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Economía

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SHCP blindará los ingresos que recibe del sector energético

Se aligerará la carga fiscal de Pemex en 90,000 millones de pesos. En caso de no conseguir ese monto a través del cobro a las nuevas actividades del sector, el gobierno cobraría un dividendo extra.

El cambio en el régimen fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex) es positivo, incluso desde el punto de vista de los ingresos públicos, afirma Miguel Messmacher Linartas, subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). La reforma energética reducirá la carga impositiva de Pemex en 90,000 millones de pesos durante los próximos cinco años.

Esos ingresos fiscales serían compensados con los generados por nuevas empresas del sector o por otras actividades de Pemex, proyecta el funcionario. Si no se alcanza a cubrir dicha meta, Hacienda pondrá en marcha mecanismos, entre ellos el cobro de un dividendo extraordinario a Pemex y la CFE.

La reforma energética está armada para que se observen ingresos relativamente rápido, y que se tenga éxito en la parte de producción. Sin embargo, si no se alcanza la meta siempre está la alternativa del cobro de un dividendo a las empresas productivas del Estado, Pemex y CFE , explicó. Esta alternativa requiere la aprobación del Congreso. El dividendo de las empresas productivas del Estado sería moderado, en el escenario previsto por Hacienda, porque se duplicarán las inversiones en el sector.

Para el gobierno federal los primeros ingresos procedentes de la reforma energética se generarán con el cobro de derechos a los que resulten ganadores de las licitaciones en la Ronda 1. No tenemos un cálculo de cuánto será, pero la cifra estará en el presupuesto de 2015. Además de los ingresos para el gobierno federal, habrá recursos para los gobiernos de los estados donde se hallen los campos licitados , dice el funcionario.

Messmacher fue uno de los funcionarios del gobierno federal que participó de manera más activa en el proceso de preparación de los documentos de reforma a las leyes secundarias. Como principal responsable de la política de ingresos, se muestra conforme con la forma en que quedó integrado el paquete de la Ronda 1, que se adjudicarán en 2015: Con las nuevas licitaciones se asegura un monto mínimo de campos exitosos, y con ello se reduce el riesgo de que no se materialice la producción y los ingresos adicionales que se tienen previstos .

Un segundo punto que enfatiza es que los campos que se incluyen en la Ronda 1 tienen distintos periodos de maduración. Unos son maduros y generarán recursos relativamente rápido. Otros generan producción y recursos en un periodo más largo .

El subsecretario de Ingresos de la SHCP tiene expectativas de que las inversiones al sector empiecen a llegar, paulatinamente, en el 2015, y que la reforma duplique los niveles de inversión en el sector de hidrocarburos; al pasar de 30,000 millones de dólares al año que ha ejecutado Pemex en los últimos años a 60,000 o 70,000 millones de dólares anuales. En la medida que tengamos rondas adicionales, y que sean exitosas, habríamos de esperar mayores niveles de inversión .

CAMBIOS EN EL RÉGIMEN FISCAL

La estructura impositiva que se aplicará a Pemex es nueva, pero los cambios en la tasa que pagará en el impuesto sobre sus utilidades se darán de forma gradual en un periodo de transición de cinco años. Lo mismo pasará con el incremento en su límite de costos. De tal manera que en realidad en el 2015 la disminución en la carga fiscal de Pemex será moderada, y es al final del periodo, de cinco años, cuando se tendría la disminución de la carga completa.

Con estos cambios fiscales está previsto que en un plazo de cinco años, que se harán de manera gradual, eventualmente se reduzca la carga tributaria de Pemex en 90,000 millones de pesos. Es un monto significativo, lo que se está buscando, mientras se aprueba en el Congreso, es que este ajuste sea gradual , aclaró.

En este contexto, Messmacher aseguró que la nueva carga fiscal de Pemex y de CFE, derivada de la reforma energética, no generará un desequilibro en las finanzas públicas del país. La idea es que a través de las licitaciones, que ya anunció la Secretaría de Energía, se genere de forma paralela inversión privada que incremente la producción de crudo, y que los ingresos que recibe el fisco mexicano -asociados a esa producción adicional- terminen compensando la disminución en ingresos, vinculados a los ajustes del nuevo régimen fiscal de Pemex , precisó.

