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El Empresario

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El problema de la administración: ética en los negocios

Las empresas y en general todas las organizaciones tienen la obligación de fomentar el cumplimiento de la ley y una conducta de ética.

No podemos estar ajenos a las noticias que han surgido de México y en el mundo relativas a los casos de corrupción en las instituciones. Los casos son numerosos y lamentables. En algunos casos se trata de dar ventajas a algún participante y en otros obtener beneficios indebidos, en otros casos es motivar a la autoridad para hacer lo que por Ley tiene que hacer.

La corrupción existe en el gobierno y en las empresas, existe en todos los estratos sociales y no es exclusiva de una raza o credo. La sociedad tiene la obligación de vigilar que los casos de corrupción sean detectados, perseguidos y castigados.

A veces existe la tendencia a mencionar que tal o cual institución son corruptas, sin embargo, tal concepto no tiene fundamento, ya que las leyes, los reglamentos, los estatutos y las políticas que rigen a las organizaciones, por definición no fomentan la corrupción. Son las personas las que voluntariamente y de manera premeditada, individual o colectivamente llevan a cabo actos de corrupción.

Las empresas y en general todas las organizaciones tienen la obligación de fomentar el cumplimiento de la ley y una conducta de ética. En artículos anteriores cuando hablamos del gobierno corporativo, mencionábamos este tema como un elemento de las mejores prácticas corporativas.

En general los órganos de gobierno de las instituciones deben fomentar y vigilar el comportamiento ético entre el personal que las integra, desde el puesto más alto hasta el puesto más bajo. Todos tienen la responsabilidad de ejercer sus responsabilidades siguiendo un comportamiento apegado a las leyes, reglamentos, estatutos y políticas dictadas por la sociedad, el gobierno, los órganos de gobierno de las organizaciones y, como decían antiguamente las buenas costumbres.

Como ya mencioné el órgano máximo de gobierno de la organización es el responsable de que los miembros de la misma trabajen en forma ética.

Para lograr el fomentar el trabajo disciplinado y ético, las organizaciones deben darse a la tarea de publicar y difundir un código de conducta o código de ética, en donde se explique claramente las prácticas inaceptables por parte de los funcionarios y empleados.

Dicho código de conducta debe incluir diverso tópicos que cubran todos los diferentes ámbitos de actividad del personal dentro y fuera de la organización. Esto último derivado de que cada persona que labora para la organización, se vuelve un representante de la misma ante la sociedad, y su comportamiento público será interpretado como un reflejo del comportamiento de la organización en su conjunto.

El código debe describir la posición de la organización y el límite de tolerancia (misma que en algunos casos debe ser cero) respecto de asuntos tales como:

  • Conflicto de intereses,
  • Hurto,
  • Comportamiento aceptable e inaceptable dentro y fuera de horas laborables,
  • Alcohol y drogas,
  • Relaciones aceptables e inaceptables con proveedores y clientes,
  • Relaciones familiares que afecten la actividad de la organización,
  • Actitud ante los riesgos personales, laborales y de negocios,
  • Prácticas prohibidas,

También deberá incluir la designación de una persona o grupo de personas encargadas de evaluar y resolver los conflictos que puedan surgir.

PKF México puede ayudarlo en el diseño e implementación del código de ética y/o conducta en su empresa.

*El autor es socio director de PKF México

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