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Las estrellas inesperadas de la copa
Aunque llegaban con un bajo nivel debido a la irregularidad en sus clubes, Vargas o Isla, regresarán a sus equipos con un título en la mano.
Desde enero del 2012, cuando Nápoles pagó 18 millones de dólares por Eduardo Vargas, el delantero apenas jugó 28 partidos con el equipo italiano, su participación, ya sea en el Calcio o en alguna de las tres ligas distintas donde pudo jugar, se resume a 744 minutos por temporada, tan sólo en el torneo local, menos de la cuarta parte de los minutos totales.
Fue muy gratificante su desempeño. Nos ha dado la victoria en un partido muy cerrado , dijo Jorge Sampaoli, tras el doblete de Vargas en el partido de semifinales de la Copa América 2015 ante Perú.
Es precisamente en la Roja donde se ha revalorizado el estatus de Eduardo Vargas, el mejor goleador de la era Sampaoli, con 21 goles y se convirtió en el campeón goleador del torneo, también representa uno de los mejores rendimientos individuales del certamen, además fue una de las figuras emergentes de la competencia.
Así, Mauricio Isla, Jeison Murillo, Lucas Biglia y Paolo Guerrero destacaron en la Copa América inesperadamente. El torneo sudamericano dejó a Chile como campeón, un grupo de jugadores que brillaron después de una temporada amenazada y poco protagónica.
La sombra del descenso y luego el éxito
Como Vargas, Mauricio Isla llegó a la copa luego de una temporada inconsistente, llena de cambios de club y en busca de un lugar.
Isla salió en préstamo de Juventus con destino a Queens Park Rangers, ahí, junto a Eduardo, perdieron la categoría a falta de dos fechas para la conclusión de la Premier League de Inglaterra.
Con un total de 27 partidos durante la temporada en el equipo inglés, Mauricio llegó a Chile lleno de dudas, con los cuestionamientos sobre su rendimiento inmediato; pero en tierras sudamericanas emergió aquel lateral derecho que alguna vez llegó a cotizarse en 19 millones de dólares, mismos que pagó Juventus a Udinese, que un par de años atrás apenas había desembolsado 500,000 dólares.
Además de su incursión y peligro por la banda derecha, Isla quedará en el recuerdo de los chilenos por el gol que le anotó a Uruguay, en cuartos de final.
Tanto Vargas como Isla regresarán a sus clubes, Nápoles y Juventus, respectivamente, con un título en mano y el logro de haberse repuesto de la inactividad.
Murillo, la revelación; Guerrero y Biglia, la consolidación
El mejor jugador joven de la Copa América es el mejor ejemplo de un protagonista de origen humilde.
Jeison Murillo dejó a los 19 años su formación en Deportivo Cali, emprendió el viaje al futbol europeo y tras su paso por equipos que luchan por la permanencia en Primera División, incluso en divisiones inferiores (como Granada y Palmas), el defensa central firmó un contrato con Inter de Milán.
A pesar del rendimiento de Colombia, Jeison destacó en Chile 2015 y se convirtió en el único anotador de su selección en la Copa América.
Mientras, Paolo Guerrero consolidó su estatus al ganar por segunda ocasión consecutiva el título de goleo de la Copa América, suceso que no ocurría desde que Pedro Petrone lo hizo en 1923 y 1924. Además, prefiere seguir en el futbol sudamericano -acaba de fichar con Flamengo- que arriesgarse en el futbol europeo, cuando ya tuvo experiencia en el futbol alemán.
Por último, Lucas Biglia le ganó la batalla a Éver Banega y Fernando Gago y se consolidó como el mediocentro de la selección argentina. El mediocampista de Lazio fue uno de los líderes en precisión de pases del torneo, su toque llegó a 92% de efectividad y tras entrar de cambio en el primer partido de su selección y jugar los últimos 10 minutos, Lucas no dejó la titularidad de la albiceleste.
Ante la falta de brillo de las figuras sudamericanas, los futbolistas que protagonizaron la Copa América llegaron de un sector más humilde, inesperado.