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Grigor Dimitrov: autodisciplina, la mitad del camino al éxito
Ser actualmente el número 16 del mundo y tener como experiencia la tercera mejor raqueta del ranking es un trabajo de disciplina que el tenista búlgaro ha adoptado durante 13 años de carrera. Desde el Abierto de Acapulco narra su trayectoria.
Grigor Dimitrov tiene claro que la mitad del camino al éxito se construye con estructura, autodisciplina y dejando por escrito pensamientos o detalles a recordar.
—¿Cómo se mira esto en tu día a día?
“Con buenos hábitos. Si tienes autodisciplina, siempre estarás bien”, responde el tenista búlgaro desde el Abierto Mexicano de Tenis a El Economista.
“Trato de guardar una buena disciplina. Dormir a tiempo en la noche, levantarme temprano, alejarme un poco del teléfono, empezar bien el día haciendo cosas necesarias, como tomar un café, leer las noticias, darme un tiempo de preparación porque es el 50 o 60% del éxito”.
El método le ha funcionado a Grigor en su carrera tenística de la siguiente manera: tiene ocho títulos en una trayectoria de 13 años. En este mes, se coloca en el número 16 del ranking, su posición más alta y que no había logrado desde octubre de 2018.
Hay más puntos de referencia de su vida disciplinada: en los tres meses que van del 2021, su lugar en el ranking ha pasado por el 17, 19 y 21. Además, si remontamos al periodo entre noviembre 2017 y enero de 2018, logró ser la tercer mejor raqueta del mundo, y desde el 2011, siempre se ha mantenido entre los tenistas Top 100.
—¿Qué método sigues para fortalecer tu mentalidad?
“Leo cosas que me interesan. Aunque sea diferente tipo de literatura. También me apoyo con la gente con la que me relaciono, ya sea familia o psicólogo. Es importante hacer énfasis en la salud mental, también escribo pensamientos o exploro cosas que me fortalecen”.
Precisamente, entre esas cosas que lo fortalecen, la ATP consigna que en su libreta podemos encontrar tres cosas por las que está agradecido antes de irse a dormir. Pero, realmente, cualquier momento es bueno para dedicar una anotación.
“Cuando leo un libro me gusta subrayar las cosas o las escribo. Siempre me enfoco en eso. Es importante escribir cuando pasas por momentos extraños, durante el lunch, la cena, no importa, dedicarle un minuto a lo que la gente te aporta o a todo lo que pienso durante un partido”.
Hace un año, cuando la pandemia iniciaba el confinamiento mundial, Dimitrov hablaba de que los tiempos le invitaban a hacer una reflexión sobre su futuro después del tenis. Miró hacia su fundación para ayudar a niños de Bulgaria y encontró tiempo para estudiar un curso en Harvard Business School.
Dimitrov se ha vuelto una figura importante en su país. En el 2016, le dieron el reconocimiento de ‘ciudadano honorario’ de su ciudad natal, Haskovo y durante la pandemia donó ventiladores al hospital de la localidad.
—¿Cómo has manejado los tiempos entre tus estudios y el tenis?
“Honestamente, fue muy difícil desde el principio. Empecé con buenas calificaciones, pero en cierto punto no tenía tiempo de completar todo. Por supuesto que cuando tengo un poco de tiempo le pongo mucha atención. Pero ya es diferente a lo que hago, ahora estoy más activo. Solía sentarme y estudiar; mi vida cambió en los últimos meses”.
Los patrocinios se sienten atraídos por la imagen de Dimitrov y esto ocurre desde hace mucho tiempo. En el 2014 fue clasificado por Eurosport como uno de los 5 atletas más comercializables de Europa. Actualmente es atleta de la línea Nike court, tiene una raqueta especial con Wilson: Pro Staff v13, promociona la bebida Vitamin Well, está con Rolex y tiene un trato con Haagen-Dazs. “Be different to make a difference” es la leyenda que aparece en su cuenta de Instagram de 1 millón de seguidores.
—¿Cómo manejas tus patrocinios más allá de sólo prestar tu imagen?
“Es algo personal, necesitas conocerte bien, quién quieres ser y cómo quieres que se perciba tu imagen. Lo más importante es que sepas eso de antemano. Siempre he sido una persona que sigue su corazón. Sin eso probablemente no estaría aquí. Busco diferentes capítulos en mi vida”.
La imagen altruista de Dimitrov se fortaleció también el último año, a través de la apertura de Grigor Dimitrov Foundation y ha contado que la razón de apoyar niños nació de una visita que hizo con su madre a los orfanatos de Bulgaria en el 2019. Durante la pandemia, donó ventiladores al hospital en su ciudad natal de Haskovo.
“Acabo de abrir mi fundación de la que estoy muy orgulloso, hago muchos negocios especialmente relacionados con los niños y la educación. Mi camino se ha expandido a lo largo del camino. Tengo muchos amigos que me apoyan y conocen mucho, me enseñan y me hacen mejorar no solo dentro del tenis”.
En su lesión de espalda en el Abierto de Australia de este año, Dimitrov cuenta que fue tan doloroso que no podía ponerse los calcetines. Para animarse pensó en la historia del golfista Tiger Woods, quien pasó por recuperación varias ocasiones:
“Acabé los cuartos de final en Australia y tuve un problema en la espalda. Me acordé de Tiger Woods, lo relacioné y a él lo veo como un extraordinario del deporte”.