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México, perfecto y semifinalista
Los futbolistas de la Selección Sub 17 dieron una gran actuación en Pachuca, desplegando buen futbol y sacando el carácter. México buscará la final de su Mundial el jueves ante Alemania.
Pachuca, Hgo. De pronto se intercambiaron los papeles, solo por unos segundos, suficientes para liquidar al rival. Francia se animó a atacar hasta el arranque del segundo tiempo, obligando a México a defenderse y buscar hacer daño mediante latigazos. La única ocasión que las circunstancias lo orillaron a hacerlo el Tri dio una cátedra de velocidad y precisión y enterró a los franceses que quedaron eliminados tras el 1-2. Ahora la Sub 17 enfrentará en semifinales a Alemania, el jueves en Torreón.
El equipo de Raúl Gutiérrez buscó proponer todo el partido, desde el arranque, encontrando pronta recompensa al 13, instante en el que Giovani Casillas filtró a una pelota a Carlos Fierro, atacante que contó con la fortuna de que su marcador resbalara, arrastrando el balón a la línea de fondo para luego mandar una diagonal que Julio Gómez dejó pasar entre sus piernas, habilitando a Kevin Escamilla quien con potente disparo abrió el marcador.
El gusto duró poco y casi de inmediato aparecieron los nervios, porque en su primer contra ataque, Francia puso el 1-1 en una escapada de Jordan Ikoko, quien igualó el marcador contando con la colaboración de Richard Sánchez, arquero que regaló su primer poste y terminó comiéndose el tanto.
El trote de los franceses en todo lo ancho del terreno de juego, dando brincos, abrazándose entre sí, frente de los mexicanos, caló hondo en el Tricolor que de inmediato levantó la cara y tras el despiste de Sánchez mantuvo la iniciativa, mientras los franceses se mantenían esperando un descuido, pero para su mala fortuna fueron ellos quienes lo cometieron, en el amanecer del segundo tiempo.
Y es que al 49, Fierro recibió servicio en el costado izquierdo, cambió el ritmo, siempre con el balón en sus pies, dejando por velocidad al zaguero que lo marcaba para finalmente ingresar al área, levantar la mirada y con seguridad prender la pelota con la diestra, poniéndola en el ángulo, haciendo estallar a todo el Hidalgo y a su entrenador, que apretando los puños con los brazos en alto comenzó a saborear las semifinales.
Apenas dimensionó lo que significaba su anotación, la cuarta en lo que va del torneo, Carlitos trotó hacia la banda, con una sonrisa que no le cabía en su rostro, justo frente a sus compañeros suplentes, simuló sacar un arco, tomar una flecha y liquidar a quien se le pusiera enfrente.
En ese momento, a 40 minutos del final, comenzó a palparse la semifinal, a creer con más fuerza que nunca en el grupo que dirige el Potro Gutiérrez, que logró mantener vivo su sueño de levantar la copa el domingo tras pasar dos severos sustos, y de la mano de su arquero, que se reivindicó, cambiándose el traje de villano por el de héroe, al volar de manera espectacular, efectiva, sacando del ángulo un riflazo que ya festejaban los franceses.
Al final, tras el silbatazo, se formó una bolita verde en el centro del campo, con futbolistas con cara de niño y cuerpos de hombre saltando, festejando su gran actuación, saboreando las semifinales ante Alemania, dejando escapar una que otra lágrima.