La reforma reduce los seis derechos que paga actualmente Pemex hasta tres: un derecho de 65% sobre el valor de los hidrocarburos menos las deducciones permitidas, además de uno sobre extracción y otro de exploración de hidrocarburos.

A partir del 2016 Pemex pagará cada año un dividendo al Estado, mismo que impondrá Hacienda con base en la situación financiera de Pemex, sus planes de inversión y financiamiento. En el caso de las actividades manufactureras de Pemex, argumentó, el cambio es relativamente moderado porque ya pagaban un impuesto sobre los rendimientos petroleros; y algunas subsidiarias –como refinación- presentaban deficiencias y pérdidas. El cambio en el régimen fiscal de esas actividades está ligado hacia lo que se debe estar aplicando sin que se anticipe un mayor efecto fiscal; cuando menos de corto plazo , dijo.

Confirmó que los cambios más significativos dentro de la reforma a la paraestatal están en la parte de exploración y producción, y las asignaciones de petróleo. Pemex mantendrá la figura de asignaciones como una alternativa fiscal viable; y que no se obligue a que Pemex se mueva de asignaciones a contratos para enfrentar un régimen fiscal distinto.

La migración de asignaciones a contratos se dará sólo en aquellos casos en que Pemex esté buscando la posibilidad de una asociación, por razones de diversificación de riesgo o para tener acceso a mejor tecnología , explicó. Lo mismo sucederá, aclaró, con los contratos de utilidad compartida; donde habrá una regalía básica, un impuesto sobre utilidades, es decir, un porcentaje de las utilidades para el Estado, y finalmente un pago de Impuestos Sobre la Renta.

NUEVO MODELO DE COSTO

Hace 15 años nuestro país importaba 25% de las gasolinas. En contraste, 49% de la gasolina que se consumió en el país en el 2012 provino del exterior; situación que ponía a México en riesgo de convertirse en un importador neto de energía.

Con la reforma, Messmacher informó que a partir del 1 de enero del 2015 nos vamos a mover a un modelo donde se tendrá un precio máximo, y la idea es que a través de un proceso de competencia, gradualmente se puedan tener gasolineras y estaciones de servicio de terceros; será hasta 2018 cuando se libere un precio único .

El sector eléctrico en México presenta grandes retos, pues el precio de la electricidad es elevado y no es competitivo. En comparación con Estados Unidos, las tarifas promedio son 25% más caras, aun con subsidio, sin él resultarían 75% más caras. Por ello, se espera que en un periodo de dos años se observen menores precios y menores tarifas eléctricas. Esa disminución, explicó, está sustentada en una mayor disponibilidad de gas natural, y en segunda instancia, a través de las nuevas redes de gasoductos.

Principios rectores de las leyes secundarias de la Reforma Energética

  • La propiedad de los hidrocarburos en el subsuelo es de la nación.
  • Libre concurrencia y competencia entre empresas del Estado y particulares en exploración, producción, transformación y electricidad; la única excepción es la venta al público de gasolinas.
  • Fortalecimiento de la Comisión Reguladora de Energía, la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Secretaría de Energía.
  • El Producto Interno Bruto del país incrementará 1% adicional en el 2018, y 2% en el 2025.
  • Protección al medio ambiente y fomento a las energías limpias.
  • Los contratos se harán por medio de licitación pública, y el criterio de adjudicación será para el participante que ofrezca las mejores condiciones económicas al Estado mexicano.
  • Bajará el recibo de luz, de gas natural, así como el precio de algunos servicios y alimentos.
  • Se crearán medio millón de empleos formales adicionales al 2018.
  • La capacidad de producción petrolera en México aumentará de 2.5 millones de barriles diarios a 3 millones al terminar el sexenio; y en 3.5 millones en el 2025.
  • La capacidad de producción en México de gas natural aumentará 5,700 millones de pies cúbicos actuales a 8,000 millones en el 2018, y 10,400 en el 2025.

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