Fitbits, botanas ligeras y de buen sabor

Cuando Simón Sacal decidió emprender su negocio hace cinco años no lo hizo con la idea de innovar, sino simplemente con el deseo de poner un punto de venta y producción de botanas saludables. Sin proponérselo, obtuvo la primera botana tecnológicamente nutritiva que tiene menos calorías que una manzana.

A sus 23 años, este ingeniero industrial de profesión, logró crear un snack de arroz sin calorías al que se le puede adicionar sabor y nutrientes a discreción, bajo un proceso totalmente natural.

Entrevistado por El Economista Simón relata que cuando estudiaba el 2º semestre de la carrera sus padres trajeron unas galletas de arroz bajas en grasa del extranjero, por lo que pensó que sería buena idea venderlas.

Inicialmente pensó en un puesto, en los puntos de alto flujo de gente, donde el consumidor pudiera ver el proceso de producción de los bocadillos, algo "tipo KrispyKreme, pero saludable con un rico olor y que se vea que no está frito y es 100% natural", dijo el joven emprendedor.

Con la idea de producir una galleta, Simón se lanzó a investigar en la librería de su universidad, luego le prestaron el laboratorio en el departamento de nutrición y de otras en el extranjero, sin embargo, tenía otro elemento en su contra "no sabía nada de alimentos" y estaba usando un método diferente al que se utiliza para hacerlas.

"Necesitábamos un proceso que se pudiera hacer en un punto de venta, un espacio reducido, entonces, al momento de estar haciendo las pruebas se me ocurrió otro proceso distinto", relató.

"Así no se hacen las botanas, me dije, bueno vamos a probar, y funcionó", narró Sacal al indicar que luego montó un laboratorio en su casa y comenzó un estudio legal para ver si la tecnología que había inventado era patentable.

Cambiando el modelo de negocio

Tras un año de pruebas en el garaje de su casa y luego de todos los estudios de patentabilidad, Simón y su socio, su padre, decidieron poner la planta de producción, y abrir un stand. En ese momento se dieron cuenta que la aceptación de la gente al producto era extraordinaria.

"Se vendía muchísimo, pero ese no era el mejor modelo de negocio, en el sentido que un sólo puestecito tenía que soportar toda la operación administrativa, la fabrica y distribución. O se ponían muchos stands o se cambiaba el modelo de negocio.

Decidimos cambiar el modelo, adaptamos el empaque y empezamos a vender hace más o menos un año a Liverpool, Cinemex, Nutrisa, y en varias escuelas, dulcerías, Walmart, Comercial Mexicana y ahora a otros grandes autoservicios y tiendas de conveniencia", comentó Sacal, quien recientemente fue reconocido por la revista Expansión.

Simón lleva un año y medio de ventas, actualmente su empresa International Healthy Snacks marcha con paso firme en el mercado y tiene una fábrica en Naucalpan con la suficiente capacidad de producción y crecimiento. Fitbits ya ha recibido propuestas para exportar su tecnología a Estados Unidos, Canadá y Centroamérica.

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y Nacional Financiera (Nafin) se asociaron con ellos a principios del año y con una inversión de 360,000 dólares están desarrollando tres tecnologías nuevas para elaborar una pasta, una bebida y frutas saludables y sin azúcar.

"La visión de la empresa con este y con otros proyectos que estamos trabajando es hacer productos y bebidas que sean realmente saludables y al mismo tiempo que no por eso sacrifique el sabor, que estén ricos"

Simón señala que su tecnología está avalada por evaluadores tecnológicos de Conacyt. Tras varias pruebas se ha determinado que es muy innovadora y única, como reto a futuro pretende aprovecharla, ya sea sólo o en alianza.

Al ser cuestionado sobre si se arrepiente de algo, el creador de Fitbits señala que "volvería a dedicar todo el tiempo que dio en el desarrollo de la tecnología".

El entrevistado indica que lo único que intentaría no hacer si volviera a emprender su negocio sería evitar la pérdida de tiempo "el problema es que nunca sabes realmente cuándo estas perdiendo el tiempo", subraya al reconocer que "la juventud es un factor importante, hay que ser muy perseverante porque nunca sabe uno por donde se va a dar y hay que estar trabajando con mucha perseverancia".

Recuadro

Simón estudió Ingeniería Industrial

Tiene 23 años

Su empresa emplea a 40 personas.

La inversión inicial de su negocio fue de unos 100,000 dólares.

International Healthy Snacks ha sido apoyada para ingresar como empresa en TechBa, la aceleradora de negocios mexicana que se encuentra en Silicon Valley, California.

mgarcia@eleconomista.com.mx