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Seguir a tu país puede ser una pesadilla
Hasta 22 horas por conexiones de vuelo deben esperar los aficionados para llegar a un sitio que está a una hora y media.
Recife, Brasil. El Mundial que se vive fuera de los estadios, en donde todo es una fiesta, ha dejado qué desear por parte del país anfitrión, que a pesar de que mejoró y construyó aeropuertos para recibir el torneo, se ha quedado corto en este renglón, en el que aficionados y medios de comunicación han sufrido para trasladarse a seguir a sus selecciones, o en su defecto, se han tenido que quedar con las ganas de asistir a alguno de los duelos de sus equipos.
El gobierno que encabeza Dilma Rousseff construyó una terminal extra en Sao Paulo, mientras que remodeló las de Recife, Fortaleza y dos más en Río de Janeiro. Si bien lucen como nuevas, de poco sirvieron los 3,000 millones de dólares para aumentar y remodelar sus aeropuertos, incluidos otros que no están en ciudades sede de la copa.
Comprar un boleto para viajar por aire es complicado. Primero, habrá que saber si aún hay algún lugar disponible para el destino al que se quiere viajar y, después, en algunos casos hay que invertir hasta 22 horas en conexiones para vuelos que únicamente necesitan una hora y 10 minutos, como es el caso de la ruta de Natal a Recife, ciudades que están a 286.1 kilómetros de distancia.
Una vez que se fracasa en el intento de comprar un ticket de avión o se descarta tener que estar un día entero en distintos aeropuertos, para completar un vuelo que implica poco más de una hora en avión, la opción que se busca es la de viajar en camión. En el recorrido antes mencionado, se invierten cuatro horas y media por tierra. En este caso, el problema no es la duración del trayecto, sino que las terminales de autobuses tampoco están preparadas para responder a la demanda de los fans y periodistas que cubren el evento.
En Brasil tienen programadas las mismas corridas que ofrecen al público en cualquier época del año en la que no hay un magno evento. Si se tiene la mala fortuna de llegar por un boleto y que ya estén agotados, no hay más que pasar la noche en la central de camiones para tomar la primera unidad que tenga un lugar disponible.
Ahora bien, si se logra llegar a la sede del partido y no se conoce la ciudad, la opción de un taxi, al menos en la sede de Recife, es un duro golpe al bolsillo. Y es que la Arena Pernambuco está a más de 20 kilómetros de la zona hotelera y el camino implica enfrentarse al tráfico, como si se estuviera en la ciudad de México. Al final, se terminan pagando 500 pesos por una hora de trayecto.
Si se trata de aficionados locales, que saben cómo acercarse en metro al estadio, de igual manera se genera un caos, ya que dicho sistema de transporte también carece de trenes, por lo que los traslados a la estación más cercana a la Arena Pernambuco, de donde sale un camión, tienen que comenzar y concluir seis horas antes y después de cada jornada en dicho escenario.
FALTA DE SEGURIDAD ?EN LOS ESTADIOS
A 1 kilómetro de los estadios, los aficionados ya se encuentran operativos policiacos, pero de poco o nada sirven, ya que no se hace una revisión a quienes se dirigen al inmueble ni se les pide que muestren su boleto, situación que ya provocó ayer un incidente en el estadio Maracaná, en el que 300 aficionados andinos sin entrada al partido de su equipo ante España dieron un portazo e ingresaron a la sala de prensa, en donde realizaron destrozos.
En ese renglón, la seguridad de los inmuebles mundialistas desde el miércoles ya ha despertado muchas dudas. Ya en las afueras de los estadios se encuentran dos revisiones, se sea fanático o periodista, pero de igual manera éstas terminan por ser inútiles. Después de pasar por un detector de metal y ser revisado por un policía, seguidores del Tri que asistieron a Natal, al duelo ante Camerún, burlaron al cuerpo de seguridad.
Me metí una botellita de tequila bajo los pantalones y nadie se dio cuenta , dijo Perseo Sánchez, aficionado mexicano que viajó desde el Distrito Federal y quien también se quejó de que una vez que ingresó al estadio tuvo que encontrar su lugar solo, ya que los empleados y voluntarios desconocían cómo estaban distribuidas las zonas de las tribunas. Lo que aplaudió el joven de 33 años fue que en sólo 20 minutos libró las revisiones y ya estaba en su asiento.
Finalmente, aunque fue una deficiencia que le ayudó a una de sus amigas, Perseo comentó que en ningún momento le revisaron el nombre de su entrada al partido, situación que permitió que una de sus acompañantes ingresara al duelo con un ticket que pertenecía a un hombre. Además, Sánchez presumió que uno de sus amigos ingresó una computadora en su mochila sin que nadie se percatara que la llevaba.
Aun cuando todavía no se cumple ni la primera ronda en Brasil, ya han existido muchas quejas y problemas para desplazarse a las distintas sedes del Mundial, mismo que en este renglón quedará muy rezagado de los países que en el pasado recibieron a prensa y fanáticos de todo el mundo.
NOS FALTA MEJORAR: FIFA
Los servicios de los estadios de la copa del mundo aún no alcanzan el denominado estándar FIFA, pero están mejorando paulatinamente, manifestó el jueves el director de Marketing del ente rector del futbol mundial, Thierry Weil. Están mejorando día a día con el apoyo de los socios y pensamos que han habido mejoras , declaró.
En algunos partidos, como en el duelo entre Brasil y México jugado en Fortaleza, hubo largas colas en los intervalos en los bares del Estadio de Castelao. También ha habido quejas por la falta de alimentos y bebidas en algunos estadios.