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La administración en tiempos de incertidumbre
Empresas que no se dieron cuenta de los efectos del cambio están en crisis o, en el peor de los casos, han desaparecido
Empresas que no se dieron cuenta de los efectos del cambio están en crisis o, en el peor de los casos, han desaparecido
En artículos anteriores hemos hablado acerca del papel que tiene la posibilidad de predicción de eventos futuros en la planeación de un negocio. Sin embargo, cualquier persona que se dedique a hacer planeación presupuestal, sabe que los supuestos que prevé puedan ocurrir, posiblemente no van a suceder.
¿Entonces para que planear? Lo cierto es que necesitamos fijarnos metas y buscar de la mejor manera posible cumplirlas, pero también necesitamos estar alertas a todos aquellos eventos que puedan convertirse en un obstáculo para lograrlas y tomar las medidas pertinentes para mitigar los efectos de dichas situaciones.
La administración de cualquier negocio o entidad conlleva estar al pendiente de todas las situaciones que puedan surgir y que signifiquen un riesgo o una oportunidad para incrementar los beneficios que nos lleven más rápido a alcanzar los objetivos.
La incertidumbre es una condición normal del ser humano. Durante toda la evolución ha ayudado a los humanos y otros animales a poder adecuarse a los cambios que pueda haber en su entorno y aprovechar las nuevas oportunidades que esos cambios traen. Los seres que no están alerta son eliminados por el cambio, mientras que quienes están alerta del cambio, se adaptan a las nuevas circunstancias y sobreviven. De ahí surge el concepto de instinto, lo que nos lleva a la supervivencia.
En los negocios no es diferente. Cuando los negocios tienen buenos sistemas de información que provocan que la administración ponga atención a las señales del cambio, pueden medir sus efectos y tomar las medidas necesarias para adecuarse al mismo o por lo menos mitigar las consecuencias mientras pueden encontrar un nuevo acomodo en el entorno.
Empresas que no se dieron cuenta o que minimizaron los efectos de un cambio, están en crisis o en el peor de los casos han desaparecido. Por otro lado, aquellas que pudieron ver que los cambios estaban para quedarse llevaron a cabo ajustes en sus expectativas, organizaciones, estructuras y líneas de negocio para acoplarse a las nuevas circunstancias y así sobrevivir en el nuevo entorno.
Ya en otros artículos hemos hablado de empresas que han desaparecido por no adecuarse al cambio y de otras que se han adecuado y en algunos casos han provocado el cambio.
En todo caso, en el mundo actual, la única constante es el cambio. Pero aún más, este no es continuo y predecible como fue en el siglo pasado, sino en mi opinión es abrupto y sorpresivo.
El hecho que las empresas busquen adecuarse a los cambios es muy importante, porque cada una representa el conjunto de todas las esperanzas y planes futuros de los individuos que las integran, incluyendo a los accionistas que confían en invertir su dinero en ellas, los empleados que basan el bienestar de sus familias en el empleo, en los proveedores que confían se les dará una continuidad de negocio y por supuesto el gobierno que espera estabilidad social y económica en el país por parte de la compañía.