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Un alza en los precios desaceleraría aún más la expansión económica
Subir precios afectaría el consumo privado y retardaría una eventual recuperación de la demanda.
Los llamados de cúpulas empresariales a subir precios en respuesta a la depreciación del peso pueden conducir a un comportamiento irracional por parte de los agentes económicos, que terminaría por generar inflación y desacelerar más la economía, advierte Alexis Milo, economista en jefe para México del Deutsche Bank.
En conversación, reconoce que las condiciones de holgura que prevalecen en la economía mexicana explican en parte el pequeño traspaso o pass-through a la inflación .
Este pequeño efecto traspaso o pass-through ha sido posible por una combinación de la debilidad de la demanda interna con una serie de reducciones en los precios de la energía y otros insumos de la producción, así como de servicios como los telecomunicaciones, entre otros , detalla.
La inflación en julio registró una variación de 2.74%, la más baja en 45 años. El subíndice de mercancías no alimenticias, que es el más susceptible al impacto del tipo de cambio, retrocedió 0.20% en el mes y con ello alcanzó una variación anual de 2.64 por ciento.
Explica que un incremento en los precios tendría tres efectos nocivos sobre el crecimiento de la economía por tres vías.
La mayor inflación probablemente afectaría el consumo privado y retardaría la eventual recuperación de la demanda interna.
Eliminaría parte de las ganancias en competitividad de las exportaciones debido a la depreciación real del peso, que probablemente reactivarían al sector manufacturero en el segundo semestre y el 2016.
Una mayor inflación probablemente llevaría al Banco de México a subir las tasas de interés con anticipación a la Reserva Federal de EU, en cumplimiento de su mandato único de preservar el valor de la moneda, a pesar de la persistente debilidad de la economía.
Esta política monetaria restrictiva anticipada, dice, probablemente tendría su impacto negativo adicional sobre el crecimiento de México .
Cofece lo confirma
Apoyándose en parte de la discusión descrita en la minuta correspondiente a la reunión monetaria de julio pasado, argumenta que los efectos de la depreciación del tipo de cambio se han concentrado en los precios de mercancías durables.
Por ello considera que hasta ahora no sería justificable un aumento en los precios de bienes y servicios, como los que parecen haber sugerido las cúpulas empresariales y cámaras industriales para incorporar el efecto de la depreciación del peso .
En vísperas de que el Instituto Nacional de Geografía (Inegi) divulgue el dato de inflación a la primera quincena de agosto, expone que el comunicado reciente de la Comisión Federal de Competencia (Cofece) evidencia que sí existen sospechas de algún tipo de colusión entre empresas para modificar precios a partir de la depreciación del peso respecto del dólar.
En el citado comunicado, el regulador explicó: En fechas recientes hemos sido testigos de una depreciación de la moneda nacional, lo cual no necesariamente debería traducirse en un aumento de precios. En cualquier caso, e independientemente del curso de las variables macroeconómicas relevantes, el precio debe ser una decisión individual e independiente de cada agente económico .
Reflejarlo sólo ante evidencia
El economista del Deutsche Bank considera que el traspaso del tipo de cambio a los precios sería eficiente cuando refleje las condiciones de la economía en su conjunto y la de cada industria en lo particular.
Sería entendible que aquellos negocios que vean presiones del tipo de cambio en sus costos o condiciones de mercado para trasladar la depreciación a sus precios lo hicieran , reconoce.
Sin embargo, dice que la reducción global en los precios de las materias primas sugiere que el impacto sobre los costos puede ser moderado y las condiciones de holgura que prevalecen en la economía mexicana indican que no es posible trasladar la depreciación a los precios.