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Federer deja a México la promesa de volver
La Plaza México vivió una de las versiones más relajadas de Roger Federer y Alexander Zverev en un partido. El tenista suizo considerado uno de los deportistas más respetados e influyentes del mundo, aseguró que regresará a nuestro país.
La Plaza de Toros México se pintó con luces de color rojo que proyectaban al centro de la cancha la bandera de Suiza, mientras la voz del recinto pidió dar la bienvenida a Roger Federer.
Las 42,517 personas presentes, prendieron las luces de los celulares y no dejaban de corear el nombre del tenista suizo, vestido de verde en honor al color que utiliza la selección mexicana.
Después de dejar sus raquetas en la silla de descanso, Roger dio la vuelta por todo el circuito mientras saludaba y se tocaba el corazón, con una sonrisa que delataba la felicidad que le generó regresar a la Ciudad de México después 23 años.
Digno recibimiento para un personaje que en 2018 fue considerado como una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time y que un estudio de Leader RepTrak lo posicionaron como la segunda persona más respetada en el mundo, sólo superado por Nelson Mandela.
La ilusión y efusividad que representa La estrella del tenis, involucró que los asistentes no controlaran sus emociones y ante un deporte que se juega en silencio, fueron constantes las interrupciones al momento de saque con gritos como: “Te amo Roger” “Vamos Federer” “Cásate conmigo“.
Al terminar el primer set, el espectáculo comenzaba a tener como protagonista a Zverev, quien tomó la ventaja 6-3. Que aprovechó para interactuar con el público y pedir su apoyo.
El desarrollo de Alexander fue tal que ante la potencia de su saque, Federer bromeó con haberse quedado congelado. Inclusive ante la rapidez del tiro de Zverev, Roger no alcanzó a tocar la pelota. A lo que a manera de juego, respondió con un movimiento en cámara lenta.
Broma a la que se unió Alexander, mandando pelotas despacio para que de esa manera Roger pudiera responder su saque. Después de lograr contestar, Alex le respondió con aplausos, aunque después volvió a fallar y el alemán lo regañó entre risas.
Ante los contantes gritos del publico, surgió un “Vamos Rafa”, a lo que Federer con el dedo dijo que no y se señaló a él mismo. Acción que provocó que los seguidores corearan su nombre. Zverev admirando el espectáculo grito “Qué hay de mí” para ganarse una ovación de aplausos.
A partir del segundo set, el partido comenzó a encaminarse a favor del suizo con un 6-4 a su favor. En el tercero, Roger aprovechó para cerrar la exhibición con la intención de hacer disfrutar a los presentes.
Bailó al ritmo de aplausos, dominó la pelota de tenis con los pies, inclusive le regaló su raqueta a un niño ubicado a la zona baja de la plaza, para después cerrar su victoria con un 6-2 a favor.
Al terminar el partido, corrió para darse un prolongado abrazo a Zverev. Para después ser premiados por su participación y destacar la experiencia que significó venir a México.
“Primero que nada, gracias por venir. Que error tan grande haber venido a este país hasta esta edad. Es hermoso, gracias por darme la oportunidad de haber tenido esta experiencia a los organizadores. Aprecio mucho el cariño que me dan y aún sigo emocionado de lo que fue esta increíble experiencia”, comentó para después ponerse un sombrero de charro, mientras la gente cantaba el Cielito Lindo.
Previo a su despedida, la gente comenzó a gritar: ¡Acapulco! como petición de su asistencia al Abierto Mexicano. A pesar de ello, hizo saber lo complejo que es para él, información que reveló desde la rueda de prensa previa al partido.
Aunque dejó la puerta abierta para regresar, aunque sea a un partido de exhibición.