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EU vuelve a mandar ?en la Concacaf
En un partido muy poco brillante, Estados Unidos superó por 1-0 a Panamá. Klinsmann, DT del equipo campeón, valida su proceso
Jürgen Klinsmann ingresó a la cancha sonriendo mientras levantaba su brazo con el puño bien apretado. El técnico de Estados Unidos se sabía pieza fundamental en el título que consiguió su equipo tras imponerse 1-0 a Panamá en la Copa Oro de la Concacaf.
El entrenador alemán tenía doble motivo para mostrarse alegre. El primero, el trofeo que minutos más tarde recibieron sus seleccionados que ya tienen medio boleto para la próxima Copa Confederaciones. Y, el segundo, la manera en que se llegó al objetivo de convertirse en el mejor equipo del área.
Ayer, cuando parecía que el partido tendría que irse a tiempo extra, Klinsmann ajustó a su equipo, miró hacia su banca y llamó a Brek Shea, elemento que ingresó al 67 al campo y que un minuto después se convertiría en el jugador clave de la final.
La jugada se presentó por el sector derecho, sitio desde el que la ofensiva estadounidense mandó el balón al corazón del área, lugar en el que de manera increíble Landon Donovan abanicó una pelota que sólo tenía que empujar a las redes, pero que, para su fortuna, Shea conectó para abrir el marcador.
Apenas superó al arquero panameño, el delantero local comenzó a correr sin ninguna dirección, presagiando un final feliz para él y sus compañeros, mientras que su entrenador, desde un palco en el que tuvo que dirigir por estar suspendido, brincaba eufórico por ver más cerca su primer título al frente del equipo de Estados Unidos, y por la atinada modificación que de manera inmediata los encaminó hacia la Copa.
La anotación de Brek dio sentido a un partido que careció de emociones antes y después de su festejo y que tuvo en un conato de bronca cerca del final sus momentos más interesantes. Pero a final de cuentas ya nada le quitaba la sonrisa a Jürgen Klinsmann, estratega que ansiaba el silbatazo final para abandonar el palco en el que parecía enjaulado y bajar de inmediato a festejar el campeonato.
Sonriente, festejando con la tribuna y sus dirigidos, el director técnico cerró con broche de oro un torneo en el que no supo hacer otra cosa más que ganar y en el que encontró nuevas opciones para disputar el final de la eliminatoria y la Copa del Mundo.
rgs
