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Serie Mundial: la data aún no gana por sí sola
La tradición todavía no muere frente a las estadísticas avanzadas en el beisbol. La postemporada 2021 de Grandes Ligas rompió estereotipos pero el factor humano sigue siendo clave.
Juego 5 de la Serie Divisional de la Liga Nacional. Los Ángeles Dodgers necesitan ganar a como dé lugar para continuar con la búsqueda del bicampeonato de la MLB. Se anuncia que el pítcher mexicano, Julio Urías, será el responsable de abrir en lo que será uno de los retos más importantes de su carrera, pero apenas unas horas después, el manager Dave Roberts cambia de decisión y lo sustituye por Corey Knebel. Críticas e insultos no dejan de llover sobre Roberts, pero el cuestionamiento más fuerte va por otro lado: ¿la sabermetría ya se adueñó del mando en el beisbol?.
“La gente que cree que son decisiones locas, que no se están tomando correctamente, es porque no conoce la teoría. Es muy fácil demostrar matemáticamente por qué lo que están haciendo los managers maximiza las probabilidades de victoria. Esta caravana de relevistas la vimos en esta postemporada, donde la mayoría fueron juegos cerrados, como de ajedrez. Cuando tienes que ganar el juego haces toda la estrategia tratando de maximizar cada una de las posibilidades”, explica Tadeo Varela, especialista en análisis de estadísticas del beisbol de Mariachis de Guadalajara y con experiencia en la selección mexicana en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Varela parte su análisis para El Economista explicando que hay un enfoque erróneo en la sabermetría: “En Estados Unidos ahora simplemente se le llama análisis estadístico. No me gusta diferenciar entre nueva y vieja escuela, el beisbol sigue siendo el mismo, cambian las estrategias pero es porque ahora hay más datos. Si esto hubiera estado disponibles antes, también se hubiera hecho el cambio. Mucha gente dice que es un cambio de paradigma como si ahora se quisiera jugar otro beisbol y no es cierto, es simplemente que ahora se tienen datos diferentes”.
Señala que, en efecto, hubo más movimientos de abridores por relevistas en la reciente postemporada, pero todo derivado de los departamentos de análisis estadístico, que ya están presentes en todos los equipos de Grandes Ligas y en los que mínimo hay 10 personas entre matemáticos y otros especialistas. Aunque ellos han ganado cada vez más peso, la voz del manager sigue siendo clave.
“El rol del manager sigue siendo el mismo: ser la cara y líder de un equipo y eso tiene diferentes tareas. Una es generar un muy buen ambiente de trabajo al interior del club house, armonía entre todos los peloteros; tomar decisiones que favorezcan a tener más posibilidades de ganar, pero ahora todo eso es asistido por un staff multidisciplinario y por un cúmulo de números e información que ayudan a tomar mejores decisiones. No quiero decir que todas sean acertadas, pero lo que te da este material es que te ponen en una posición mucho más favorable”, define Gabriel Medina, director deportivo de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) y que ha presenciado tres Series Mundiales, incluida la más reciente en el título de Braves sobre Astros.
Los managers de esta serie, Dusty Baker (Astros) y Brian Snitker (Braves), entraron en la historia como la dupla de mayor edad combinada en una Serie Mundial, al sumar 72 y 66 años, respectivamente. Eso generó morbo sobre qué tanta modernidad y sabermetría podían manejar en el rendimiento de sus equipos, pero la respuesta se dio al posicionarse como los mejores de la temporada.
“Obviamente son managers muy mayores que mucha gente esperaría que no fueran tan seguidores de las nuevas tendencias, pero eso es todo lo contrario a lo que vimos. Revisando estadísticas, solo un lanzador completó la serie de entradas, nadie llegó a la sexta excepto Max Freid (en el Juego 6), numerosos shifts defensivos y todo tipo de estrategias. Atlanta es el equipo campeón con la mayor tasa de carreras anotadas por cuadrangular, vimos un cambio de paradigma”, describe Tadeo Varela.
