Una niña que se obligó a madurar

La vida está llena de momentos que llegan y se van... Instantes que definen el rumbo que tomará nuestra vida. Así lo asumió una niña que apenas a sus nueve años encontró en una alberca y una plataforma su vocación.

Aunque pocas personas tienen claro a esa edad lo que quieren hacer el resto de su vida, para Alejandra Orozco decidirse por los clavados fue sencillo. Un día, justo en el instante en el que el destino le ofrecía practicar gimnasia, la pequeña atleta decidió que brillaría en el deporte y que lo haría saltando desde un trampolín.

El futuro no tardó en alcanzarla y cumplirle sus sueños. Apenas seis años después de haber optado por los clavados, Ale festejaba sus 15 años de manera poco convencional: en el podio de los Juegos Olímpicos 2012 con una medalla de plata pendiendo de su cuello y junto a la atleta que por años admiró: Paola Espinosa.

Instantes... Alejandra Orozco tuvo que renunciar a su niñez de manera repentina y adoptar una rutina que incluye 10 horas diarias de entrenamiento y una alimentación en la que predominan las proteínas; se vio obligada a madurar. Sabe la juvenil clavadista que todo ha pasado muy rápido.Hoy a punto de participar en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Nanjing 2014, la tapatía quiere ser la misma que hace años se entrenaba como cualquier otra atleta en el Code Jalisco, pero ese deseo luce imposible, cuando ahora todo lo que hacía por diversión a sus nueve años es ya un trabajo.

Si algo ha marcado la vida de Alejandra fue la Olimpiada Nacional del 2009, y es que en ese evento conoció a Paola Espinosa era mi ídolo, quería ser como ella , comentó hace unos años en una entrevista con el periódico El Informador.

La clavadista comenzaba a despegar cuando ya estaba representando a México, y al conseguir su pase al Mundial Juvenil de Australia en el 2010 se catapultó al equipo mayor con el que se afianzó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Así, un día del 2011, Orozco fue invitada a hacer una serie de clavados sincronizados con Espinosa en la Copa del Mundo me dieron esa oportunidad por algo y la tenía que aprovechar , ha dicho la clavadista.

Su disciplina, entrega y talento rindieron frutos cuando un año después viajó a Londres a competir en sus primeros Juegos Olímpicos, haciendo pareja con Espinosa y subiendo al podio a colgarse la plata.

Los Juegos Olímpicos (de Londres 2012) fueron lo mejor que me ha pasado, una competencia que disfruté mucho; hubo sacrificios pero valieron la pena, no cambio lo que pasé antes de los Juegos Olímpicos , expresó.

De ahí provino su mayor fama. En el 2013 consiguió dos medallas en la Copa del Mundo: bronce en Edimburgo y plata en Guadalajara, además de ser la máxima medallista jalisciense en la Olimpiada Nacional del 2013, al ganar siete preseas de oro y una plata.

Hoy la clavadista, quien fue la abanderada para Nanjing 2014, es la atleta más experimentada que participará en la justa olímpica juvenil y ha aceptado que su mayor deseo es subir al podio.

En Singapur, en el 2010, fue en donde comencé este sueño de ver a Iván García participar y luego ganar una medalla, y me dije que algún día me puede tocar representar a mi país y ahora ese momento ha llegado , expresó la clavadista, quien sigue soñando con volver al podio y con seguir sumando instantes, los mismos que le han dado la gloria y sus mayores alegrías.