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Brasileños contra argentinos, una historia de desencuentros futbolísticos
El "agua bendita" de Branco, palabras cruzadas entre Pelé y Maradona, batallas campales... y ahora una orden de deportación ejecutada en plena cancha. Los juegos entre brasileños y argentinos, acérrimos rivales, suelen ser bastante más que fútbol.
El "agua bendita" de Branco, palabras cruzadas entre Pelé y Maradona, batallas campales... y ahora una orden de deportación ejecutada en plena cancha. Los juegos entre brasileños y argentinos, acérrimos rivales, suelen ser bastante más que fútbol.
Intrusos en el campo
La última polémica entre dos países que se desvelan por el fútbol ocurrió este domingo en Sao Paulo, en el primer encuentro desde que la Albiceleste venció a la "Canarinha" en la final de la Copa América-2021 en el Maracaná en julio.
El duelo entre el primero, el Brasil de Neymar, y el segundo, la Argentina de Messi, del premundial sudamericano duró apenas siete minutos.
Entonces un grupo de agentes sanitarios brasileños irrumpió en la cancha del estadio Neo Química Arena para deportar a cuatro jugadores argentinos señalados de violar el protocolo anticovid.
Encabezados por su capitán, Messi, los albicelestes regresaron a los camerinos y el superclásico se suspendió.
"Hace tres días que estamos acá. Hubiesen venido el primer día y no así", se quejó "Lio".
Aún no es claro si el partido se reprogramará o si se definirá con un fallo de escritorio.
El bidón de Branco
En el encuentro de octavos de final del Mundial de Italia-90, en el que la Albiceleste de Diego Maradona venció 1-0 a la "Seleçao", el lateral brasileño Branco bebió agua de los bidones ofrecidos por el entonces utilero y masajista argentino Miguel Di Lorenzo.
El zaguero afirmó que luego se sintió mareado y denunció que el agua podría haber tenido alguna sustancia, lo que fue negado por Di Lorenzo.
Años después, en 2004, Maradona avivó la polémica al decir, en un programa televisivo y entre risas, que "alguien" le echó un somnífero al agua, lo que dejó "totalmente boleta (desorientado)" a Branco.
El entrenador de la Albiceleste en esa Copa del Mundo, Carlos Bilardo, negó lo dicho por el fallecido "10".
Choque entre dioses
Para algunos historiadores, la rivalidad entre argentinos y brasileños surgió a principios del siglo XX, en medio de las aspiraciones de ambas naciones de perfilarse como potencias del Cono Sur.
Para otros, se debe a la respuesta de la pregunta ¿Quién es mejor, Pelé o Maradona?
Aunque muchas veces se abrazaron y compartieron sonrisas, los dardos entre el par de "10" fueron una constante hasta poco antes del fallecimiento de Pelusa, en noviembre de 2020.
El campeón del mundo en 1986 le recriminaba a O Rei su cercanía con el poder y aseguraba que él era mejor. "Pelé vive en la FIFA y yo vivo en Dubai", dijo en enero de 2014 luego de que el brasileño recibiera un Balón Honorario.
Y el tres veces campeón mundial aseguraba que el argentino, quien batalló contra sus adicciones, no era un modelo a seguir. "Un mal ejemplo. Fue un gran futbolista, pero desgraciadamente hay que ver lo que pasó con él", sostuvo en marzo de 2009.
Pero Pelé despidió a su competidor por el Olimpo con una cariñosa frase: "Algún día podremos jugar juntos al fútbol en el cielo".
Trifulca en el Mineirao
La policía lanzó gases lacrimógenos, la seguridad privada se encaró con los futbolistas y los deportistas lanzaron cuanto objeto tuvieron al alcance.
Jugadores y directivos de Boca Juniors protagonizaron una trifulca luego de su eliminación en octavos de la Libertadores-2021 ante Atlético Mineiro en julio pasado.
Los incidentes se produjeron luego del encuentro que el Galo ganó en penales (3-1) tras empate 0-0.
Los argentinos estaban furibundos por la anulación de un gol a instancias del VAR.
Tras el pitazo final, los xeneizes intentaron invadir el vestuario local y se produjo la gran trifulca, en la que se lanzaron vallas y objetos metálicos.
Los guardias del Mineiro respondieron, mientras la policía intentaba controlar la situación con gases.
La pelea terminó con los argentinos eliminados y pasando la noche frente a una comisaría.
Batalla en el Morumbí
Los choques entre clubes de Brasil y Argentina suelen estar cargados de un ambiente especial. Pero la final de la Copa Sudamericana-2012 entre Sao Paulo y Tigre entró a la historia porque decretó a un campeón en un partido sin segunda parte.
Tras empatar a cero en Buenos Aires, el trofeo se definiría en el Morumbí. Al minuto 30, el tricolor paulista ganaba 2-0.
Al final del primer tiempo, una discusión entre dos jugadores caldeó el ambiente. Los de Tigre intentaron invadir el camerino local y la policía intervino.
Según los periodistas argentinos en el estadio, los uniformados agredieron al elenco de Tigre, que se rehusó a salir al segundo tiempo.
Pasada media hora de espera, el árbitro dio por finalizado el encuentro y al Sao Paulo campeón.