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Creación de empleo tendrá un comportamiento más débil en 2024: Cepal y OIT
Aunque los niveles de ocupación crecieron el año pasado, el ritmo al que lo hizo fue menor al observado en los dos años previos, impactado por una desaceleración en la economía de la región. Este fenómeno podría extenderse a lo largo de este año, advirtieron organismos internacionales.
Las perspectivas para el mercado laboral en 2024 no son del todo alentadoras. La desaceleración proyectada en el crecimiento económico puede ocasionar mayores dificultades para que el empleo asalariado y formal crezca en Latinoamérica, advirtieron la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“El crecimiento proyectado para América Latina y el Caribe, en torno al 2.2% en 2023 y al 1.9% en 2024, implicará mayores dificultades para que la tasa de ocupación siga aumentando, al igual que para el empleo asalariado y formal. Por otra parte, es probable que las tendencias observadas en la composición del empleo cambien y que se observe un mayor dinamismo en las categorías ocupacionales no asalariadas y de servicios”, indican los organismos internacionales en el último informe Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe.
En 2023, los mercados laborales de la región tuvieron un menor dinamismo. Y aunque la creación de empleos se mantuvo al alza, la generación de nuevos puestos de trabajo fue más tenue que en los dos años anteriores.
“El contexto de un menor crecimiento económico marca una diferencia respecto de lo observado en 2021 y 2022, cuando el efecto rebote tras 2020 generó dinámicas más activas de la oferta y demanda laboral. A su vez, se aprecia que las tasas de participación y ocupación estarían mostrando respuestas propias de períodos de crecimiento económico más atenuado, como los que se observaron entre 2015 y 2019”, refiere el estudio.
El año pasado, la generación de empleo se desaceleró en las actividades industriales y de servicios, sectores que concentran el grueso de la ocupación. “Destaca la marcada desaceleración de la creación de empleo en el sector de comercio, que concentra cerca de un quinto del empleo total, frente a lo observado en 2022”.
Aunque el crecimiento de la ocupación centrado en el trabajo asalariado influyó en una baja en la tasa de informalidad en la región, el informe muestra que el incremento del trabajo asalariado fue menor al reportado en 2022.
Por otra parte, la informalidad tuvo un comportamiento heterogéneo por género. En cuatro países (Ecuador, Argentina, Chile y México) el empleo informal de las mujeres tuvo un crecimiento superior al de los hombres. En el resto de las economías, donde el trabajo informal se redujo, fue la disminución se concentró en el empleo masculino, sólo con excepción de Costa Rica y Brasil.
“En los años posteriores a la pandemia se vuelve prioritario retomar los esfuerzos para, por una parte, enfrentar las brechas existentes frente a los niveles alcanzados antes de la pandemia (como las observadas en las tasas de participación), y, por la otra, fortalecer las políticas que faciliten y coadyuven a la creación de empleos formales, priorizando el acceso de los grupos más vulnerables, como las mujeres y los jóvenes, a dichos empleos”, señalan la Cepal y la OIT.
En el caso de México, los últimos datos disponibles de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) muestran una desaceleración en el ritmo de creación de puestos de trabajo. En noviembre del 2023 el mercado laboral mostró signos de debilidad en la generación anual de empleo con 81,657 plazas menos de las creadas en el mismo período de 2022.
Panorama para la Inflación y los salarios mínimos
En 2023, los salarios mínimos tuvieron un mejor comportamiento como resultado de un cambio en la dinámica de la inflación en la región. En 11 de 17 economías de Latinoamérica analizadas, las remuneraciones básicas tuvieron un crecimiento el año pasado.
De acuerdo con el informe, el caso de México es el más destacado, el crecimiento real del salario mínimo fue de 12.6%, en buena medida por su política de recuperación salarial. El resto de incrementos robustos se observaron en Chile (5.9%), Paraguay (5.1%) y Costa Rica (4.5%)
Sin embargo, el comportamiento de los salarios medios fue diferente. A pesar de la desaceleración de la inflación en Latinoamérica, sólo cuatro economías tuvieron un incremento real en sus salarios medios, México figuró nuevamente en esta lista, sólo por detrás de Brasil y superando los resultados de Perú y Uruguay, el resto de los países que conforman el pequeño grupo con resultados positivos.
“Pese a la caída de la inflación, los salarios medios reales muestran evoluciones diversas. De los 11 países considerados con información disponible, siete registran una contracción y cuatro exhiben un aumento del salario medio real (…) las caídas más significativas del salario medio real se observan en Nicaragua (-2.9%), El Salvador (-2.8%) y Argentina (-1.9%)”, destacan los organismos internacionales en el estudio.