WTA reforma calendario con meta en paridad económica

La Asociación de Tenis Femenil (WTA, por su sigla en inglés), la organización más importante a nivel mundial de este deporte en su rama femenina, presentó su nuevo calendario para 2024, en el que se incluyen modificaciones en extensiones y fechas de los torneos con el objetivo de alcanzar la paridad de premios con la rama varonil en un plazo de cuatro años.

“Uno de los principales pilares de la estrategia incluye la creación de un camino hacia la igualdad de premios en metálico, un objetivo previsto hace 50 años cuando Billie Jean King fundó la WTA. Este aumento ocurrirá con el tiempo, para garantizar que los cambios sean sostenibles para las jugadoras y los torneos a largo plazo, con eventos WTA 1000 y 500 combinados obteniendo el mismo premio en metálico para 2027 y eventos WTA 1000 y 500 de una sola semana para 2033”, dice el comunicado.

La ruta para alcanzar esto, de acuerdo con el comunicado del 27 de junio de la WTA, consiste en los siguientes pasos: impulsar el atractivo del tenis femenil en todas las regiones del mundo y a lo largo de todo el año para detonar el producto comercialmente y que eso se vea en la retribución a las tenistas.

En ese sentido, el primer punto es establecer un WTA Tour (como se le denomina a la temporada de enero a noviembre) que muestra a las mejores jugadoras en los mejores eventos, al mismo tiempo en que se les proporciona una estructura para de movilidad y oportunidades de crecimiento. Un ejemplo es la vinculación del WTA 500 de Monterrey con el US Open con una semana de distancia y una geografía cercana entre México y Estados Unidos.

El segundo punto aspira una gira con una fuerte narrativa a lo largo del año, “ofreciendo los mejores partidos y rivalidades, contando la historia de los viajes de nuestros atletas a la base mundial de fanáticos”.

Eso dará como resultado el punto tres, que propone un WTA Tour “que facilite la aceleración del crecimiento comercial de la WTA y proporcione un modelo económico sostenible para torneos y jugadoras”, con derramas económicas y acuerdos de patrocinios millonarios que permitan elevar las bolsas de premios.

Una de las intervenciones al calendario apunta a los torneos WTA 1000, que en jerarquía sólo están debajo de los Grand Slams. Estos certámenes aumentarán a un total de 10 con varios en transición a dos semanas de duración y, con eso, sorteos más grandes, como Roma, Madrid, Beijing, Cincinnati y Toronto, además de los míticos Indian Wells y Miami. Habrá eventos WTA 1000 adicionales de una semana en Doha, Dubai y otra sede por confirmar.

“Las nuevas reglas de ingreso de jugadoras garantizarán una presencia constante de las mejores atletas en estos eventos premium durante todo el año. El aumento en los torneos WTA 1000 de dos semanas, combinados con los de la ATP (circuito varonil), demuestra una alineación más clara en ambas giras”, reitera el comunicado.

Respecto a los torneos WTA 500, los que siguen en jerarquía a los 1000, el primer cambio es un aumento de 12 a 17 a partir de 2024, dando cabida a plazas como Monterrey y Estrasburgo, que tenían certificación para nivel WTA 250 y sólo permitían la participación de una jugadora rankeada en el top 10.

Los torneos WTA 500 contarán con “varias adiciones estratégicas” y menos superposición en el calendario, junto con nuevas reglas de entrada para mejorar la calidad de los campos de jugadoras, como el no tener limitantes para invitar a las clasificadas en el top 10, augurando mayor atractivo para las ciudades organizadoras.

En un escalón más abajo, los torneos WTA 250 tendrán un enfoque regional más fuerte para crear un modelo comercial más sostenible y viable que ayude a forjar a la próxima generación de estrellas, mientras que los de categoría WTA 125 se expandirán a más de 40 fechas en los próximos años, también como una forma de incentivar a tenistas jóvenes.

Estrictamente en la parte económica, estos son los cambios más notorios del nuevo calendario de la WTA: el aumento de 34% en el prize money de cada torneo de nivel 250 entre 2023 y 2033; así como un prize money igualitario en eventos combinados con varoniles de nivel 500 y 1000 a partir de 2027 y en los no combinados a partir de 2033.

“Cincuenta años después de que las jugadoras encontraran fuerza en la unidad, estoy orgullosa de que la WTA siga siendo un líder mundial centrado en brindar oportunidades. Espero que las mujeres en otros deportes y ámbitos de la vida se sientan inspiradas por su ejemplo”, dijo la fundadora de la WTA, Billie Jean King.

A finales de abril de este año, la tenista polaca Iga Swiatek, número 1 del ranking mundial desde hace varios meses, puso sobre la mesa el tema de la desigualdad de premios entre mujeres y hombres luego de recibir una cifra equivalente a casi la cuarta parte de lo que ganó Carlos Alcaraz en torneos del mismo nivel (WTA y ATP 500).

“Sería bueno para nuestro deporte si fuera igual porque hacemos el mismo trabajo. Hay gente que dice que el tenis masculino es más bonito y que pueden hacer más porque son física y biológicamente más fuertes. También había gente hace años que decía que la WTA no era consistente y que éramos una vergüenza, que deberíamos jugar mejor, pero ahora yo creo que somos incluso más consistentes que los hombres”, subrayó Swiatek.