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Las startup que ayudan a volver a la oficina de forma segura
La pandemia del coronavirus, la crisis global que ha generado y los cambios sanitarios, sociales y económicos que ha propiciado han hundido algunos sectores, catapultado otros y simplemente mantenido unos cuantos.
¿Alguna idea de negocio o sector que crezca con mucha fuerza? La seguridad y la salud en la vuelta a la oficina tras el confinamiento es una oportunidad para las startup que ofrecen soluciones innovadoras y eficaces para el nuevo entorno laboral.
La pandemia del coronavirus, la crisis global que ha generado y los cambios sanitarios, sociales y económicos que ha propiciado han hundido algunos sectores, catapultado otros y simplemente mantenido unos cuantos.
Para los emprendedores que tratan de solucionar problemas y satisfacer nuevas necesidades hay un campo de actividad para crear empresas que podría incluso considerarse como un sector en alza, y que tiene que ver con lo que se relaciona con la vuelta a la oficina.
Cientos de miles de profesionales en todo el mundo aún se sienten incómodos al regresar a su lugar de trabajo, y la prevención de brotes, la protección frente a nuevas oleadas, la seguridad de los trabajadores y la tranquilidad de los empleados son y seguirán siendo preocupaciones muy importantes para las empresas a medida que reabren sus puertas tras los confinamientos, restricciones y adaptación al teletrabajo y a nuevos modelos de actividad laboral. Sin olvidar las necesidades y exigencias de una fuerza laboral que no podrá ser cien por cien remota, ya que los beneficios intangibles de la conexión social, la colaboración y la innovación que brinda el trabajo presencial parecen evidentes.
Un número creciente de emprendedores y startup han puesto sus ojos (y sus ideas) en soluciones originales para los vestíbulos y entradas a los edificios, en los controles de acceso y de bienestar; en los ascensores y espacios comunes; en todos aquellos sistemas que tienen que ver con la ausencia de contacto personal o la filtración de aire; en los espacios de trabajo, sensores de distanciamiento social, herramientas de colaboración remota, soluciones de limpieza autónomas, tecnología de bajo contacto y habilitada por voz o lo que podría denominarse "nueva movilidad de recursos humanos" y sus herramientas para el bienestar, la comunicación y el compromiso de los empleados.
Sin olvidar aspectos como la ciberseguridad de las nuevas oficinas. Muchos de estos innovadores que crean nuevas empresas se ciñen a proyectos que suponen una solución coyuntural relacionada con la pandemia. Pero hay que tener en cuenta que el coronavirus tendrá un impacto duradero en el lugar de trabajo, incluso después de que haya pasado la crisis.
Distancia e interacción
Hace siete años, cuando el concepto de distancia social no tenía sentido en ninguna parte del mundo, los fundadores de Density ya buscaban una tecnología que pudiera dedicarse a contar personas, y comenzaron por averiguar qué grado de ocupación tenía su cafetería favorita. Para ello, en 2013, había productos estereoscópicos, ultrasonidos, térmicos, cámaras de baja resolución, seguimiento wifi, o bluetooth... Decidieron experimentar con todos ellos, aunque el resultado no era demasiado exacto y sí muy invasivo. Casi una década les ha llevado desarrollar una plataforma estándar para contar personas, de manera precisa, anónima y en tiempo real.
Con oficinas en San Francisco, Nueva York, Syracuse y equipos multifuncionales en 5 países, hoy diseñan y fabrican su propio hardware. Básicamente, se dedican a construir la infraestructura técnica para ciudades, edificios y espacios para medir cómo se usan. Empresas de todos los tamaños utilizan su plataforma para mantener a las personas seguras, reducir desperdicios y comprender cómo se utiliza el mundo físico. Con su producto Safe, que utiliza sensores automáticos para contabilizar personas, se ayuda a mantener el distanciamiento social en la oficina.
Está claro que ese distanciamiento social en la oficina puede ser uno de los factores más importantes para reducir la transmisión. En las primeras fases del regreso, las empresas consideran la reorganización de los espacios de trabajo y reducen la ocupación hasta en un 50% o en un 70%, ya que algunos empleados siguen trabajando desde casa.
En la línea de startup como Density operan otras como Staqu, que facilita el rastreo de personas con temperaturas corporales elevadas en tiempo real y determina si están lo suficientemente separadas.
Zensors utiliza la visión por computadora para rastrear la ocupación en espacios alrededor de la oficina y puede identificar cuántas mesas o asientos están ocupados. Y VergeSense, que recaudó 9 millones en fondos de la Serie A en mayo de 2020, usa sensores para monitorear la ocupación, enviar alertas cuando hay demasiadas personas en un espacio y crear informes diarios para ayudar en el distanciamiento social.
Contatrack, en Singapur, facilita el rastreo de contactos en la oficina. Todas estas soluciones ayudan a planificar las estrategias de regreso al trabajo presencial y a monitorearlas en tiempo real.
Acceso seguro
Las encuestas de salud diarias que examinan a los empleados antes del acceso al edificio, que pueden ser completadas en casa suponen una estrategia preventiva. Adelantar esta información implica una mayor fluidez en el acceso. En todo caso, la entrada supone el primer filtro de seguridad. Los vestíbulos desempeñarán un papel fundamental en la evaluación de la salud, facilitando la entrada autorizada y permitiendo el distanciamiento social, y aquí la startup sudafricana Kenai se dedica a alertar al personal del edificio acerca de si un visitante no cumple con los requisitos de entrada según sus respuestas a preguntas relacionadas con el coronavirus.
