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Corrupción, ¿una mala costumbre en megaeventos?
Directivos que revenden boletos, gobiernos que están dispuestos a sobornar, cuadros de Picasso que compran un voto, contratos para nuevas carreteras o estadios, personas blancas, negras, asiáticas, árabes, latinas, católicos, protestantes, musulmanes, cristianos.
Lima, Perú. Directivos que revenden boletos, gobiernos que están dispuestos a sobornar, cuadros de Picasso que compran un voto, contratos para nuevas carreteras o estadios, personas blancas, negras, asiáticas, árabes, latinas, católicos, protestantes, musulmanes, cristianos. Ni Dios, ni un país de primer mundo, ni uno de tercero, nadie está exento de la corrupción en el deporte.
El último escándalo estalló hace unos días en Río de Janeiro y el Comité Olímpico internacional (COI) tiene que dar la cara aquí en Lima. Carlos Nuzman, responsable de la organización de los JO del 2016, fue acusado y está en proceso de investigación por la compra de votos para ganar la justa que se realizó hace un año.
Ninguna organización está inmune a los problemas de credibilidad , dijo Thomas Bach, presidente del COI ante el bombardeo de preguntas sobre el último escándalo.
Los dos eventos deportivos más importantes del planeta: Juegos Olímpicos y el Mundial han estado envueltos en actos de corrupción al momento de ganar la sede para organizarlos. Para el ciclo 2010-2022 se han designado siete justas entre JO de Verano y Mundiales, en cinco de ellos sus comités organizadores han sido acusados por recibir dádivas, sobornos, desvío de fondos, peculado (Sudáfrica 2010, Londres 2012, Río 2016, Rusia 2018 y Qatar 2022).
El COI busca implementar una serie de 40 recomendaciones que han hecho grupos de trabajo. Un proyecto que se llama Agenda 2020 y donde uno de los puntos es la buena gobernanza .
Miembros del deporte olímpico han estado involucrados en los últimos cinco años en casos de corrupción: Lamine Diack, expresidente de la IAAF; Patrick Hickey, expresidente de los comités olímpicos europeos fue detenido hace un año en Río por reventa de entradas para los JO, y ahora Carlos Nuzman.