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Con disminución en producción de vivienda, aumenta el riesgo de la construcción informal

Se estima que al año se producen 1 millón de casas, de las cuales apenas una pequeña parte se hace dentro de la formalidad; hay oportunidad para atender demanda, indican
 

La disminución en la producción de vivienda formal puede provocar un aumento de la construcción informal de casas, lo cual aumenta los riesgos tanto para sus habitantes como para las mismas edificaciones al estar más vulnerables por desastres naturales, alertaron especialistas de la industria.

Asimismo, los especialistas indicaron que una menor producción de vivienda formal también perjudica en el desempeño de la economía en general, al ser una industria que cuenta con una participación de casi 6% del PIB nacional e impacta en 37 de las 42 ramas de la economía.

"Si aumentas la producción de vivienda, lo que pasa es que inmediatamente tienes un aumento en la actividad económica de las ciudades y del país", explicó Gene Towle, director de la consultora de información inmobiliaria Softec.

"Una menor producción de vivienda no sólo tiene un impacto en los brókeres hipotecarios, sino como bien se sabe, existen muchas ramas de la economía", destacó Juan Kasuga, director de la firma de brókeres hipotecarios Creditaria México.

De acuerdo con los números del Registro Único de Vivienda, al cierre del primer semestre se contabilizaron 66,859 casas en producción, es decir, una caída de 20% respecto al mismo periodo del 2021 y 57% menor respecto al máximo histórico para un primer semestre, que fue en el 2015, cuando se registraron 156,149 unidades.

Más informalidad

Según estimaciones del director general de Softec, al año se edifican cerca de 1 millón de viviendas en México, de las cuales, apenas una pequeña parte se hace dentro de la formalidad, es decir que está ubicada dentro de suelo urbano, con seguridad en la tenencia de la tierra, que es construida con licencias y permisos, que es estructuralmente segura y tiene acceso a servicios urbanos básicos, como agua, drenaje, electricidad y vialidad.

"En el país se producen 1 millón de casas al año, si la industria produce alrededor de 200,000 al año, entonces quiere decir que el resto se está haciendo por autoproducción... que no tiene nada de malo, el tema es que son terrenos sin infraestructura", acotó Towle.

De acuerdo con Kasuga, por lo general la vivienda informal se hace en lugares donde no hay estudios de suelo, lo cual es riesgoso para sus habitantes, especialmente ante desastres naturales.

"Este tipo de construcciones (informales) se hacen en lugares donde no hay estudio de suelo, en cañadas o sobre minas porque no hay conocimiento de las implicaciones y cuando hay temas como lluvias, se pueden causar desastres muy importantes que dañan el patrimonio de las personas", comentó el directivo de Creditaria y añadió que también este tipo de edificaciones carecen de la debida tenencia de la tierra. 

Ambos especialistas coincidieron en que la disminución en la producción de vivienda formal es reflejo de la tendencia que ha presentado el sector desde hace varios años; sin embargo, ante el entorno económico actual, dicha crisis se acentúa.

"Hemos tenido una contracción en la producción de vivienda desde el 2007", explicó Towle y añadió que una medida que aumentó la edificación de casas nueva fue la Alianza para la Vivienda, firmada durante la administración de Ernesto Zedillo y que involucró a distintos organismos para poder satisfacer la demanda de hogares.

"A la industria le estaba yendo muy bien, pero se le olvidó esa promesa de creación de país, de transformación con la que empezamos con la Alianza de la Vivienda", acotó el directivo de Softec.

Mirar hacia adelante

Ambos especialistas comentaron que el actual entorno es una oportunidad para producir más vivienda; sin embargo, por parte de las autoridades se requiere brindar certidumbre a los desarrolladores para incentivar la producción formal de hogares.

"Lo que tiene que hacer el gobierno, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Urbano y Territorial o el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), es establecer una gran alianza para darle certidumbre al sector en tramitología, infraestructura, agua, luz, vialidades y habilitación de suelo; la otra cosa es reducir la incertidumbre de cambios de reglas en el camino", acotó Towle.

"Ojalá se puedan estabilizar los precios de los materiales y de muchos insumos que impactan en los costos de la vivienda. Esto va a permitir que los desarrolladores tengan un mejor horizonte de planeación, para que puedan adaptarse al producto más adecuado", destacó Kasuga.

 

Fernando Gutiérrez es editor de EconoHábitat

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