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Nuevo reglamento del SNI pretende someter la investigación a la política

Estar sometido a una evaluación política a partir de objetivos gubernamentales, sin criterios científicos, es una locura y no corresponde a lo se hace en ciencia, dice el investigador y economista Martín Puchet Anyul.

La Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), tiene hoy en sus manos el Acuerdo por el que se reforma el Reglamento del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). El documento con 32 modificaciones a diversos artículos, adiciones de párrafos a 8 artículos y la derogación a 27 artículos, está abierto para el análisis y comentarios de los ciudadanos. Desde el 5 de marzo y hasta este domingo 28 sumaban 271 comentarios, muchos de ellos con críticas fundamentadas por parte de investigadores.

La Conamer le pidió al Conacyt, el pasado 17 de marzo en la comunicación oficial CONAMER 21/1271, precisar, aclarar e informar cuantitativamente los beneficios de reformar el Reglamento del SNI.

“La Conamer observa que si bien el Conacyt señala diferentes elementos en torno a las modificaciones al SNI y argumenta que la problemática deriva de diversas áreas de mejora en su interpretación y aplicación, no se detalla puntualmente la forma en que dichas áreas representan un problema”, se lee en el documento.

En entrevista, el doctor Martín Puchet Anyul, profesor-investigador de la División de Posgrado de la Facultad de Economía de la UNAM y miembro del SNI nivel III, comenta en la plataforma de la Conamer que, “si hay cierto sentido común, uno debiera pensar que si existen opiniones diversas y muchas divergentes a la propuesta del reglamento, debiera valorarse que eso va a ocasionar algunos costos regulatorios por el hecho mismo de que las personas que tienen que ver con el objeto del reglamento, no se van a sentir cómodas y tomarán acciones en cuanto se aprobara ese reglamento”.

Dijo no saber hasta dónde este documento tendrá un curso institucional, de manera que la Conamer lo devuelva con observaciones y el Conacyt las pueda sustanciar de manera puntual, “aunque no tengo una visión clara de eso, esperaría que ocurriera algo sensato y fueran tomadas nuestras opiniones”, señaló.

Puchet Anyul, además de ser miembro del SNI, se ha dedicado por muchos años a estudiar las instituciones de ciencia, tecnología e innovación (CTI), incluso publicó una compilación de la legislación referida a CTI posterior a la reforma de 2002, que es la reglamentación vigente. Por ello opina que uno de los temas que más preocupan es el cambio de los objetivos; “el SNI está creado por un decreto presidencial donde se fijan sus objetivos, si estos se van a modificar, de entrada debiera haber un nuevo decreto”.

Lo que se hace aquí, explica, es vincular al SNI, que es un programa de apoyo y fomento a la investigación científica y tecnológica, a objetivos gubernamentales, “este es un problema que causa una situación regulatoria complicada porque al evaluarnos como programa se nos pasa por el filtro de qué tanto contribuimos a esos objetivos, los cuales en su gran mayoría no necesariamente responden a la ciencia que se hace en nuestro país (...) Estar sometido a una evaluación de la política donde no se tiene cómo justificar que cumples es una locura, pero así está planteado desde los primeros artículos del nuevo reglamento”.

Otro punto preocupante para el especialista es que el SNI se amplía a una serie de perfiles que no tienen que ver con la actividad de la investigación, “esto está más claro en el anteproyecto de ley ya circulado de Conacyt donde se habla de un sistema no de investigadores, sino de humanistas, científicos, tecnólogos e innovadores”. Dijo que esto es cargar a un programa específico con otro tipo de responsabilidades para las que no fue diseñado y que tiene complicaciones enormes, pues cada una de esas categorías habría que definirlas en sí mismas y entender qué es lo que se va a promover y estimular.

Puchet Anyul  señaló además que otro tema a considerar es la falta de expectativa que se abriría para las nuevas generaciones con el nuevo ordenamiento: “Después de terminar la educación media superior, para que alguien sea científicamente productivo se tarda entre 10 a 15 años, eso es mucho tiempo y si en el inter de ese proceso un shock reglamentario distorsiona ese proceso la pérdida es grande. Por ello los cambios se deben dimensionar”.

El documento, sin participación plural

Respecto a la participación pública, el investigador asegura que todos los que son afectados por una norma legal, reglamentaria o de menor jerarquía, tienen derecho a participar activamente en aquello que va a regular sus vidas y actividades, este es un principio constitucional y en las declaraciones de los derechos humanos, pero esto se ignora políticamente.

Dijo que, por supuesto, el SNI necesita ser reformado, pero no en este sentido; se requiere de una profunda descentralización y que se multipliquen los científicos al menos diez veces, “esto requiere un programa específico”.

También ha existido una cierta tensión con otras actividades del personal académico, porque muchos de los científicos que se desempeñan en la academia de las instituciones de educación superior, hacen muchas labores no necesariamente de investigación, pero que se traslapan y no son reconocidas, “pero eso no se resuelve mediante un sistema que generaliza a todos los tipos de perfiles y que no define estrictamente a cada uno de ellos”.

Martín Puchet Anyul concluyó que se necesita modificar todo el sistema, pero es una responsabilidad compartida, “es un proceso difícil pero por el que hay que transitar, podemos hacer reglamentos de gabinete y que sean aprobados, pero eso no resuelve ningún problema, es solo la tentación de pensar que cambiando reglas escritas cambiamos realidades, pero eso no ocurre”.

¿Quién es?

  • Martín Puchet Anyul es maestro por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y doctor en economía por la UNAM.
  • Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) desde 1989, donde actualmente es nivel III, y es miembro regular de la Academia Mexicana de Ciencias desde 1997.
  • Campos de conocimiento y líneas de investigación: teoría y método de la economía; las relaciones entre economía y ciencia política; y aspectos institucionales de las políticas de ciencia, tecnología e innovación.

nelly.toche@eleconomista.mx

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