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El primer mundo se queda con el pastel

La integración mundial que pregona el COI es sólo a nivel deportivo, las ganancias por publicidad y comercialización van directo a naciones desarrolladas económicamente y el tercer mundo apenas mira los recursos.

La filosofía de una competencia sana y equitativa que caracteriza al movimiento olímpico, parece solamente ser efectiva en el ámbito deportivo y nada más. Pese a que el Comité Olímpico Internacional se ha convertido, además de la mayor instancia rectora del deporte a nivel mundial, también es cierto que ha significado un negocio redituable desde hace muchos años.

No obstante, para ser beneficiado con una parte de los millones y millones de dólares que recibe el COI anualmente por cuestiones de patrocinios, licencias, derechos de televisión, entre otros, no sólo se requiere ser parte de los 205 miembros que conforman la organización, sino también ser una de las naciones primer mundistas con una gran gama de atletas que puedan competir en eventos de la talla de Juegos Olímpicos.

El COI es el principal auspiciante de los Comités Olímpicos Nacionales (CON’s), pues al menos 90% de sus ganancias anuales son repartidas entre sus 205 países afiliados.

Sin embargo, para muchos países lograr recursos provenientes del COI es difícil, pues a decir de Julio Maglione, vicepresidente de la ACNO el dinero se reparte de acuerdo al número de atletas que cada país tiene, es decir, no se puede dar el mismo recurso a un país que lleva a 400 atletas a Juegos Olímpicos que el que lleva a uno, es imposible , dijo a El Economista.

Como ejemplo, los estadounidenses acudieron con una delegación de 589 atletas, y fueron la segunda más numerosa sólo detrás de los anfitriones que participaron con 600 deportistas.

En contraste, países como Nauru y Timor Oriental, apenas llevaron un atleta a la competencia veraniega, mientras que unos 50 países más participaron apenas con entre dos y cinco competidores en total.

Tomando en cuenta esto, es lógico que Estados Unidos logre conseguir al menos el 20 por ciento de los contratos de patrocinio firmados por el COI y 12.75 % de los ingresos de ventas de derechos de televisión de los juegos olímpicos.

Para citar un ejemplo reciente, en los Juegos Olímpicos de Beijing del 2008 la cadena NBC pagó por los derechos de televisión para Estados Unidos 894 millones de dólares, frente a los 443.5 millones de dólares de la Unión Europea de Radiodifusión y muy lejos de los países africanos que en conjunto lograron acumular 39.2 millones por sus contratos con ASBU/ART y SABC o algunas pequeñas naciones asiáticas que en conjunto lograron recaudar 15.25 millones de dólares por los convenios con televisoras como ABU y ESPN Star.

COI y el tema de la comercialización

Por más milagros que uno pretenda hacer, hay países donde no hay posibilidades económicas; eso es muy difícil, sobre todo en países de vías de desarrollo. Por eso buscamos posibilidades de comercialización y tener éxito como en otros países, pero el tema es encontrar el dinero , dijo Maglione.

Es por ello que el Comité Olímpico Internacional ha buscado la manera de hacer de las competencias deportivas, unos eventos redituables el marketing es una herramienta importante para generar ingresos de los Comités Olímpicos Nacionales , dijo a El Economista Tsunekazu Takeda, presidente del Comité Olímpico Japonés (COJ).

De acuerdo con Takeda, hacer buen uso del marketing para comercializar el movimiento olímpico es fundamental para lograr la independencia económica del Comité Olímpico Internacional y así destinar mayores recursos a los atletas para su preparación y dejar al COI con mayores ganancias.

El COI cuenta con cinco programas principales de marketing, las licencias, los patrocinios, la difusión, la oficina de archivo de televisión olímpica y los Comités Organizadores de Juegos Olímpicos .

Según Takeda, de ser trasladado este esquema de marketing a los Comités Olímpicos Nacionales, el éxito comercial del movimiento olímpico a nivel regional sería inminente.

En el periodo de cuatro años que incluye a los Juegos de Turín, más los de Verano en Beijing 2008, el COI recibió 4,000 millones de dólares en concepto de patrocinios y derechos de transmisión, sobre los 3,600 que recibió para Salt Lake City 2002 y Atenas 2004.

Difícil solución

Sin embargo, los mismos países reconocen que la comercialización no es un tema fácil la Asociación de Comités Olímpicos Africanos, todavía no cuenta con los medios que les permitan tener un programa en este rubro , dijo Philipbert S. Browne, presidente del Comité Olímpico de Liberia.

Tiene que haber expertos en mercadotecnia y comercialización, programas de Federaciones que planeen actividades, que haya un programa cuadrianual que sea resultado de la economía; tiene que haber competencia, creo que cada país debería escoger a los patrocinadores y proyectos especializados, tener planes para llegar a un resultado completo , admitió.

Así pues, el panorama para los países en vías de desarrollo en el tema es aún incierto creo que primero tendrán que crecer internamente , sentenció Maglione.

Un caso de éxito

Tras el fracaso de la candidatura de Chicago 2016, el Comité Olímpico Estadounidense se negó a cruzarse de brazos y aprovechó la inercia de su candidatura para explotar la marca olímpica de manera interesante, como lo explica Larry Probst, presidente de USOC, por sus siglas en inglés.

Teníamos dos opciones. Una era recapitular y gritar nuestros errores y la otra era aprender de ellos lo más rápido que pudiéramos. Entonces decidimos seguir adelante y buscamos patrocinadores y contratos con televisoras para transmitir eventos deportivos , dijo.

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