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Los méxico-americanos... prefieren ser de EU

¿Por qué eligen los jugadores irse con el rival directo de Concacaf?: proyección internacional, poco espacio en el Tri, mejores opciones de trabajo, posibilidad de llegar más pronto a Europa por visorías

Omar Salgado comenzó el 2011 como una de las promesas, casi figuras, de la MLS. No había pasado un año desde que dejó Guadalajara y Vancouver Whitecaps lo designó como la primera selección global del Superdraft de ese año. El chico, con 18 años de edad, despertó los deseos de México y Estados Unidos, porque aunque nació en El Paso, Texas, sus padres son mexicanos y ya tenía participación con el equipo de Tercera División del rebaño.

Efraín Flores, entonces directivo de Chivas, expresó que Omar era un prospecto a futuro, estaba entre las opciones para suceder a Javier Hernández, incluso por encima de Erick Torres, pero decidió irse a jugar a la MLS y defender la playera de Estados Unidos. Según dijo Flores, un promotor motivó al futbolista para firmar un contrato con la liga norteamericana, por lo que dejó México y los llamados a las selecciones juveniles de México. El caso llegó hasta la FIFA, aunque el organismo le dio libertad al jugador de fichar para el equipo canadiense.

Los recientes llamados de William Yarbrough y Ventura Alvarado a la selección absoluta de los Estados Unidos no deben resultar extraños cuando actualmente en los equipos juveniles de la selección norteamericana hay 18 futbolistas con ambas nacionalidades, la mexicana y la estadounidense.

El jugador chicano es el futuro de este continente , sentenció Hérculez Gómez, un méxico-americano que se formó futbolísticamente en Estados Unidos, pero que hizo carrera en México. El delantero mencionó en una entrevista para Fox Sports que futbolistas como él -con dos nacionalidades- podrían jugar libremente en las dos ligas más poderosas de la Concacaf.

El jugador chicano se cotizará, se le viene un panorama muy amplio. Hay mucho talento; por cada jugador méxico-americano en Primera División, hay 1,000 en fuerzas básicas y ayudan los convenios que tienen los equipos de ambas ligas , añadió.

Motivos para defender al vecino del norte

Hérculez expresó que no se imagina defendiendo la playera tricolor de México, se dice orgulloso de defender a su país; aunque admite que sólo Estados Unidos mostró interés por él.

La justificación parece repetirse en los últimos casos de jugadores que optaron por el vecino del norte, los mismos que agradecieron la convocatoria. Según una investigación del sitio oficial de la MLS, en los últimos 15 años, 75% de los méxico-americanos decidieron jugar como estadounidenses.

La vitrina que ofrece el seleccionado estadounidense es global. La Federación de Futbol de los Estados Unidos ofrece dos giras europeas por año, este mes enfrentará a Suiza y Dinamarca, y en junio -previo a la Copa Oro- viajará para jugar ante Holanda y Alemania.

El equipo de Jürgen Klinsmann tendrá como rivales a selecciones con nivel entre las 30 mejores del mundo, tomando en cuenta el ranking de la FIFA.

Otro factor que impacta es el tema económico y la oportunidad de llegar a ligas europeas. El caso más significativo es el de Omar Salgado, que al término de su primera temporada en la MLS tenía un salario de 90,000 dólares anuales. Además, el nuevo contrato colectivo de la MLS para la temporada 2015 estipula un salario mínimo de 60,000 dólares.

De los 18 futbolistas méxico-americanos que integran las selecciones juveniles de Estados Unidos, la mitad tiene participación o antecedentes en equipos mexicanos. Tijuana aportó cuatro jugadores a la selección Sub-20 norteamericana, además de un par más para la Sub-17.

Pero también Monterrey y Tigres tienen a seleccionados estadounidenses en sus canteras, casos como Benjamín Joya, Marco Delgado y Alexis Velela, éste último llegó a Estados Unidos mediante el programa de residencia de futbol, antes jugó en los equipos juveniles de Pachuca y Rayados.

Incluso, Mario Rodríguez, futbolista de 20 años, juega para el Borussia Mönchengladbach, en su equipo reserva.

Y es que aunque no siempre resulta una apuesta con resultados, la multiculturalidad afecta la conformación de las selecciones nacionales.

Ahora que Omar Salgado regresó al futbol mexicano, espera resurgir y tener actividad con Tigres, para regresar al estatus que lo llevó a que México y Estados Unidos se pelearan por él.

eduardo.hernandez@eleconomista.mx

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