este gasto fluctuó entre 151,000 y 202,000 millones de pesos. Además, de acuerdo con la OCDE, se ha mostrado que el tratamiento de un paciente con obesidad mórbida es 30% más costoso que el de un paciente con peso normal.

“Las campañas de obesidad son las más débiles que yo haya conocido. Las campañas contra tabaco o alcohol son un ejemplo para la reducción de consumo de éstos, pero para la comida no existen restricciones y eso hace que el problema continúe”, aseguró el doctor Miguel Herrera, director del Centro de Nutrición y Obesidad del Centro Médico ABC y presidente electo para el periodo 2019-2021 del Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas.

Hoy, ante este grave problema, la cirugía bariátrica se ha convertido en uno de los principales métodos de atención para los mayores grados de obesidad, cuando las modificaciones al estilo de vida, la dieta y el ejercicio no han dado resultados.

Sin embargo, no existían las regulaciones adecuadas para garantizar la seguridad de los pacientes. Por ello, durante el pasado julio, se realizaron modificaciones a la NOM-008-SSA3-2017, para el tratamiento integral de sobrepeso y obesidad, que establece la regulación técnica para la cirugía bariátrica y que tiene como finalidad establecer las características que deben cumplirse para la realización segura y confiable de este procedimiento.

¿Qué cambia en la NOM-008?

La modificación de la NOM incluye cambios importantes como:

•Certificación obligatoria de cirujanos.

•Indicación de cirugía bariátrica para pacientes con obesidad tipo 2 y obesidad mórbida.

•Requerimiento de equipo multidisciplinario experimentado (psicólogo, nutriólogo, cirujano bariatra) para llevar a cabo el procedimiento bajo la indicación del médico tratante.

El doctor Herrera explicó que la parte central a modificar dentro de la norma era regular y ofrecer un marco de referencia para la cirugía bariátrica, ya que el número de pacientes candidatos a una intervención de este tipo se ubicó en el rango de 8% de la subpoblación con obesidad y sobrepeso entre el 2006 y 2012.

Explicó que en sus etapas iniciales la cirugía bariátrica buscaba reducir la longitud del intestino para perder peso, posteriormente reducir el tamaño del estómago funcional, luego se mezclaron ambas para lograr un efecto aditivo. En la actualidad, fundamentalmente se refiere al procedimiento de manga gástrica y bypass gástrico. Éstos son los procedimientos básicos; sin embargo, sus resultados van más allá de sólo la pérdida de peso, “el segundo descubrimiento de la cirugía bariátrica es que, al bajar los pacientes de peso, se controla mejor la diabetes (glucosa), hipertensión, elevaciones de ácido úrico, colesterol, triglicéridos y otras áreas”. Esto es calidad de vida para los pacientes.

Que no quede sólo en el papel

El doctor Nelson Rodríguez, presidente del Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas, aseguró que esta norma debería tener un impacto importante en los pacientes que hoy padecen estas enfermedades; sin embargo, “muchas veces éstas se publican en el Diario Oficial de la Federación y nadie las vuelve a ver, nosotros queremos que lleguen para que se puedan implementar, que la gente las conozca, que se comuniquen”.

Explicó que el marco regulatorio se ha venido construyendo desde hace muchos años, “en nuestro país la cirugía bariátrica se realiza desde hace 25 años , ya hay una experiencia bastante clara, no es nada nuevo ni experimental, la primera Norma Oficial se realizó en 1998 para el manejo de la obesidad y sobrepeso y hasta la fecha continúa así, aunque desde esa época ya se contemplaba que a la cirugía bariátrica faltaba ponerle estructura para la mejor atención de los pacientes”.

Agregó que actualmente hay una iniciativa de reforma pendiente en el Senado, que busca que el tratamiento sea reconocido en la Ley General de Salud”, pues hoy en día no lo contempla, por lo que no hay un acceso generalizado a este procedimiento en todo el país.

Tampoco se cuenta con un registro nacional de pacientes con obesidad, ni de cirugías bariátricas, “son aproximaciones con base en muestras que nos indican que el problema no va mejorando”.

Por último, dijo que falta que la cirugía bariátrica sea incluida en el Catálogo de Residencias Médicas para elevar el nivel de profesionalización, ya que actualmente los residentes médicos se capacitan con sus propios medios sin apoyos del gobierno federal”.

Cofepris emite alerta

Por su parte, la Cofepris informó que ha realizado visitas de verificación a 4,322 clínicas que prestan servicios de cirugía estética y ha encontrado que algunas de ellas no cuentan con autorización sanitaria para prestar los servicios que promocionan, que las condiciones sanitarias no son las adecuadas, que el personal carece de estudios oficiales y de cédula profesional o, bien, que los cirujanos plásticos no cuentan con certificados de especialidad para realizar este tipo de cirugías; una de ellas tiene que ver con el tratamiento del sobrepeso y la obesidad.

La dependencia federal invitó a los pacientes a informarse acerca de los requisitos que deben cumplir estos establecimientos en www.gob.mx/cofepris y, en caso de que no los cumplan, denunciar ante la autoridad a los teléfonos (55) 50805249 y 01-800-0335050.

nelly.tochel@economista.mx

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