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Energía, el principal reto para el sector inmobiliario industrial en el 2023
Los 15 mercados con mayor actividad en México tienen una disponibilidad de sólo 1.4 millones de metros cuadrados, que es 1.8% del inventario total, por lo que urge dotar de infraestructura para el desarrollo de nuevos espacios
A pesar de la crisis económica generada por la pandemia de Covid-19 y los conflictos geopolíticos, el sector inmobiliario industrial se ha mantenido como uno de los más dinámicos y está proyectado para romper récords de disponibilidad al cierre de este 2022; sin embargo, para mantener dicho dinamismo es necesario crear infraestructura, donde la energía juega un papel fundamental.
De acuerdo con Juan Flores, director de la división de Investigación de mercados de la firma de servicios inmobiliarios Newmark, los 15 mercados industriales con mayor actividad en el país representan un inventario de 71 millones de metros cuadrados.
Sin embargo, al término del tercer trimestre del año, se reportó una tasa de disponibilidad de 1.8% (1.4 millones de metros cuadrados) en los principales mercados del país. Guadalajara, Tijuana y Ciudad Juárez son las ciudades con mayor demanda y tienen una vacancia de casi cero.
“El mercado industrial va muy bien, y sin las condiciones actuales de incertidumbre generada por la guerra y su impacto en la economía, podría estar mejor. Estamos cerrando cifras del tercer trimestre del 2022 y vamos a romper récord de baja disponibilidad en este sector”, comentó el especialista.
Falta de infraestructura
La integración de la industria con Estados Unidos ha permitido acelerar el mercado en México y, según Flores, será difícil que se corte o baje en intensidad esta relación, sobre todo por los conflictos comerciales con China.
En contraparte, existe un reto de frente al 2023 por atender a nivel nacional para detonar el desarrollo de parques industriales que permitan atender la demanda de empresas que buscan instalarse en México: el suministro energético.
Al respecto, Gonzalo Robina, director general adjunto de Fibra Uno (FUNO), comentó que las empresas de desarrollo industrial del país están ansiosas por atender al mercado; sin embargo, se ven limitadas por la capacidad de infraestructura para servicios de electricidad.
En este sentido, el empresario subrayó que el mercado con el problema más agudo es Tijuana, seguido de Ciudad Juárez; las cuales son las ciudades con mayor demanda de naves industriales en todo el territorio mexicano.
“Es un reto que tenemos enfrente y estamos trabajando de la mano con las autoridades. En la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados hay una comisión que lleva a cabo juntas constantes con la Comisión Federal de Electricidad (CFE). No es que CFE tenga la infraestructura y no nos la quiera dar, simplemente no existe y hay que colaborar para crearla”, apuntó Robina.
Finalmente, el directivo compartió que Fibra Uno tiene cerca de 5 millones de metros cuadrados de tierra con potencial para la construcción 2.5 millones de metros cuadrados de naves industriales, alrededor de la zona urbana de la Ciudad de México, los cuales no sufren de infraestructura.
Se detienen proyectos
Un ejercicio de simulación realizado en el informe “Situación Regional Sectorial México 2S22” de BBVA Research, sugiere que la demanda eléctrica se habría incrementado alrededor de 25% con respecto a lo observado en el 2020, requiriendo un crecimiento anual de 1.64% entre 2018-2020, lo cual contrasta con el aumento anual de -0.3% en este periodo.
“La realidad es que la construcción de infraestructura eléctrica ha caído a tasas de doble dígito medido en variaciones de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) desde el 2019. Esto se ve reflejado en que, durante este año, ha habido proyectos de inversión cancelados o pospuestos por falta de infraestructura eléctrica”, indicó Diego López, economista de la firma.
Ante este contexto, analista advirtió que el aumento de la capacidad de generación eléctrica y la modernización de la infraestructura de transmisión y distribución son sólo el primer paso para convertir a México en un receptor factible de inversión.