Sí, Paola, tú nunca dejas de soñar...

Río de Janeiro. Contracturas, desgarres, calambres, contusiones, hematomas, luxaciones, subluxaciones, meniscopatías, bursitis, tendinopatías, tendinosis, fracturas, fisuras, periostitis, esguinces, magulladuras, fisuras metacarpofalangicas, pulgar de esquidor, gangliones, síndrome del túnel carpiano, pata de ganso. Cabeza, rodilla, tobillo, pies, columna, cadera, codos. Ser clavadista no es fácil. Ser clavadista por 20 años ya te imaginarás.

Ojos cristalinos. Rabia. Melancolía. Lágrimas tratando de sostenerse con violencia a los ojos, como intentando no irse. Caen. Ruedan.

Para personas que se preocupan de si acomodan de una u otra forma el dedo meñique del pie , fallar, un error, una equivocación es una tortura y si es ajena, ya te imaginarás.

Paola Espinosa se fija en esos detalles más minúsculos. ¿Sus últimos Juegos Olímpicos? Quizás. Pero no le hables de eso, porque se enfada. Hace unos días le cuestionaron y se golpeó la cabeza con la mano y dijo... les agradezco que se preocupen por mí... pero cuando eso suceda yo les diré .

Ayer, cuarto lugar. Rabia. Crítica. Jueces. Cuando la apreciación define las cosas, el resultado puede ser cualquiera. Ella lo sabe. Después de cuatro, Juegos Olímpicos entiende esa dinámica. ?Pero ni eso hace que esté satisfecha y llora.

Le duele por ella, pero también porque siempre ha sido muy agradecida a los suyos. Debes cumplir con tu lealtad y ética. La gente que apuesta por ti merece tu lealtad en todo momento . Su familia, su mánager, sus amigos.

Si los éxitos sólo se midiera por medallas, Paola ha fracasado. Y no sólo ayer, muchas veces. Pero justamente eso la ha hecho la mejor clavadista que México ha tenido en toda su historia. Lo ha intentado tantas veces que no tendría que reprocharse y lo hace. Me da coraje no estar en el podio .

¿Qué es Paola Espinosa? Son 40,000 horas de entrenamiento durante toda su vida. También es mirarle los ojos cristalinos, la voz que se hace un terremoto cuando se le quiebra, es verle la nariz roja y pasar saliva. Es recordar cuando ha dicho: ya lo he ganado todo, lo que me he propuesto lo he conseguido y luego ir al presente y verla llorar. Es también su madre diciéndole, te amo mi amor . Duele perder cuando eres una ganadora.

No es fácil mirar a alguien que siempre sonríe, que sus ojos se convierten en cascadas.

Que sea la vida la que me diga si puedo o no ser tres veces medallista . Eso comentó en entrevista justo antes de viajar a Río. La respuesta la tenemos. Su mánager Claudia Ruiz la define: Nunca he conocido a nadie como ella .

Paola tuvo dos rondas preliminares de terror y un primer clavado que la mandó a los últimos puestos en la final. Luego inició una remontada bestial. Hasta tener a millones de mexicanos con la tensión de si ocurría o no esa tercera medalla.

Paola ha sido fuerte. Ha golpeado su cuerpo contra el agua miles de veces. Quizás más de un millón en toda su carrera. Las rodillas, los tendones, la columna, el cuello se le han hecho débil. Nuestra mejor clavadista lo ha resentido después de Londres 2012: lesiones, recaídas, malas sensaciones, malos resultados. Y cuando todo parecía una catástrofe en Río, lo volvió a intentar. Me siento mal por mí, por mi sueño, por el trabajo de todo mi equipo, por mi entrenadora Ma Jin .

Es verdad, Paola no lo dice, pero si esto fuera de sensaciones, da la impresión que han sido sus últimos Juegos Olímpicos. Ha participado en 10 pruebas olímpicas, con dos medallas y cinco top 5. Sin deudas que saldar.

-¿Por qué no puede controlar las lágrimas?

La respuesta quizás está hace algunos meses. Siempre he dicho que un sueño individual se convirtió después en un sueño familiar y de ahí pasó a otro nivel. Cuando ganas tus triunfos los hace suyos el país y eso me llena de orgullo .

La misma tarde en las redes sociales le agradecieron infinitamente , intensamente lo que ha dado. Cariño en 140 caracteres. Más de 40,000 tuits con la palabra gracias .

Paola fue la clavadista de mayor edad en Río. A sus 30 años compitió con chicas de 15, 17 y 22 años. Alguna vez fue al revés.

Antes de viajar a Brasil una pregunta: -¿Paola, qué te hace mantener la ilusión?

-Es algo que debe existir todos los días. Sin ilusión no superas esos momentos difíciles como el que no te salga un clavado, el que tengas una lesión, un mal día de entrenamiento.

Y no basta eso. A decir de ella, es importante cuidarse en lo físico, los entrenamientos, legalmente, fiscalmente, cumplir tus compromisos comerciales, con las marcas, tu cuerpo. No rendirse nunca. Jamás.

Una de mis frases preferidas que siempre le digo a la gente es que nunca dejes de soñar . No es una frase, es una filosofía que mantuvo hasta el último clavado.

Sí, lo intentó hasta el límite.