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Y nos enfilamos, una vez más, al fracaso

El equipo dirigido por Miguel Herrera mostró que no es candidato al título de la Copa Oro; mientras que el DT encontró, como ya es costumbre, excusas para el funcionamiento.

La Selección Mexicana tocó fondo en la era de Miguel Herrera. El Tricolor fue un desastre y no pudo pasar del empate 4-4 ante Trinidad y Tobago, representativo que se quedó con el primer lugar del Grupo C, relegando al cuadro azteca a la segunda plaza, posición que le obliga a jugar el próximo domingo ante Costa Rica en los cuartos de final de la Copa Oro.

Los reclamos del Piojo Herrera hacia los árbitros al final del partido fueron igual de ridículos que el festejo de sus dirigidos, cuando parecían que rescataban la victoria, aún sin merecerlo, con un autogol Kenwyne Jone, quien al 90 estaba dejando las manos vacías a sus compañeros, tras el gran segundo tiempo que habían dado, exhibiendo a la zaga mexicana. Pero no. Anoche el futbol fue justo y en la última jugada del compromiso, en el cobro de un tiro de esquina, Yohance Marshall le dio justicia al marcador y evitó que el Tri maquillara su funcionamiento.

Antes, en el primer tiempo, parecía que los elementos aztecas tendrían una noche tranquila, dominando a placer la pelota y abriendo el marcador pasada la media hora de juego, luego de que Yasser Corona mandara un trazo largo que peinó Carlos Vela y que Paul Aguilar remató entre las piernas del guardameta. En el segundo tiempo en los primeros minutos las cosas fueron similares, México manejaba los tiempos y aumentaba la ventaja en una gran acción de Carlos Vela, quien tras recibir servicio de Guardado condujo, recortó y definió a primer palo.

Ésa fue la última acción en la que la selección se vio relajada, porque de ahí en adelante Trinidad y Tobago despertó e hizo vivir una pesadilla a los pupilos de Herrera, que en un abrir y cerrar de ojos ya habían sido alcanzados en el marcador con los goles de Kerron Cummings y Kenwyne Jones al 55 y 57, para luego al 66 se vieran humillados con otro tanto de Cummings, quien tras encontrar una pelota en el cobro de un saque de banda mandó potente disparo a segundo poste.

En medio del desastre que era el cuadro mexicano, Andrés Guardado encontró el empate al 87 con un disparo fuera del área, al impactar de bote pronto el balón para que se incrustara en las redes. Fue al 90 cuando parecía que anoche el destino iba a ser muy ingrato con Trinidad y Tobago, luego de que tras un tiro-centro de Héctor Herrera, Kenwyne Jones anotara en su propia meta al intentar despejar, acción que provocó un festejo eufórico de los tricolores, como si anoche hubieran dado un gran partido o estuvieran consagrándose campeones.

Pero la alegría duró nada para el Piojo y sus futbolistas, ya que en la última jugada del partido, por enésima ocasión, sus dirigidos se desconcentraron, marcaron mal y sólo atinaron a ver cómo Marshall los empató y le dio algo de justicia al marcador con un seco frentazo.

Ahora el Tri enfrentará el domingo a Costa Rica en cuartos de final, instancia a la que llegan luego de una pobre primera ronda y un partido ante Trinidad y Tobago en el que dieron la cara más pobre en la era de Miguel Herrera, estratega que al menos anoche fue el responsable de que su plantel fuera un desastre en la cancha.

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