Pero además de estadísticas, Baker y Snitker manifestaron su buen manejo de grupo y toma de decisiones, algo que las máquinas no pueden dar: “Aportaron contundencia en las decisiones. No les tembló la mano para traer de emergente a Zack Greinke o para quitar del rol de abridor a José Urquidy en Astros, por ejemplo, o en Atlanta, para hacer ajustes en una rotación que se truncó con la salida de Charlie Morton. Permanece el don de mando y liderazgo. En una junta previa el staff los abastece de información y una vez que se lance el playball serán los coaches los que tengan comunicación con el manager, pero al final el que tiene la última palabra es el manager y nadie más”, afirma Gabriel Medina.
¿Qué porcentaje del título de una Serie Mundial se le puede atribuir a las estadísticas especializadas?
“Es un tema multifactorial y considero que esta información sabermétrica tiene un porcentaje de alrededor del 33%, porque agregaría 33% al talento de cada uno de los jugadores y otro 33% a la toma de decisiones acertada con base a la situación del juego. Por ejemplo, saber si un pelotero pasó una buena noche, un problema familiar, de salud, nerviosismo, pánico escénico, ese tipo de cosas no te las da la estadística”, señala el directivo de la LMB.
Los especialistas destacan que el análisis de data se reflejó más en esta postemporada en los cambios de lanzadores, las formaciones especiales o shifts, el escaseo de robo de bases y en el manejo del bullpen. Indican que el uso de las estadísticas específicas no es algo exclusivo de este año, aunque sí resaltan las situaciones mencionadas.
“El año 2002 fue el parteaguas donde se hizo público que un equipo estaba utilizando análisis estadísticos para tratar de sacar ventaja, hemos visto desde entonces que paulatinamente se han hecho estos cambios, se han ido maximizando la cantidad de decisiones que se pueden alterar. La utilización de los lanzadores sí es algo que se acentuó mucho este año y que todavía era un poquito de tabú. Los managers no tuvieron ningún remordimiento o compasión de retirar lanzadores y vimos que estos lo aceptaron bien. Hace 20 años quitar a un lanzador hubiera sido un conflicto que le hubiera quitado el cargo al manager y el público hubiera crucificado a la directiva”, menciona Varela.
Específicamente sobre los cambios en los lanzadores, el analista de Mariachis de Guadalajara señala que se deben a que ahora se cuenta con una infinidad de detalles precisos que revelan qué pítcher es mejor para determinado bateador, algo muy diferente a hace algunas décadas, cuando la decisión solo se tomaba en saber si el rival era zurdo o derecho.
“El beisbol se ha convertido en un océano de estadísticas, por eso ahora no hay solo un analista, sino un equipo que debe perfilar a qué información le va a dar prioridad. La decisión empieza por ver si es zurdo o derecho, después, estudiar enfrentamientos individuales, cómo le ha ido a esos bateadores contra el repertorio del pítcher. Tercero, sabiendo cuáles son las tendencias de los bateadores, de qué lanzamientos parecen ser más vulnerables, y otra variable es cuántas veces quieres que ese lanzador se enfrente contra ese line up”.
Los Braves tenían 0.3% de probabilidades de ganar la Serie Mundial en julio, de acuerdo con cifras de Fangraphs, sin embargo, el campeonato llegó gracias a la combinación óptima del análisis de estadísticas y el empuje de emociones del manager y demás cuerpo técnico.
“Vemos managers con influencia en saber motivar y ahí te das cuenta que no todo es estadística, ves el factor humano que se evidenció en esta Serie Mundial con unos Braves que regresaban, estaban enfocados en su meta y por otro lado los Astros, porque no puede haber otro equipo más abucheado en MLB y trajeron a Dusty Baker porque sabían que podía aguantar críticas, gritos e imprimir esa atmósfera de seguridad en el club house. Son equipos que vinieron contra todos los pronósticos, supieron remontarse y eso es importante, el ánimo del logout, transmitir ese espíritu victorioso, esa parte psicológica que no se puede cuantificar pero sí afecta el juego”, concluye Tadeo Varela.