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El Empresario

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El éxito o el fracaso de la gestión y el capital humano

Para que la organización funcione correctamente se necesita un director que dirija los esfuerzos hacia un fin común, que dé instrucciones pertinentes en el momento preciso y a las personas adecuadas para llevar a cabo todas las tareas que se requieren.

Shuttestock.

La pseudo crisis financiera provocada por la quiebra de dos bancos pequeños o regionales en Estados Unidos, aunado a el rescate que se ha tenido que implementar a Credit Suisse por parte del gobierno de Suiza y otros agentes financieros, ha puesto en la palestra a la administración de dichas instituciones.

Cuando la explicación que se da a la sociedad es que esto es producto de una mala gestión y que las personas encargadas de la administración de dichas instituciones no hicieron bien su trabajo, caemos en una generalización un tanto peligrosa, ya que se deja de reconocer las tareas que hicieron bien y se hace hincapié en los errores, como si toda la gestión fuera una concierto de errores.

En este artículo no vamos a defender a los administradores y gobierno corporativo de dichos bancos, lo cierto es que lo que hayan hecho o dejado de hacer perjudicó a muchas personas en sus patrimonios, proyectos y negocios.

Lo que quiero resaltar es que el proceso de administración es complejo, con diversas tareas, decisiones y vigilancia, que combinadas hacen que cualquier entidad pueda tener éxito o fracasar.

Los elementos para poder funcionar son recursos financieros, materiales y humanos; sin embargo el contar con los tres elementos por si solos, no hacen que la entidad funcione, mucho menos tenga éxito. La forma en que la entidad sea organizada, dirigida y supervisada es la que permitirá tener éxito.

Para que la organización funcione correctamente se necesita un director que dirija los esfuerzos hacia un fin común, que dé instrucciones pertinentes en el momento preciso y a las personas adecuadas para llevar a cabo todas las tareas que se requieren, de tal manera que no haya errores, recursos desperdiciados ni producto final defectuoso o inútil.

Para eso se requieren manuales de políticas y procedimientos que todos los involucrados conozcan y puedan consultar, de tal manera que no haya mensajes confusos o tareas mal ejecutadas.

Los individuos que colaboran en la entidad son también parte del éxito o el fracaso. Primero tenemos que entender que el gobierno de la entidad y los encargados de administrarla no hacen todo, necesitan colaboradores capaces y comprometidos; sin embargo, cuando no existen buen ambiente de trabajo, motivantes y perspectivas de crecimiento, la moral del personal decae junto con el compromiso.

La administración que no logra conformar un equipo comprometido está destinada a el fracaso, por que en lugar de colaboradores, estará arrastrando personal que hace el mínimo indispensable para justificar su puesto y su salario.

Para evitar eso, la administración deberá estar segura de que existen, se conocen y se aplican políticas objetivas, transparentes y justas de evaluación, asignación de remuneraciones y promociones, que permitan al personal saber que existen reglas claras, supervisión y retroalimentación relativa a su desempeño.

En el artículo de Gerardo Hernández publicado en El Economista de hace unos días se publicó que según una encuestas solo el 10% de los trabajadores en México, considera que la empresa en la que trabaja tiene políticas claras para definir un ascenso. Confirmando eso, el sábado 25 de marzo El Economista publicó un artículo que menciona que México es el tercer país menos atractivo para el talento especializado, lo que confirma que no estamos reconociendo debidamente a nuestros colaboradores.

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