En el caso de Elenium Automation, que se ha asociado con Amazon Web Services, ha lanzado un quiosco de autoservicio que utiliza tecnología de detección de signos vitales y sin contacto en los aeropuertos. Esto tiene utilidad en el caso de los vestíbulos de las oficinas para gestionar el acceso de los visitantes y filtrar a las personas que acuden a la sede corporativa.
La tecnología biométrica empieza a ser determinante en este punto. Permite medir las características físicas de una persona, como huellas dactilares o patrones de voz, y resulta más segura que otras opciones de autentificación, creando además una una experiencia de seguridad más positiva que reduce la ansiedad de los empleados.
La biometría puede ser un elemento permanente en el proceso de autorización de empleados o visitantes. La cantidad de datos biométricos, incluidos los básicos de salud, hace que las compañías los hagan anónimos para poder usarlos en la planificación de una próxima temporada de gripe o para activar alertas en el caso de que varios empleados lleguen al trabajo con fiebre. En todo caso, la implantación de esta tecnología choca con las cuestiones que tienen que ver con la privacidad.
Espacios comunes
Uno de los puntos clave que implica un reto para el distanciamiento social en la sede corporativa está en los ascensores. Existe lo que se conoce como "soluciones de baja tecnología", que consisten en incluir señales visuales para limitar la capacidad, el escalonamiento de los tiempos de entrada para aliviar los problemas de hacinamiento o, directamente, la prohibición de usarlos.
Pero algunas startup aportan soluciones de alta tecnología. En el caso de Ashla Systems, ésta se refiere al uso de ascensores accionados con el pie, para minimizar el contacto con los botones, o las técnicas de saneamiento ultravioleta, que utiliza rayos UVC de grado hospitalario para matar patógenos en ascensores vacíos.
En realidad, hay un buen número de start up que exploran tecnologías de detección de gestos para ayudar a las personas a controlar los ascensores sin necesidad de tocar los botones. Es el caso del producto táctil virtual de Ultraleap, que utiliza tecnología de ultrasonido para crear hápticos en el aire y sensores equipados con luces infrarrojas para rastrear los movimientos de las manos, proporcionando a los usuarios una respuesta táctil virtual a sus gestos.
La start up china Easpeed ha desarrollado una solución con botones holográficos para detectar los movimientos de los dedos en el aire. Otras, como Proxy o Kisi ofrecen soluciones que permiten crear lugares de trabajo sin contacto. Y Openpath lanzó recientemente su solución Wave to Unlock asociándose a Robin, una start up que permite dirigir a los visitantes a determinadas personas clave de los equipos y facilita una gestión mucho más eficaz de los niveles de ocupación de las oficinas.
Reducir la densidad de personas que se sientan cerca o en áreas abiertas puede ser uno de los factores más importantes para prevenir una infección generalizada. Y, dado que el espacio de oficina por empleado ha disminuido con el tiempo, mantener el distanciamiento social con las configuraciones de trabajo actuales será una tarea difícil pero necesaria.
Las reuniones
El coronavirus obliga a las organizaciones a acelerar su digitalización y obliga a ser más eficiente. Y aquí no podía faltar alguna solución para uno de los ladrones de tiempo más evidentes en cualquier empresa: las reuniones. Cualquier startup tiene aquí un verdadero filón para mejorar la experiencia de reuniones y la colaboración entre los profesionales.
Algunas herramientas de colaboración, como es el caso de Gong, liberan espacio para actividades de mayor valor. Esta startup, con sede en San Francisco, utiliza el procesamiento del lenguaje natural (PNL) para transcribir, analizar y anotar reuniones y llamadas de clientes para identificar oportunidades y obstáculos. Las grabaciones son accesibles para los usuarios y se pueden revisar de forma asincrónica. Al automatizar lo superfluo, Gong permite a los equipos dedicar más tiempo a la elaboración de estrategias y al verdadero negocio.
Hay otras compañías como Tandem, dedicada a las soluciones de trabajo digital, pero no sólo para reuniones, sino también para charlas informales. Y los entornos virtuales de Miro y Mural ayudan a eliminar las dudas que se dan en las videoconferencias, cuando los participantes se sienten desconectados o limitados para participar.
Gestión y rastreo
Comunicación, compromiso y eficacia son tres máximas en la vuelta a la oficina segura tras el confinamiento. La comunicación rápida y eficaz entre los empleados es fundamental en los casos obvios en los que se recibe un diagnóstico positivo por Covid-19, para notificar a quienes estuvieron en contacto prolongado con esa persona (manteniendo la confidencialidad).
Esta actividad, casi de rastreador de pandemias, es vital para prevenir brotes. En este sentido, start up como Beekeeper permiten a los empleadores enviar notificaciones a los empleados y recibir confirmaciones eficaces. Otras empresas, como la sudafricana Wyzetalk, presentan soluciones de comunicación de crisis Covid-19.
La japonesa Lafool evalúa los niveles de estrés entre los empleados e identifica las causas para proponer soluciones.