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Conducta violenta arrastra a Julio Urías a oscuro futuro
Las investigaciones por reincidir en violencia doméstica acercan al pelotero mexicano a una devaluación en su agencia libre e, incluso, una baja definitiva en Grandes Ligas.
Hasta hace unos días, Julio Urías era el prospecto mexicano más interesante en el beisbol de Grandes Ligas (MLB). Algunos analistas incluso empezaban a compararlo con Fernando Valenzuela, partiendo de que ambos brillaron en los Dodgers, pero ahora todas esas conversaciones se arrastran a un oscuro futuro.
Después de que Urías fuera detenido por la policía de Los Ángeles la noche del domingo, acusado de violencia doméstica sobre su pareja (y liberado con una fianza de 50,000 dólares), este martes el Departamento del Sheriff dio a conocer que la razón oficial del arresto fue por “delito grave de lesiones corporales a su cónyuge o conviviente”.
Bajo este cargo, se confirma que el pítcher mexicano volvió a romper la política conjunta sobre violencia doméstica, agresión sexual y abuso infantil que decretó la MLB desde 2015. La primera vez fue en 2019 y le trajo como consecuencia una suspensión de 20 partidos y la inserción a un programa de asesoramiento de 52 semanas.
Pero con lo vivido en estos días, Julio Urías se ha convertido en el primer pelotero en reincidir en contra de esa política de la MLB. En total, 20 jugadores la han roto a partir de 2016 y ocho de ellos ya no recibieron la oportunidad de continuar su carrera en las Grandes Ligas, por lo que es una opción de destino para el mexicano.
La actualización más cercana del caso Urías será el 27 de septiembre, cuando se presente ante la Corte Municipal de Los Ángeles. Por su parte, la MLB ya inició sus investigaciones bajo la visión del comisionado Rob Manfred, quien desde 2015 ha reiterado que no hay flexibilidad en este tipo de actos de los peloteros.
Por lo pronto, algunos analistas han desmenuzado lo que podría ocurrir con la carrera de Urías, quien aterrizó en los Dodgers en 2016, cuando apenas tenía 19 años. Desde entonces, acumula un título de Serie Mundial (2020) con papel titular, además de ser líder de triunfos de la Liga Nacional en 2021 y líder de la estadística ERA en 2022.
La primera consecuencia es de tinte económico. Según medios estadounidenses como CBC y Los Angeles Times, se estimaba que Urías pudiera firmar un contrato de hasta 200 millones de dólares en la siguiente temporada, cuando entre a la agencia libre y pueda enrolarse con cualquier equipo de la MLB.
No obstante, tras la reincidencia en conducta violenta, ese contrato podría devaluarse a 50 millones, apenas una cuarta de la estimación por el buen nivel deportivo y edad (27) que mantuvo con los Dodgers. En esta temporada, el lanzador sinaloense tiene garantizado un salario de 14.25 millones de dólares.
Por otra parte, el abogado de beisbolistas profesionales, Reggie Borkum, comentó a Telemundo que si Urías es declarado culpable encararía una suspensión de entre 80 y 300 partidos por parte de las Grandes Ligas. En el peor de los casos, mencionan otras fuentes en The New York Post, lo orillarían a ser expulsado de la MLB.
Héctor Olivera de los Braves, José Torres de los Padres, Jimmy Cordero de los Yankees, Felipe Vázquez de los Pirates, Trevor Bauer de los Dodgers, así como Sam Dyson, Carlos Martínez y Derek Norris de agencia libre son los ocho peloteros que no pudieron reintegrarse a la MLB tras romper la política de violencia doméstica, agresión sexual y abuso infantil.
El caso de mayor eco fue el de Bauer, excompañero de Urías en Los Ángeles, quien en abril de 2022 recibió una suspensión de 324 juegos por parte de la MLB tras ser acusado de golpear y abusar de una mujer un año antes. Trevor apeló la decisión y la sanción quedó finalmente en 194 juegos, pero en enero de 2023 fue cortado por los Dodgers y actualmente juega en Japón.
Por el contrario, sólo dos de los 20 peloteros que rompieron la política antes mencionada no recibieron suspensiones de partidos: el cubano Yasiel Puig y el dominicano Miguel Sanó entre 2016 y 2018, pero en el caso de Puig, similar a Bauer, ya no fue bien visto en la MLB y poco después tuvo que partir a las ligas de México y Corea del Sur.
En esta temporada, Julio Urías dejó un récord de 11-8 y una efectividad de 4.60 en 21 aperturas, cuando todavía le restaban 26 partidos de fase regular a los Dodgers, vigentes líderes de la División Oeste de la Liga Nacional con 84-52 (antes de abrir la serie contra Marlins el martes 5 de septiembre).
“Si los casos pasados sirven de guía, Urías no volverá a lanzar este año para los Dodgers (…) Independientemente de la decisión del comisionado Rob Manfred, el futuro de Urías está muy en duda. Su excompañero Trevor Bauer ciertamente aprendió que un atleta llega a un punto en el que su conducta anula su talento, en el que el cliente que paga no puede soportar verlo en uniforme, sin importar su valor para el equipo y Urías puede que ya haya llegado a ese punto”, analizó Gabe Lacques, periodista del USA Today.