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¿Rentar vivienda a estudiantes? Aquí algunos consejos para los propietarios

El principal conflicto al que se enfrentan los arrendadores es que los estudiantes no generan ingresos por sí mismos, por lo que puede ser complicado asegurar el pago del alquiler
 

Young student with laptop indoors

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Ya que la oferta educativa se encuentra centralizada en las principales ciudades del país, rentar una vivienda cercana a la escuela es la opción para muchos jóvenes estudiantes; sin embargo, este mercado tiene ciertas particularidades que los propietarios deben tomar en cuenta antes de concretar un acuerdo de alquiler.

De acuerdo con Roberto Peña, director general del Buró Arrendador, algunos problemas que se pueden presentar al rentar una casa o departamento a un universitario son:

  • Maltratos al inmueble. 
  • Ruido excesivo y por consecuencia, quejas vecinales; 
  • Subarriendos y traspasos de alquiler a otra persona sin previo aviso.

Sin embargo, el principal conflicto al que se enfrentan los arrendadores es que los estudiantes no generan ingresos por sí mismos, por lo que en muchas ocasiones es complicado asegurar el pago de las rentas.

Pero todos estos percances se pueden prevenir mediante un contrato que beneficie a ambas partes, es decir, tanto al arrendador como al arrendatario.

"Si bien el proceso de renta es similar al que se lleva a cabo con cualquier otra persona, sí tiene algunas diferencias notables", comentó Peña.

Errores al rentar a estudiantes

Contratos a nombre del padre. Uno de los errores más frecuentes que comenten los propietarios o administradores de los inmuebles es crear el contrato de arrendamiento a nombre del padre o tutor del estudiante.

Peña apuntó que esta práctica es, incluso, un delito conocido en México como "prestanombres" y, además, deja desprotegido al dueño del inmueble.

"La ley dice que el arrendatario no es necesariamente la persona que va a pagar el alquiler, sino la que va a habitar la vivienda. Poner la documentación a nombre del universitario es una forma de preparar el camino en caso de que se presente algún incumplimiento", afirmó el experto.

Rentar a roomies. Debido a los altos precios de la vivienda y al nivel de ingresos que tienen los estudiantes, es común que muchos de ellos decidan vivir con "roomies", es decir, compartir una casa o departamento con más personas.

En estos casos, se suelen crear contratos que involucran los nombres de todos los estudiantes que ocuparán en lugar; algo que, en palabras de Peña, "es un error jurídico".

"El problema es que, si se llega a presentar un conflicto, todos los implicados deben estar presentes en el juzgado o no procede la demanda.

Lo mejor es concentrarse en uno de los ocupantes y en su padre o tutor al momento de la documentación", apuntó.

Fiador, no aval. Por otro lado, es recomendable solicitar un fiador para concretar el alquiler de una vivienda, pues dicha persona (cercana al estudiante) será la encargada de responder por las obligaciones directas del contrato; no es necesario que tenga bajo su nombre una propiedad.

"Las obligaciones del fiador están contempladas en el Código Civil. Se recomienda usar esta figura y jamás el aval, porque no es una figura jurídica para un arrendamiento y un juicio se puede caer por dicha causa", remarcó Peña. 

Recomendaciones 

Existen varios aspectos que se deben tomar en cuenta al momento de rentar una vivienda a estudiantes, entre las más importantes se encuentran:

  1. Tener autorización firmada para llevar a cabo una investigación inquilinaria, ya que puede ser un delito indagar a las personas sin su consentimiento, ya sea por medios propios o por terceros.
  2. Registrar el contrato. Esto es fundamental para garantizar la seguridad del propietario, pues permite dejar un antecedente en el historial de crédito y en el expediente inquilinario tanto del estudiante como del padre, en caso de faltas por parte de los mismos. El proceso se puede realizar a través del Buró Arrendador, un organismo en el que se registran poco más de medio millón de contratos al año; tiene un costo de 380 pesos y es gratuito para los afiliados de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI).
  3. Contar con una póliza jurídica. Se trata de un complemento a la figura del fiador, con la que se garantiza que un despacho jurídico se hará cargo de cualquier incumplimiento del contrato de alquiler.   

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