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Capital Humano

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Talleres de autoempleo, la fórmula de Reintegra para la reinserción social de jóvenes

Los jóvenes que han cometido un delito menor pueden cumplir el castigo con un taller para el autoempleo en la fundación Reintegra. En muchas ocasiones cuando estos jóvenes buscan corregir su camino, se enfrentan a la falta de oportunidades laborales. Promover el emprendimiento es una fórmula que funciona bien en la organización, pero no resuelve todo el problema. Es importante que las empresas eliminen los prejuicios, una de las razones principales para negar un trabajo.

Taller de panadería de Reintegra.  Foto: Zuleyka Hoyo   EE

Taller de panadería de Reintegra. Foto: Zuleyka Hoyo EE

Reintegra es una fundación en la Ciudad de México en donde los jóvenes de 12 a 18 años que cometieron un delito, pagan el castigo asistiendo a talleres de autoempleo. Si cometió un error en la vida como robar, en la organización tiene la oportunidad de cambiar su realidad.  

Los talleres que pueden cursar los jóvenes en conflicto con la ley son de serigrafía, panadería y gastronomía. En los talleres para el autoempleo la fundación encontró una buena fórmula para garantizar la reinserción social de los jóvenes.  

Antes de aliarse con Toks en 2012 para iniciar los cursos, la organización buscó que las empresas ofrecieran un empleo formal a los jóvenes, pero no funcionó porque algunos eran despedidos por ser impuntuales, dice Jimena Cándano, directora de Reintegra .

En ese punto coincide Gustavo Pérez, director de Responsabilidad Social de Toks. Los jóvenes que se reinsertaron en la sociedad no tenían experiencia productiva. Los talleres en los que se han capacitado 320 jóvenes son una plataforma en la que no sólo adquieren las herramientas para plasmar o hacer un pan, también aprenden a elaborar una cotización, hacer un inventario y trabajar en equipo.  

Pero la falta de experiencia no fue el único reto para Reintegra. Según Cándano, los bajos sueldos en las compañías no ayudan en la motivación de los jóvenes . Cinco de cada 10 trabajadores ganan como máximo 5,301 pesos al mes , con base en cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

“¿Por qué trabajar en tu mundo si gano menos? Se preguntaban los jóvenes. Es horrible, pero puedes ganar más en un semáforo pidiendo monedas, que de abogado. Por ejemplo, los repartidores de comida ganan un salario mínimo y se arriesgan al manejar la moto. Un chavito diario en un semáforo puede sacar 23 mil pesos al mes, que es lo que gana un profesionista”.

Oportunidades laborales vs reincidencia

La fundación tiene 96 por ciento de éxito con los jóvenes que asisten a sus instalaciones en la colonia Guerrero de la alcaldía Cuauhtémoc. Para la directora de Reintegra, en algunas colonias de la capital del país, los delitos son acciones normales. Es importante que las empresas ofrezcan oportunidades a los jóvenes que buscan un trabajo lícito, porque la falta de opciones puede llevar a la reincidencia en esas acciones que son cotidianas en el entorno donde crecieron.

“No hay empresa exitosa con una sociedad fallida. Las empresas podemos y debemos poner de nuestra parte para construir una mejor sociedad”, dice Gustavo Pérez, director de Responsabilidad Social de Toks.

Los jóvenes de Reintegra privilegian ganar bien y no un desarrollo profesional dentro de una empresa. La mayoría creció en un entorno con carencias, el promedio de estudios de los beneficiarios de la fundación es de secundaria trunca.

En la organización están conscientes que el autoempleo se puede convertir en empleo informal. Han logrado que los beneficiarios se dediquen a las actividades, pero también en la regularización de los negocios que emprenden, en sus mejores talleres de serigrafía, aún queda trabajo pendiente.serigrafía, aún queda trabajo pendiente.

Eliminar prejuicios en las empresas

Si una empresa tiene verdadero interés en apoyar la reinserción social cambiará sus políticas de contratación . Antes de 2010 en Ciudad Juárez, dice Jimena Cándano, las organizaciones no aceptaban personas con tatuajes o con un pasado en una pandilla. Cuando se trata de la violencia en la ciudad, los empresarios entendieron, si no les daban las oportunidades a los jóvenes, la única opción que tenía era el crimen organizado. “Ya entendí que la apariencia no define una persona”.

Toks inaugurará el siguiente año dos camiones de comida en Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas y un parque de comida en Tijuana en el que contratarán exadictos y exreclusos. La meta del proyecto es reinsertar a 60 personas por ciudad.

Periodista especializado en políticas laborales, indicadores de empleo, futuro del trabajo, desarrollo de carrera, recursos humanos y salud laboral. Actualmente es editor de Capital Humano.

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