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Niños que quieren conquistar el mundo

No tienen ni 15 años, pero ya podrán presumir de haberse codeado con los mejores del orbe. La justa que se desarrolla en Rusia es como un campamento de verano para ellos... una experiencia inolvidable.

En las piscinas de Kazán chapotean, ríen, disfrutan. Sus nombres, para algunos casi imposibles de pronunciar, aparecen en las listas de salida. Se divierten. Y cómo no hacerlo si, más que competidores, estos nadadores son unos niños.

Se enfrentan a los más experimentados del mundo y no tienen ni 15 años. Alzain Tareq es una niña de 10 años de Bahrein, Thint Myat de Myanmar sólo tiene 13 y su compatriota Ahnt Khaung Htut, 12. Todos están en Kazán, como si estuvieran en un curso de verano, quieren pasarla bien y disfrutar de los mejores del mundo.

La experiencia lo vale. Si bien dos de ellos están a punto de competir entre el viernes y el sábado, Htut ya lo hizo en la jornada inaugural de la natación en Rusia, aunque quizá su debut en el mundial no fue como hubiera querido. El de Myanmar tuvo que nadar en solitario en las eliminatorias de los 100 metros pecho debido a que los otros dos nadadores que estaban en la lista de salida decidieron no saltar a la alberca.

Estoy orgulloso de haberlo hecho. Tengo experiencia y no me asusté , dijo en una entrevista tras terminar su prueba Ahnt Khaung, quien es el hombre más joven del mundial. El originario de Myanmar es un obsesivo del entrenamiento: tres horas por la mañana y tres por la noche forman parte de su rutina, además de una alimentación sana y un buen descanso... todo lo que un atleta de alto rendimiento debe cumplir.

Acudió a Kazán con un par de objetivos: mejorar sus tiempos y conocer al chino Sun Yang, quien se ha convertido en su ídolo. Como cualquier niño, su enfoque está aún en los estudios y sabe que al regresar a su país, tendrá que ponerse al corriente con el resto de su clase.

En el lado femenil, Alzain Tareq es la nadadora más joven en la historia de los mundiales. A sus 10 años, debutará este viernes en la justa mundial en los 50 metros mariposa y 50 libres y aunque está nerviosa espera superar mis marcas .

Alzain nada desde que tiene cuatro años. Su padre, el ex nadador Tareq Juma Salem, hace las veces de entrenador. Dice que su hija viaja a competencias desde que tenía cinco o seis años, pero ahora, le ha preocupado que la dimensión del evento le rebase y le traicionen los nervios.

Todo mundo le pregunta qué va a nadar, cuántos años tiene. Uno de los entrenadores de la australiana Cate Campbell la interrogó hace unos días. Estoy seguro de que el campeonato mundial será una experiencia inolvidable para ella , admite Salem.

Ya lo ha sido. Incluso Alzain ha dicho estar desesperada por competir y luego regresar a Bahrein y contarles a sus amigas qué se siente ir al Aqua Park de Kazán. Me pidieron que les cuente lo que he visto , admite la pequeña nadadora.

Quizá estos niños no ganen medallas en Kazán, quizá no lleguen siquiera a la final, pero si algo hay en sus brazadas llenas de inocencia infantil es futuro, quizá para Tokio 2020... o quizá para el mundial del 2017. Así es la natación: la estadounidense Katie Ledecky, la rompe récords en Kazán, fue campeona olímpica con 15 años... Hoy, apenas tiene 19 y domina ya las piscinas del mundo.

cristina.sanchez@eleconomista.mx

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