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El precio de la vivienda no cede; podría dispararse 17% durante el 2023

La desaceleración en la inflación de los precios de los materiales tendría una repercusión positiva en los inmuebles, pero hasta el 2024
 

Foto EE: Especial

Foto EE: Especial

El mercado inmobiliario residencial sufre los efectos de los altos niveles de inflación y los incrementos a las tasas de interés ocurridos durante el 2022.

Luis Alberto Moreno Gómez Monroy, presidente nacional de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), declaró que el precio promedio de la vivienda podría aumentar hasta 17% anual al cierre del 2023.

Según registros de Sociedad Hipotecaria Federal, tan sólo en el primer trimestre del año, el precio de las viviendas con crédito hipotecario aumentó 11.7% respecto al mismo periodo del 2022, es decir un crecimiento récord para un periodo similar. El precio promedio se ubicó en 1.6 millones de pesos.

De acuerdo con el empresario, la industria se encuentra en una paradoja que es urgente resolver, ya que, por un lado, hay 4.9 millones de mexicanos con derecho a un crédito con institutos públicos de vivienda y por otro, no existe oferta asequible para ellos. 

"Es una paradoja que hay que solucionar (...) Instituciones financieras, la cadena de valor, desarrolladores, municipios, notarios, peritos valuadores, todos debemos poner un granito de arena para atender la vivienda dirigida a las personas de menores ingresos", comentó Moreno.

Si bien, el costo de los materiales ha demostrado una desaceleración en lo que va del año —con incrementos de un sólo digito—, Francisco Solares Alemán, presidente nacional de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), explicó que esto no es suficiente para amortiguar el encarecimiento de los inmuebles, al menos, por ahora.

En entrevista para Econohábitat, el líder de la cámara de la construcción indicó que uno de los componentes más importantes de la vivienda, es el financiero, pues los desarrolladores utilizan créditos puente para sus proyectos.

Así, el incremento de las tasas de interés ha complicado la construcción, lo que hace más difícil que los trabajadores puedan adquirir una vivienda con el costo real de las mismas, a pesar de los ajustes que se han hecho al salario mínimo.

"La baja en la inflación de los precios tendrá una repercusión, pero no será inmediata. Quizá sea hasta el próximo año que podremos ver ya estos efectos. A pesar de esto, estamos optimistas porque son buenos augurios", agregó Solares.

Menos vivienda social

Lograr un producto más barato es el reto más grande al que se ha enfrentado la industria de la vivienda en los últimos años.

Dados los altos costos de producción de inmuebles de carácter social y económico, los márgenes de ganancia para los desarrolladores han llegado a ser, incluso, negativos; por lo que la gran mayoría ha dejado de construirla, según Rodrigo Padilla, director general del Banco Inmobiliario Mexicano (BIM).

Lo anterior se ve reflejado en la proyección del crédito puente que planea colocar BIM durante el 2023. Se estima que de los más de 13,000 millones de pesos en financiamiento para la construcción de vivienda, sólo 25% se concentrará en el segmento social.

"Esto no es una decisión del banco, sino una muestra de la demanda de los desarrolladores. Hace 6 años, 70% de la inversión era para este segmento", agregó el banquero.

"Industria debe ponerse creativa"

Para los especialistas, uno de los aspectos que se deben atender para lograr disminuir el incremento del precio de los inmuebles, está en los planes de desarrollo urbano.

La delimitación actual de las ciudades, según Padilla, ha encarecido el costo de la tierra en la que se permite la construcción, lo que vuelve económicamente inviable los proyectos.

Asimismo, subrayó que los desarrolladores de vivienda deben ser más eficientes en la producción; mientras que a las instituciones financieras les toca enfocarse en crear créditos con mejores condiciones, especialmente, para la vivienda social.

"Necesitamos abrir la posibilidad a más terrenos y hacer el esfuerzo por innovar en tecnologías de construcción para que bajen los costos; además, se necesitan condiciones financieras. Con la aportación de cada uno de estos factores, lograremos hacer atractivo construir vivienda social. Hay que ponerse creativo", remarcó el director de BIM.

Finalmente, Moreno informó que diversos jugadores de la industria, junto a actores de la sociedad civil, han comenzado a trabajar en un plan nacional para presentarlo a los candidatos presidenciales, con el fin de generar soluciones para subsanar la crisis de la vivienda.

 

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