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Estrés impacta rendimiento de hasta 20% de atletas
La tensión de competir en un evento de máxima exigencia, como los Juegos Olímpicos, tiene repercusiones de salud entre el 5 y 20% del universo de deportistas, señala especialista médico, con riesgos moderados y severos.
Estrés, tensión y ansiedad son tres ingredientes que forman parte de la receta de un atleta en Juegos Olímpicos por la emoción de vivir un evento de gran exposición mundial, representando la bandera de su país en el deporte de sus amores.
Pero también son ingredientes que pueden incentivar un momento catastrófico, como una lesión que los margine definitivamente de la competencia o, en otros casos, los haga competir a pesar de un dolor evidente.
Ese fue el caso de la gimnasta mexicana Natalia Escalera, quien decidió competir en el All-Around de París 2024 a pesar de sufrir una ruptura de ligamento plantar en horas previas.
“Puede ser algo de todo, sobreentrenamiento y estrés. Son cosas que uno no se espera porque yo realmente venía sana hasta mi campamento en Madrid, pero uno pone y Dios dispone. Aparte es gimnasia y las lesiones pueden ocurrir en cualquier momento”, comentó Escalera en una conferencia a su regreso a México después de este suceso.
Se estima que el 20% de los deportistas en un evento de máxima exigencia, como los Juegos Olímpicos, tiene una repercusión moderada en cuanto a su desempeño debido a una tensión, ansiedad o estrés. Otro 5% llega a presentar una repercusión severa.
Esta información fue compartida a El Economista por el doctor Érick Ramírez Cruz, especialista en traumatología y ortopedia de la cadena de Hospitales MAC, que cuenta con 20 instalaciones de alta especialidad entre 18 ciudades de México.
“Regularmente en estas competencias la tensión, concentración, fuerza y demanda de energía se lleva al límite. No creo que haya sido un tema de un mal entrenamiento o mal estiramiento, es más un tema de sobreestrés, de llevar al límite esa fascia (plantar) que se llega a romper por la demanda tan alta que se llega a tener en la competencia”, comenta el médico.
Carolina Marín es otro ejemplo en París 2024. La atleta lideraba a España en las semifinales de bádminton femenil cuando sufrió una lesión en las rodillas tras un mal apoyo y un largo historial de complicaciones, entre ellas, una ruptura de ligamento cruzado anterior también en la rodilla derecha en 2019, cuyo proceso de recuperación fue de ocho meses.
Otros casos de lesiones en estos Juegos Olímpicos fueron los de John Cabang, representante de Filipinas en 110 metros con vallas, y Lucia Moris, velocista de Sudán del Sur. La imagen de la africana llamó mucho la atención al caer sobre la pista con claro rictus de dolor luego de sentir un pinchazo en el muslo de su pierna derecha en el primer heat de 100 metros.
“Un deportista de alto rendimiento en unos Juegos Olímpicos, por muy buen entrenador, preparador físico, médico del deporte o nutriólogo que tenga, el factor emocional y psicológico sí puede llegar a afectar el desempeño y desencadenar en una lesión deportiva, llámese pequeña o grande. Hay estudios que hablan de que el factor emocional y psicológico puede llegar a influir en su desempeño y en una lesión”.
Natalia Escalera vivió esa situación pero decidió participar en el All-Around de París. Señaló que era más fuerte su deseo por participar en unos Juegos Olímpicos y por ello tomó esa decisión.
“Sinceramente decidí competir a pesar del riesgo porque uno nunca sabe si son sus primeros Juegos Olímpicos o los últimos. A pesar de todo el dolor que traía, alcancé a disfrutar el escenario y obviamente sentir la energía y buena vibra de la gente me ayudó, ver un escenario tan grande y majestuoso también es un analgésico impresionante que me ayudó a resistir esa ruptura”, mencionó la gimnasta.
Otro caso notorio fue el de Simone Biles en los Juegos Olímpicos anteriores (Tokio 2020), cuando se tuvo que dar de baja de la final de gimnasia femenil por equipos al presentar ciertos mareos y argumentar atención hacia su salud mental.
“El 70% de las lesiones son estiramientos o sobreestiramientos musculares, pero afortunadamente son las lesiones que se tratan de manera más rápida y fácil con manejo conservador, terapia física, algunos medios físicos, antiinflamatorios leves permitidos por el COI y estiramientos”, argumenta el doctor consultado por este diario.
—¿Cuáles son las disciplinas olímpicas con mayores riesgos de lesión?
—“La verdad es que todas tienen riesgos. Si lo analizamos desde la base del entrenamiento, todos los deportistas pasan por una base de fortalecimiento con peso y estiramientos. Una lesión deportiva no tiene que ser precisamente una estructura anatómica rota, la sobrecarga muscular previo a una competencia ya califica como una lesión deportiva. Sin embargo los deportes de contacto, de mucha fuerza aplicada a una extremidad, son los que tienen más riesgo de lesiones graves, como rupturas ligamentarias o musculares”.
El especialista agrega que casos como el de la gimnasta mexicana Natalia Escalera son comunes, sobre todo en competencias que se extienden a una temporada, porque hay atletas que acuden a infiltraciones o tratamientos para reducir el dolor mientras están en finales. Después de eso, acuden con mayor calma a su rehabilitación completa.
“La realidad es que el tema médico, la medicina del deporte, es algo súper importante en el deportista de alto rendimiento. No puede haber deportistas a ese nivel de competencia, como en Juegos Olímpicos, sin un médico de cabecera que acompañe y vigile al atleta para prevenir lesiones. El tema no es tratar las lesiones, en deportistas a este nivel es prevenirlas y orientarlos en el manejo de entrenamientos”, concluye el especialista.
“Actualmente el preparador físico tiene una infinidad de tecnologías para mejorar tanto el desempeño como la resistencia de los deportistas y esto, aplicado a la medicina, al tratamiento antes de y después de, al estiramiento, fortalecimiento y dosificación del deporte es necesario para mejorar”.