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Inflación, el nuevo enemigo de las mipymes
Muchos pequeños negocios siguen operando y aunque han nacido algunos, solo se mantienen y lo hacen en la informalidad
Muchos pequeños negocios siguen operando y aunque han nacido algunos, solo se mantienen y lo hacen en la informalidad
Desde hace 25 años, Doña Martha y su esposo Don Javier, se han dedicado a su tienda de abarrotes “La Muralla” con gran ahínco, pero desde la pandemia, la situación se volvió tensa y aunque las restricciones han disminuido, aún no recuperan sus ventas, porque aunque nunca cerraron al ser negocio de primera necesidad, el movimiento no es igual.
“Hay más gente pero no como antes. Sí compran pero no hay mucho dinero y las cosas subieron mucho de precio. Tratamos de mantener los precios u ofrecer productos más accesibles pero no es fácil, la verdad no sé cuánto tiempo podamos tardar en recuperarnos porque aunque digan que la recuperación avanza, no es cierto del todo”, narró Doña Martha a El Economista.
En este sentido coincide Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, quien aseguró que el momento que vivimos aún no está a favor de los comercios porque aunque está el semáforo verde, el poder adquisitivo de la población está muy restringido debido a la inflación.
“Sí es diferente a lo que se tenía en 2020, se está moviendo la economía, pero aún no se llega a la situación previa del Covid, no está clara la reactivación”, dijo.
Detalló que la inflación, que repercute más al sector de alimentos básicos como al que se dedica Doña Martha, ha provocado que los negocios busquen diferentes estrategias de venta para adaptarse a las necesidades, ya sea vendiendo más productos a granel, cambiando por artículos de menor costo como la carne de caballo en lugar de la de res, o incluso vender por unidad como en la verdura: dos cebollas, un tomate, entre otros.
Este fue el caso de Doña Martha y su esposo, quienes aunque ya ofrecían productos a granel, ahora incrementaron la oferta y venden marcas que pueden ser de menor calidad pero que es lo que buscan las personas.
Al respecto, Gerardo Cleto López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio y la Empresa Familiar, indicó que al primer trimestre del año, los precios incrementaron 30%, dejando en desventaja a millones de familias y comercios.
Mipymes, menos apoyados
Rivera manifestó que el problema que enfrentan los negocios no solo es por la pandemia, sino por los pocos apoyos del gobierno, siendo las mipymes mexicanas las menos apoyadas en el mundo.
“Los microcréditos de 25,000 y 6,000 pesos de las micro tandas del bienestar, fueron muy pocos, no hacían ninguna diferencia. Con los bancos tampoco es posible porque los pequeños negocios no tienen el perfil para hacer uso de créditos”.
Esto derivó en el cierre de 1.6 millones de negocios, tan solo entre octubre de 2020 y julio de 2021, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
López Becerra resaltó que por la inflación, a diciembre de 2021 cerraron 800,000 unidades económicas, a las que se sumaron 200,000 entre los meses de enero y abril de este año.
Otro efecto que se ha visto, señaló Rivera, es el aumento de la informalidad y el nacimiento de negocios que realmente no son negocio.
“De los 300,000 pequeños comercios que estaban antes del Covid que tuvieron que cerrar, han abierto otros tantos pero que son menos negocio, que solo buscan qué hacer ante la situación, pero en ningún caso, se recuperan los negocios como estaban antes”.
A esto, se suma la precarización laboral, donde los trabajadores están trabajando más horas, con menos ingresos y “lanzándose al río del mercado” para mantenerse.
En esto coincide López Becerra quien detalló que se está viendo más ambulantaje, cajueleros afuera de puntos estratégicos que venden su mercancía, “nenis” que venden por Internet y más trabajadores de plataformas de delivery.
El año de la recuperación
En visión de Rivera, hay dos expectativas del tiempo de recuperación: la “optimista” que de acuerdo con el Banco de México puede ser de dos a tres meses; y la “realista”, con un cierre de año con mayor inflación, un 7.5% a 9%, y con gran incertidumbre en 2023 por la disputa política.
“Ya teníamos un problema de estancamiento desde 2020. Había sectores que esperaban la activación del inicio de sexenio, pero llega la pandemia y dos años después, apenas saliendo, México vive más el problema de estancamiento”, finalizó López.