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El Empresario

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Haremos nuestro trabajo para que cada uno cumpla con sus obligaciones fiscales: Arturo Herrera

La economía digital en todo el mundo es uno de los sectores que está creciendo más y, en México, ya representa 5% del PIB.

Las acciones para combatir la defraudación fiscal no deben ser percibidas como terrorismo fiscal. “lo que estamos buscando es incrementar la eficiencia tributaria y eso quiere decir que haremos nuestro trabajo para que cada uno cumpla con sus obligaciones fiscales”, dice el secretario de Hacienda, Arturo Herrera.

En una conversación con El Economista explica que “en México se recauda poco, porque hay mucha gente que está obligada a pagar un impuesto y que no lo está pagando. Estamos seguros de que es posible conseguir un aumento significativo en la recaudación, sin subir las tasas ni crear nuevos impuestos”.

Las iniciativas para aumentar la recaudación no son un gesto arbitrario de Hacienda, enfatiza Herrera: en realidad nos estamos alineando a prácticas internacionales. “Los países que están enfrentando un problema similar están tomando decisiones parecidas a las nuestras”.

El funcionario descarta rápidamente las críticas al incremento a los impuestos de los refrescos y los ahorros. Defiende con detalle la propuesta tributaria relacionada con la economía digital, “la lógica es bastante sencilla. No son impuestos nuevos, el IVA y el ISR ya existen.

Lo que la economía digital tiene de retador es que las prácticas tributarias están pensadas para bienes físicos. Tenemos que empezar a acostumbrarnos a que vamos a tener que llegar a este tipo de arreglos porque la economía digital en todo el mundo es uno de los sectores que está creciendo más y hoy en México ya representa 5% del PIB”.

El secretario explica una y otra vez el Paquete Económico 2020. No pierde la paciencia: “La responsabilidad de nosotros es explicar qué es lo que estamos haciendo, por qué lo hacemos y por qué estos instrumentos están utilizados. Si queremos que los ciudadanos entiendan lo que hacemos, tenemos que hacer un esfuerzo adicional de cómo poder comunicarlo”.

El paquete refleja la austeridad del gobierno, pero también evoca ciertas situaciones donde austeridad está emparentado con subejercicio y con crisis. El máximo responsable de las finanzas públicas entiende el reto: “En la conferencia de la mañana, lo fraseamos de este modo: que teníamos que tener un ejercicio oportuno del gasto.

En México, el término austeridad ha estado ligado, sobre todo, a los ajustes cuando ha habido una crisis. La austeridad en esas épocas quería decir recortes al gasto para pagar el servicio de la deuda. Ahora el enfoque es diferente, los recursos que no gastemos por la política de austeridad de un lado los vamos a gastar del otro lado. Irán a Pemex o financiar los programas de bienestar social. De tal forma que en ese sentido la política de austeridad no disminuye el monto total de recursos a distribuir, sólo cambia la forma en que están asignados”.

Petróleos Mexicanos es un tema obligado y el funcionario explica cómo por décadas la relación fiscal con la petrolera fue unidireccional, en donde “Pemex producía y nosotros le quitábamos algún impuesto, derecho o alguna cosa así. Ahora tenemos una relación de doble vía. Ellos nos tienen que pagar impuestos y esos impuestos representan, para nosotros, cerca de 2% del PIB, como 500,000 millones de pesos, pero para que produzcan esos ingresos nosotros tenemos que apoyar”.

Recuerda que Pemex está recuperando su producción, después de 14 años de caídas. Confía en que más adelante se convertirá en una empresa más fuerte que esté produciendo más. Advierte que el gobierno mexicano no debe volver a depender tanto de los ingresos de Pemex y enumera tres razones: primero, porque es un recurso no renovable; segundo, porque la volatilidad relacionada con los precios del petróleo trasladaría una volatilidad a los ingresos presupuestarios, y tercero, debemos tener un marco tributario en donde todos seamos responsables.

En defensa del optimismo

Al secretario de Hacienda se le cuestiona sobre los pronósticos de crecimiento para los próximos dos años, que los especialistas consideran como “muy optimistas”. Respecto al PIB, dice: “Es realista esperar un crecimiento de 1.5 a 2.5% para el 2020. Si creces poco en un año, en el siguiente la tasa de crecimiento es mayor porque tu base de comparación es menor”.

Más allá de la argumentación aritmética, Arturo Herrera enumera una serie de temas: el ciclo de reducción de tasas de los bancos centrales, en donde el Banxico comenzó tarde, pero el mercado espera que las tasas de referencia van a estar en niveles entre 7.4 y 7% para el 2020. Esto traerá una reducción del costo financiero.

Otra razón mencionada por Herrera es la ratificación del T-MEC: “Es muy probable que esto ocurra en las próximas semanas. Si esto pasa en un contexto de incertidumbre internacional, México va a ser uno de los pocos lugares de inversión que va estar colocado de manera muy estratégica frente a Estados Unidos, con una ventaja comparativa frente a los demás”.

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