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Líder: Saber escuchar puede ser la diferencia entre el éxito o el fracaso del equipo
Vivimos en una época en la cual se terminó el liderazgo jerárquico en el cual el jefe tenía las respuestas a todo, hoy se requiere de un método más participativo que ayude a lograr los objetivos.
En un entorno que se encuentra bajo un constante cambio, los líderes deben ser capaces de adaptarse a las circunstancias que se van presentando, por lo que saber escuchar a sus colaboradores y a su entorno será clave para que sus equipos entren en una inercia de cooperación y comunicación efectiva, de esta forma pueden conectar con la filosofía y los objetivos de la empresa.
Para sacar el mayor provecho al prestar atención a los colaboradores, hay que saber que existen diferentes niveles de escucha, así lo mencionó Nora Taboada, fundadora de AFE-Liderazgo Consciente, quien explicó que el primer nivel es: la escucha cosmética, es cuando finge estar escuchando, pero en la mente está pensando en cualquier cosa, menos en lo que está diciendo la persona que se tiene enfrente.
El segundo nivel es la escucha conversacional, que es cuando se está prestando atención a lo que dice la otra persona, pero en lugar de estar conectado y enfocado en la perspectiva de la otra persona, sólo se está pensando en qué se va a contestar, lo que se vuelve sólo un intercambio de ideas y no se está enfocando en un entendimiento real a la postura de alguien más.
El tercer nivel es la escucha activa, y es cuando verdaderamente logramos conectar con la persona que estamos conversando, donde intentamos entender cuál es el punto de lo que está hablando, una de las mejores formas de demostrarlo es parafraseando aquello que ha dicho, de esta forma se muestra interés y genera empatía para poder llegar a mejores conclusiones. Esta práctica ayuda a generar mejores relaciones humanas, pues la gente se siente valorada y respetada”, señaló Nora.
La experta explicó que cuando los líderes no logran diferenciar los niveles de escucha y en su defecto no logran transmitir la importancia de poner una verdadera atención en las conversaciones, los equipos de trabajo empiezan a tener combates verbales en los cuales sólo se arrojan ideas sin intentar entender el punto de vista de los demás, lo que puede generar un ambiente tóxico y perjudicial para el entorno laboral.
Así mismo, Nora indicó que vivimos en una época en la cual se terminó el liderazgo jerárquico en el que el jefe tenía las respuestas a todo, hoy se requiere de un método más participativo que ayude a lograr los objetivos, por lo que saber escuchar se convierte en una de las habilidades más importantes para los líderes.
Si los mandos saben escuchar, se puede generar un liderazgo más inclusivo y participativo, donde se plantean los problemas y los equipo en conjunto pueden pensar en soluciones, pues se fomenta la creatividad y la innovación, porque la gente sabe que es escuchada, por lo que buscará tener una participación más activa y con un mayor compromiso”.
La humildad, una competencia ejecutiva
Cuando los líderes tienen la humildad de escuchar el punto de vista de sus colaboradores pueden generar una mejor conexión basada en la empatía y la colaboración, esto permitirá que los objetivos y las problemáticas del mercado puedan abordarse de una mejor manera en un entorno saludable para todo el equipo.
“Muchas veces la gente piensa que la humildad es hacerse menos o ser débil y no tiene nada que ver, la mejor forma de definirla es con el cuestionamiento continuo de tus métodos, y hoy una competencia ejecutiva esencial es el manejo de los equipos, cuando los líderes continuamente cuestionan sus métodos, abren la puerta a que todo el tiempo se pueda mejorar, se pueda innovar y sobre todo fomentar la participación de su equipo, así puede recibir ayuda y complemento a lo que esté haciendo, finalizó Nora.