España pone la “S” a los PIGS

Durante el fin de semana, España se convirtió en el cuarto país que solicitó acceso a los fondos del rescate europeo. A diferencia de las intervenciones que han realizado desde diciembre del 2010 las autoridades internacionales, para Grecia, Irlanda y Portugal, el gobierno español consiguió condiciones privilegiadas, pues el préstamo que recibirá de las autoridades comunes no está sujeto a ningún tipo de condición a programas públicos de estabilización.

El común denominador de los anteriores gobiernos rescatados ha sido el endeudamiento público agravado por el rescate de sectores bancarios emproblemados por la deuda de las familias y las empresas.

El caso más grave, que ahora tiene en vilo al mercado occidental, ha sido el de Grecia que, además de presentar un problema de clara insolvencia, carece de credibilidad en la cuantificación de sus obligaciones, que sistemáticamente han tenido que ser revisadas a la alza.

Éstos han sido los otros rescates de las autoridades internacionales para estabilizar la crisis.

Irlanda

El 7 de diciembre del 2010, la Unión Europea aprobó un rescate por 85,000 millones de euros. De este saldo, 22,500 millones fueron inyectados por el FMI. Esto es 22.6 % del total.

El rescate se negoció tras el compromiso que adquirió el anterior gobierno irlandés al intervenir a los principales bancos del país, consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria.

El pasado 26 de abril, los inspectores de la Troika, conformada por el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea (CE) y el FMI, realizaron la última revisión pública.

Portugal

El 16 de mayo del 2011 fue aprobado el rescate para Portugal por 78,000 millones de euros. De este saldo, 33% fue aportado por el FMI, es decir, unos 26,000 millones de euros.

La intervención de las autoridades internacionales fue resultado de la crisis de deuda pública y privada que estaban orillando al gobierno al default. Para recibir el rescate, las autoridades financieras lusas son sometidas a revisiones trimestrales de parte de auditores del BCE y el FMI, que en un lapso de tres años verificarán la evolución de la consolidación fiscal del país.

Grecia

El 11 Abril del 2010, los ministros de la eurozona pusieron a disposición de Grecia 30,000 millones de euros para garantizar la solvencia del gobierno griego en el cumplimiento de una serie de pagos que tenían que efectuar en el corto plazo. El FMI aportó la mitad de este saldo.

Tres meses después, se hizo evidente la necesidad de más recursos. Para el 21 de julio del 2010, la Troika aprobó un desembolso por 109,000 millones de euros, más la aportación voluntaria y sin precedentes de los bancos privados de 50,000 millones de euros adicionales.

Del histórico rescate, el FMI aportó 27.5%, unos 30,000 millones de euros, que es la mayor intervención realizada.